Estaba en su taller actualizando su armadura, ya había perdido la cuenta de cuantas tazas de café tomó y no sabía cuánto tiempo llevaba trabajando, pero no se preocupó en lo absoluto. Por ahora ninguno tenía misiones, además de que Moonbyul solo lo llamaba cuando los asuntos de la empresa eran realmente urgentes.
De repente su música que estaba a todo volumen disminuyó considerablemente, cosa que extrañó al castaño, miró a todos lados y se sorprendió ver al pequeño Yoongi caminar hasta donde estaba.
-¿Qué demonios?
-¡Jimin! - Caminaba emocionado hasta donde estaba el genio.
- ¿Cómo diablos llegó aquí?
"Lo lamento, Señor, pero fui yo quien guió al capitán Min hasta su taller"
- ¿Por qué hiciste tal cosa, Hoseok?
"Los vengadores están profundamente dormidos desde hace 20 minutos, y mis datos indican que un bebé no puede estar sin supervisión"
-Así que decidiste que yo debía cuidarlo.- suspiró mientras miraba un poco molesto al pequeño pelinegro, quien ya estaba abrazado a su pierna y no dejaba de sonreír.- Desearía saber por qué sonríes de esa forma, cuando tú me odias.
Yoongi lo miró fijamente, ante aquellas palabras. Levantó sus brazos, y Jimin sin más remedio lo levantó, era obvio que el pequeño soldado no respondería a sus dudas.
-Bueno, creo que por ahora tendrás que conformarte conmigo hasta que los otros despierten.- sentó al niño en sus piernas, y siguió con su trabajo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
