Capítulo 9.

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De lo bien que JiHoon y él se llevaban, la convivencia pasó a ser incómoda y limitada, casi nula. JiHoon salía ahora todos los días antes de que Soon se despertara y llegaba pasadas las 10 u 11 de la noche.
Hablaban tan poco, apenas saludándose, mientras continuaba mintiéndole acerca del supuesto problema con el que ayudaba a MinGyu todos los dias. Por lo que, de alguna manera él comenzaba a sentirse solo.
Ni siquiera podía hacer sus transmisiones desde ese día, sus redes estaban llenas de mensajes de chicas y chicos pidiendo explicaciones y apenas se animaba a abrir su computadora. Con WonWoo lejos, SoonYoung no tenía con quién desahogarse, ni con quién hablar sobre sus problemas.
Él sentía el asunto un poco injusto, después de todo, JiHoon tenía a MinGyu que lo cuidaba, pero ¿Y él? ¿Quién lo escuchaba a él?, ¿quién lo ayudaba?
Además de extrañar hablar con el chico, pues él era otro de sus buenos amigos antes de eso, ahora también tenía un problema. Había comenzado a tener problemas al mirarlo y no poder encontrar al chico de antes. Antes no se había fijado en lo gracioso que lucía su cabello al salir de la ducha, ni sentido una corriente en su interior cuando alcanzaba a atraparlo mirándolo. Sus labios no habían sido tan interesantes ni su cuerpo lució tan llamativo antes.
Su mente estaba jodiéndose de todas las maneras posibles, ese era el motivo por el cual había empezado a considerar cambiarse. No se trataba de que no tolerara vivir con JiHoon ni que le molestara su orientación sexual, era que el chico ni siquiera mostraba un mínimo de atención hacia él y SoonYoung había comenzado a sentirse vacío.

El viernes de la primera semana de vacaciones llegó tan lento, que Soon creía seriamente que no podría sobrevivir. Se quedó en su dormitorio viendo películas hasta tarde y pasada las 12, perdió la esperanza de que JiHoon regresara a dormir. Se quedó en una pantaloneta floja y después de que su cabeza se cansara de pensar tanto, finalmente se durmió. Pero su descanso fue cortado una hora después, con un ruido incesante de llaves en su puerta.
Se puso una camisa rápidamente y al descubrir que alguien intentaba abrir la puerta sin éxito, se adelantó, girando la cerradura con facilidad y encontrándose con un JiHoon sorprendido.
-¿Qué se supone que haces...? -Murmuró con la voz ronca y el ceño fruncido, producto del sueño.
-No podía abrir la puerta...
El chico lucía diferente, raro de hecho. Parecía que le costaba mantenerse derecho y su rostro estaba tan rojo como si hubiese...
-¿Has bebido? ¿Estás borracho?
-MinGyu tuvo que regresar a casa... -Comentó jugando con las llaves en sus manos, sin verlo directamente, arrastrando ligeramente las palabras. -Así que no puedo quedarme en su dormitorio... Allí está su amigo, pero... no lo conozco... y me mira raro...
El chico lo observó finalmente, algo perdido. SoonYoung comenzaba a sentir ese novedoso cosquilleo en su estómago.
-No tengo donde más ir...
Ese tono quejoso no era algo propio del muchacho y verlo así lo estaba confundiendo de una manera sorprendente.
-¿De qué diablos hablas? -Su tono fue afectivo a pesar de su ronquera, aclaró su garganta antes de llevar su mano hasta su espalda y guiarlo dentro del dormitorio. -No tienes que irte a otro lado, este es tu dormitorio también...
-No quería molestar...
Una calidez le envolvió el pecho cuando el pequeño se cobijó en su costado, apoyado contra su brazo.
-¿Desde cuándo te preocupa tanto no molestarme? Antes no eras tan considerado... -Bromeó, intentando ignorar ese sentimiento persistente.
-Siempre fui considerado contigo... -Se defendió de una forma adorable, definitivamente no era el JiHoon de siempre. -Digo, lo soy... todavía... aunque no lo parezca...
-¿Cuánto bebiste? -Lo llevó hasta su cama y tras sentarlo, le ayudó a quitarse los zapatos.
-Mucho menos de lo que parece, lo juro... Es solo que no tolero bien el alcohol...
El chico se dejaba hacer sin dejar de mirarlo fijamente, poniéndolo nervioso.
-¿Y por qué bebiste entonces...? Si te hace mal...
-Estaba triste...
Los dos se quedaron mirando un instante, como leyendo sus expresiones. La de JiHoon era de tristeza y soledad, la de SoonYoung puede que desesperación y confusión. Tal vez eso fue lo que llevó al más bajo a acariciarle el rostro y decir con suavidad: "Ya, tranquilo..."
Él se levantó, retomando el control y recordando lo que le había dicho MinGyu.
-Será mejor que te bañes, eso te ayudará.
-Claro. -JiHoon sonrió y se puso de pie.
Soon lo ayudó a mantener el equilibrio y luego a buscar ropa, entregándosela con cuidado. JiHoon por su lado, no se movió en ningún momento y, solo cuando lo tuvo de regreso, sonrió y volvió a tocar su rostro, rompiendo la distancia entre ellos.
Con la piel ardiendo y su corazón jodidamente adolorido, él lo detuvo, manteniéndolo en su sitio.
-Estás borracho JiHoon, será mejor que vayas a darte un baño...
La mirada que le dio fue de dolor, el rechazo tiñó su rostro de un rojo más potente y el más bajo rio sin gracia. Finalmente asintió y con una expresión dura se metió al baño.
SoonYoung lo observó hasta que la puerta  se cerró y prefirió evitar la tentación metiéndose a toda prisa en su cama. De esa manera, diez minutos después, cuando JiHoon salió del baño lo encontró "durmiendo" y pasó de largo por su lado sin decirle nada.
Él se quedó tan quieto como pudo, escuchando los pesados pasos de su compañero, y pasados unos 20 minutos oyó la respiración acompasada del chico ya dormido. Solo después de eso logró calmarse y concilió el sueño minutos más tarde.

Besos en vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora