Capítulo 7.

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El chico se puso tan rojo como un tomate, se levantó e intentó hacerlo a un lado mientras lo evadía.
-¿De qué rayos estás hablando?
-¡Tú me besaste! -Le dijo, sin poder evitar que sonara como una acusación. -A lo que me refiero es que… aunque no hubiese sido yo al que besaras, besaste a un chico y… digas lo que digas, eso no es algo que hace alguien solo porque sí.
-SoonYoung por favor… -El chico estaba atrapado entre él y la cama. Lo mantenía sujeto por un brazo, sirviéndose de su altura para doblegarlo al menos un poco.
-Si me besaste es porque los chicos te gustan, ¿no?
-Basta SoonYoung, no seguiré con esta conversación; déjame ir. -Su voz sonó decidida, seria.
-¿Por qué? ¿Por qué no puedes decirme la verdad?
-No quiero hablar de eso contigo. Nuestra amistad no será igual, el vivir juntos… ¿Quieres hacerme caso?
-Estaré bien… Solo dime…
-¡No! ¡No estarás bien! Dirás que sí, pero luego pensarás en lo incómodo que será desvestirse frente a mí o que te puedo hacer algo mientras duermes. -Los ojos del chico eran fuego, rencor y dolor brillando en ellos. -Te será difícil hablarme normalmente y al final me dirás que es mejor que me mude porque no te sientes bien.
-Entonces es verdad, te gustan los chicos. -Dijo al entender, ignorando el punto que su amigo pretendía recalcar, sin preocuparse por sus palabras o por cómo se podría sentir JiHoon. -Eres gay…
De haber estado rojo, el más bajo pasó a estar pálido y ligeramente tembloroso. Soon, en medio de su descubrimiento, no pensó en los sentimientos del otro y simplemente juntó los labios con los suyos.
JiHoon abrió los ojos sorprendido y sus manos se aferraron a sus brazos, pero no hizo nada por alejarlo; él por su lado sintió el mismo cosquilleo que la primera vez. Los labios de su amigo resultaban suaves y tiernos. Con una de sus manos mantuvo sujeta la barbilla del chico y la otra, que tenía apretada en su brazo, la aflojó y la puso torpemente en su espalda. Incluso el tamaño de JiHoon era perfecto para presionarlo contra sí, cosa que hizo con cuidado.
Después de unos segundos se alejó de nuevo, manteniendo el contacto. El más bajo respiraba agitado con los ojos deslumbrados, aferrándose todavía como si necesitara ese apoyo para mantenerse en pie.
-¿Qué crees que haces…? -Susurró con voz neutral.
-Tú no me golpeaste… y sé que si algo no te gusta simplemente lo rechazas. Pero no me alejaste…
-Idiota… -JiHoon lo insultó sin verdaderas ganas y SoonYoung se acercó por segunda vez, callándolo.

