Una noche en el bosque••Yugkook

treinta y cuatro.

—Eres un gruñón—sonríe sujentando los costados de la cintura del menor.

El pelinegro estaba apoyado en la mesa mientras que Jungkook se encontraba entre sus piernas.

Jungkook resopló. No, claramente no lo era, solo que Yugyeom solía hacer bromas que no le agradaban. Bueno, tal vez un poco gruñón.

El día anterior cuando tuvieron esa conversación en la cual Jungkook quedó enojado, el menor se había despertado ya de noche, esa misma noche Yugyeom se disculpó por hablarle de tan mala manera, cosa que le costó mucho para que un ofendido Jungkook acepte las disculpas.
Ahora era lunes y Jungkook se sorprendió al ver a Yugyeom a esa hora en casa.

Tiempo antes Yugyeom había sacado el tema sobre aquella pregunta y el enojo del menor por eso.

—¡No lo soy!—responde molesto con sus manos en los brazos del pelinegro.—solo... no me gusta que juegues con esa pregunta—desvía su mirada, evitando los ojos del más alto.

Yugyeom sigue con su sonrisa socarrona formada en sus labios, solo provoca que Jungkook tuviera más ganas de golpearlo.

—¿Cual pregunta?—recibe un golpe en el pecho por fingir no entender del tema.—está bien, pero en cualquier momento dirás que sí, de todas formas.

—Me voy.—sale como puede de los brazos del más alto.

Había escuchado el auto de Mingyu. Lo salvó la campana.

Antes de que salga por completo de la casa, Yugyeom lo agarra de la muñeca a trayéndolo a su cuerpo, Jungkook pone los ojos en blanco con una risa divertida en su rostro.

—¿Y el beso?—pregunta.

Jungkook termina por juntar sus labios dándole un casto beso, sabiendo que el pelinegro terminaría por enojarse, pero se le hacía tarde, así que no dudó en salir corriendo de su hogar.