□|Lamentos|□
[Día 2, 13 días restantes para su partida]
Jace
«Apenas cumple dieciséis años hoy.Está discutiendo con su madre cuando recién acabo de llegar a casa. Meto las manos en el bolsillo jugando con el pequeño cofrecito mientras intento escuchar el altercado al borde del arco que da la entrada al comedor, donde ambas alzan la voz.
—¿Por qué no puedes dejarme ir a la fiesta? —dice Nadia.
—No es que no quiera que vayas, es la compañía que llevarás —La voz de Nina baja dos tonos manteniéndolo comedido.
—Es mi novio, mamá.
—Pues no me fío de dejar a mi hija a su cuidado —replica su madre.
—¡No me importa lo que pienses! —le grita—. Iré quieras o no. ¡Es mi cumpleaños!
—No iras a ningún lado. ¡Nadia, vuelve aquí!
Nadia sale tan alterada del comedor, que ni tan siquiera repara en mi presencia en la puerta. Salgo de mi escondite y Nina me ve.
—Ve a buscarla, por favor —me pide—, no atiende a razones y no querrá hablar conmigo.
—No te preocupes por ello, intentaré calmarla.
Voy detrás de ella, a tiempo para alcanzarla cuando llega al acantilado a las afueras del pueblo. Solo a ella se le puede ocurrir venir aquí con este frío que cala los huesos y un viento que puede arrastrar hasta mi peso; los pinos y alerces son desafiados por la fuerte corriente de aire provocada por la tormenta de mayo que se avecina.
Está sentada en una superficie rocosa, por suerte para mi preocupación, no tan cerca del borde del declive.
Me siento a su lado. Ella me mira y resopla.
—Mamá te mandó a buscarme —dice refunfuñando, pone los ojos en blanco haciendo una mueca con la boca.
—Sí —La miro buscando su atención, pero ella sigue empeñada en mirar hacia algún punto entre los árboles—. Eso fue un berrinche bastante estúpido.
—No recuerdo el momento en el que pedí tu opinión.
—No necesito tu permiso —refuto—. No tenemos la culpa de que tu novio sea un imbécil y ni siquiera intente ocultarlo.
—Erick es buen chico, Jace —responde.
—No, no lo es.
Quita la mano que tiene apoyada en la rodilla sosteniendo su barbilla, irgue la espada y se gira ligeramente en mi dirección. Sus brillantes ojos dorados me observan dolida.
—Deja de ver solo lo malo —suplica.
—Termina con él, Nadia.
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Cuando Me Elijas (Pausada)
Romance«Hay amores que duran para siempre, el nuestro duró hasta donde la razón y el deseo nos llevó.» Nadia siente una fuerte atracción por su hermanastro al momento de conocerlo durante su adolescencia. Una serie de sucesos durante ese tiempo trae como c...