Esa vez JiHoon suspiró y cerró los ojos, él lo imitó. El más bajo tomó un poco el control y lo atrajo más contra su cuerpo, moviendo con suavidad sus labios, como una caricia. SoonYoung, quien nunca había besado, intentó seguirlo a pesar del calor que nacía en su interior en ese momento; sus manos apresaron con un poco más de fuerza al chico, quien a pesar de la brusquedad no se quejó.
Cuando se separaron no se movieron, de alguna manera Soon había terminado rodeando la espalda de JiHoon con sus brazos, mientras que él mantenía sus manos ancladas en su nuca. Se sentía tan confundido, por un lado, ese lado que no pensaba mucho se sentía bien, sin necesidad de tanta explicación. JiHoon era sorprendente siempre y ahora incluso en ese sentido; era cálido a diferencia de lo que mostraba y algo en él le instaba a no herirlo.
Pero la parte de él a la que le daba miedo todo, que pensaba más de lo normal, no dejaba de punzar con la idea de declararse “gay”. ¿Cómo lo tomaría su padre o su madre? ¿Qué dirían sus amigos y sus seguidores? ¿Era gay realmente o solo estaba confundido? A él le gustaban las chicas, estaba seguro, pero no estaba seguro de JiHoon. ¿Podía ser bisexual? ¿Podía esconderlo?
-¿Qué te ocurre? -JiHoon fue directo como siempre, recuperando su aplomo.
-Lo siento, pero es que... no estoy seguro de esto… Nunca he besado a una chica, pero no creo ser gay…
JiHoon se soltó con una sonrisa educada y le palmeó el hombro antes de zafarse de su agarre y alejarse un poco.
-Lo siento de verdad… es que…
-No te disculpes, lo entiendo. Nunca habías pensado si te gustaban los chicos, es algo grande que necesitas pensarlo bien…
-Pero tú y yo…
-Soy tu amigo, -El muchacho aseguró con obviedad. -A pesar de todo soy tu amigo y lo seguiré siendo si así lo quieres, no te preocupes.
-¿Y… y los besos? -Sonó algo ansioso. -¿No volverá a suceder? Nosotros podríamos…
-No. -JiHoon fue categórico aun sin cambiar su tono de voz. -Lo siento, pero… no seré tu experimento. Tu orientación sexual es algo que debes averiguar por ti mismo, yo no puedo hacer nada por ti en ese caso. Debe ser tu decisión.
-Pero…
-Estoy cansado, no pude dormir bien… Iré a darme un baño y dormiré temprano hoy…
El muchacho se movió rápido y en menos de dos minutos estuvo encerrado en el baño. Cuando salió, SoonYoung estaba un poco más ansioso que al principio, sin saber qué hacer o qué decir. JiHoon no regresó a mirarlo mientras se metía en su cama y se cubría.
-¿No vas a comer nada? -Preguntó tentativamente, sin decir lo que realmente pensaba.
-No… -El otro respondió colocándose de espalda. -Quiero dormir, en la mañana comeré algo.
-¿Iremos juntos? -No supo por qué lo pidió, sin embargo lo hizo. Sentía al bajo alejarse de él y no quería eso, aunque no entendía el porqué.
-Claro, comeremos algo en la cafetería… -Prometió y a continuación no dijo nada más.

Y aunque lo esperaba, igual sintió que un peso le caía en el fondo del estómago cuando despertó a la mañana siguiente y encontró la cama de JiHoon vacía. Revisó el baño sin mucha suerte y al llamarlo a su teléfono no recibió respuesta. Se bañó, aguardando inútilmente a que el chico apareciera con el desayuno, más pasaron las doce del día y comenzó a volverse loco.
Bastante molesto con el chico por mentirle, salió sin dejar ni una nota, pero cuando regresó tampoco lo halló.

Tres días pasaron y JiHoon no volvía, o por lo menos no cuando él estaba. Había notado que faltaban algunas cosas del chico como su cepillo de dientes y algo de ropa, pero el jueves decidió no preocuparse más. No había sido su culpa, él no había hecho nada malo, estaba en todo su derecho de dudar sobre ser gay o no; cada vez estaba más molesto, por eso gruñó un “¿Quién diablos eres?” cuando un chico alto y algo moreno tocó su puerta el jueves por la noche.
-Yo… disculpa. ¿Eres SoonYoung? -El gigante había lucido perdido e incómodo.
-Lo soy, ¿quién eres tú y qué quieres?
-Yo… me llamo MinGyu, Kim MinGyu… y soy amigo de…
-Sí ya lo sé, JiHoon. -Le interrumpió sin miramientos, recordando el nombre del mejor amigo del pequeño. -Pues lo siento, pero él no está y no sé donde puedas buscarlo, hace días no lo veo.
-Yo sí sé en dónde está… -El chico aseguró un poco más serio.
-¿Lo sabes? ¿En dónde…? Digo… -Se detuvo y sonrió sin ganas. -Si sabes dónde está, ¿a qué vienes? Ohhh claro… -Añadió creyendo entender. -Te envió por sus cosas, ¿no? Pues pasa y llévate lo que quieras…
Se hizo a un lado, dejando la puerta abierta y regresando a su cama cuando el chico volvió a hablar, intrigándolo un poco.
-De hecho, él piensa que en este momento estoy buscando algo de comer… Quería hablar contigo realmente…

Besos en vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora