treinta y uno.

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Cerró la canilla de la ducha dando por finalizado aquél día, solo tenía que ponerse su pijama e ir a su camita para dormir calentito, claro que sí

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Cerró la canilla de la ducha dando por finalizado aquél día, solo tenía que ponerse su pijama e ir a su camita para dormir calentito, claro que sí.

Lo que menos quería ahora mismo era cruzarse con Yugyeom o lo golpearía.

Pero el destino lo odiaba y terminaba pensando en creer o no en este.

Cuando a penas sacó un pie de la habitación de baño, vió tan cerca la suya y tan lejos a la vez. Yugyeom a penas lo vió salir se dirigió rápidamente al menor antes de que salga corriendo. No dudó ni un segundo en levantarlo en sus hombros como si pesara lo que pesa una pluma.

—Suéltame, Yugyeom—susurraba en gritos.—tengo que ir a dormir.—golpea la espalda del más alto.

—Dormirás conmigo quieras o no.—murmuró.

Jungkook rindiéndose y viendo como finalmente se adentraron a la habitación del pelinegro, deja de golpear su espalda bufando a la vez. Jinyoung sacó su cabeza por la puerta de su habitación, pero al ver que los ruidos lo hacían ambos chicos al segundo volvió a su habitación.

Yugyeom tiró a Jungkook en su cama y él quedó parado a un lado de esta mirándolo con los brazos cruzados.

—¿En serio eres capaz de encerrarme aquí con tal de que duerma contigo?—ríe rodando los ojos a la vez.

Su rodilla se apoya en el colchón y sus brazos a cada costado de la cabeza de Jungkook.

—No tienes idea de lo que soy capaz de hacer.—sonríe ladino.

Jungkook suelta un suspiro pesado cuando terminó conectando miradas con el pelinegro.

—No quiero saberlo.—lo empuja haciendo que Yugyeom quede acostado a un lado de él.—dijiste que querias que duerma aquí, otra cosa no.

—¿Sigues enojado?—ríe.

Jungkook se sienta en el borde de la cama, dándole la espalda a Yugyeom. Su idea no era irse, después de todo sabía que el pelinegro no lo dejaría ir. Llevó la toalla a su cabeza para secar su cabello, se sentía algo incómodo pero no dejaría que lo moleste.

—¿Quién dijo que estaba enojado?

—Mmh, no sé, ¿tu actitud?

—Entonces, mi actitud te hace pensar que estoy enojado, ¿entonces estoy enojado todo el tiempo?—ríe silenciosamente.

—No te hagas el tonto.—abraza la espalda del menor con sus piernas rodeando la cintura de este.

—Deja de imaginar cosas, te hará mal.

Yugyeom no contestó en cambió comenzó a darle besos a un costado del cuello del azabache, el aroma del cabello de Jungkook lo relajaba.
Jungkook se dejaba llevar con las caricias y besos de Yugyeom, cada vez mostraba más su cuello dejandolo libre para que el pelinegro siga haciendo eso.

Jungkook giró su cuello para quedar cara a cara con Yugyeom, quién al segundo de conectar miradas, lo besó. Parecía necesitado de los labios del azabache, para Yugyeom, los besos del menor eran adictivos.

Ambos estaban tan metidos en su momento, que cuando escucharon un golpe en la ventana de Yugyeom se exaltaron en demasía.

El pelinegro rápidamente se levantó para asomarse a su ventana y ver quién era la persona que molestaba.
Jungkook se asomó por detrás de Yugyeom, logrando ver un cabello blanco, como el pelinegro era un poco más alto, no lograba ver bien.

—¿Qué quieres ahora?—habló llamando la atención del chico de pelo blanco quién estaba mirando hacia la calle.

—Tenemos que irnos—apunta hacia la calle donde se encontraba una camioneta negra, Jungkook no lograba entender la situación.

—¿Quién es él?—pregunta, Jungkook.

—Bambam...—el chico sonríe y rapidamente lo vuelve a apurar.—¿A donde?.

—A la fiesta de Jaebum.—dice obvio.

Yugyeom bufa revolviendo su cabello a la vez, su mejor amigo le acaba de arruinar su momento con Jungkook. Morirá.

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Una noche en el bosque••YugkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora