Luz y oscuridad

Capitulo 3

INCESTO: Relación sexual entre familiares consanguíneos muy cercanos o que proceden por su nacimiento de un tronco común.

Cuando esas " vacaciones " de verano como ; un descubrimiento infernal para mi. Y, para la des fortuna de mi persona, nadie se enteraría de aquello que Jonh me hizo durante tantos días. Aquello que cambiaria mi manera  de ser... No es lindo que te quiten tu inocencia, mucho menos a esa edad. 

Pero el tiempo pasa, asi como las estaciones caminan lentamente por las calles frente a tu casa. Miras ese árbol crecer, naciéndole flores preciosas, y con esas mismas flores, yo crecí. Y con el correr de 3 o 4 inviernos, con el frío que la nieve te regala cada mañana, con esas sombríos atardeceres, y con mis tardes saliendo de la escuela, trabajando medio turno en supermercado de mi colonia, mi pequeña y frágil niñez se me fue.

Cuando menos lo espere, la secundaria iba casi terminando y tener una mínima idea de lo que continuaba no era mi plan, eso es seguro. 

Alto y guapo, muy amable, Tenía unos 45 o 46 años. Pero me emocionaba el saber sobre él y sobre sus intereses, y a pensar en cómo él tenía sexo con las mujeres, así que, para que no pareciera muy extraña, empecé a hablar más con Sofia, su hija y mi compañera. Su familia era, social y económicamente, de muy alto rango. En realidad, solo eran ella y su padre. Me hice su amiga, hablábamos mucho en clases, comíamos juntas en los descansos y yo la acompañaba a su casa por las tardes, porque ella vivía cuadras más antes que yo, unas 10. Y realmente yo caminaba mucho más de lo debido, porque me desviaba para irla a dejar, pero yo quería ver constantemente a Jonh.

En una ocasión, Sofia me invitó a su casa a hacer la tarea, para ver una película después.

Para mi mala suerte, hace años que yo no me compraba ropa nueva, y toda la que tenía era muy holgada y de tonos negros y aburridos. Aunque quería gustarle a Jonh, tampoco quería que me viera como su presa fácil; que me viera y se imaginara que había debajo de mi gran sudadera. Dejarlo a su gran pensar del sujeto.

Así que use lo que siempre me pongo cuando salgo a comprar mis abarrotes; una sudadera negra, floja y ligeramente despintada por su gran uso y un pantalón de mezclilla. Mis poderosos y fuertes crocs color rojo y asi me salí para embarcarme a la seductora y ambicionada aventura.

Nunca había notado lo grande que se ve la casa desde el pórtico principal. Toque el timbre y una melodía sonó de fondo, no pasaron ni 10 segundos que la gran puerta de madera de aquella casa se abría delante mío. Sofia estaba en la entrada, con una limonada en la mano. Cuando me vio, soltó su vaso de vidrio para abrazarme y llevarme dentro de su lujosa casa. Estaba repleta de muchas cositas que, a la vista, parecían super valiosas. Yo iba del brazo de Sofia y ella me iba hablando de como era su papá y de que tuviera cuidado con él, pero ¿Le preste atención? No. Sola deje que hablara mientras caminamos hacia una puerta de cristal que daba hacia el patio trasero verde y tan lleno de vida, con una alberca y unos columpios, los cuales, yo me imagine que era de Sofia cuando era más pequeña.

En el centro del enorme patio verde, había una mesa de madera color blanca, donde se encontraba bastante comida para degustar. Honestamente, no le presté atención a la comida, solo la comía de manera monótona. Yo no dejaba de ver a ese gran hombre, tan maduro y de perfil perfecto.

Jonh era padre soltero, al parecer algo había pasado con su madre. No sé, no preste atención. Y como si fuera poco, Sofi era su única hija, la consentida y la princesa de papi. Sofia tenía todo lo que yo jamás había visto dentro de una casa; cuarto de videojuegos, una sala de cine, una cocina semiindustrial muy enorme, 2 piscinas muy grandes, y muchos más artilugios que colgaban de las paredes y otras tantas estaban sobre repisas, mesas o cubos de madera.