Capitulo 9

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Mi madre se fue, estoy sola. No se si ir con Camila, no tenia ganas de hacer nada.

Mi timbre sonó , y era Sofia. Le abrí y ella se metió a la casa sin pedir permiso.

-Te dije que mañana hablaríamos-

-Es que necesito decirte algo importante- Se sentó y me tomo de la mano. Pensé que diría algo sobre nosotros.

-La señorita Camila-  Tomó aire y trato de explicarme lo que había pasado...

-¿Que pasa con ella?-

- Ella ... Publico algo sobre ti en su grupo de maestros y se volvió viral entre los alumnos - 

-¿Que podría ser tan malo?- Y me enseño un mensaje; había una foto mía besando a Camila en su oficina.

"Nia es una mujer que trato abusar de mi, pero yo no lo permití. Ella quería algo a cambio; ella quería que hiciera algo con sus calificaciones, pero me negué y ella me beso a la fuerza. No dejemos que alumnos o cualquier otra persona nos dañe la integridad y reputación que hemos creado por tantos años. No podemos dejar que esta alumna se salga con la suya, que salga impune seria una muy mala respuesta de parte de nuestra institución... Así que les pido que compartan esto y me ayuden a que se haga justicia.  Gracias."

-Yo no hice eso- Le dije a Sofia y ella me abrazo

-Lo se Nia, tu no eres asi- 

Y ahora, mi reputación esta arruinada, o sea, no es que tuviera una muy buena, pero de todos modos.
Fue la Sta. Familia la que lo publico, al menos desde su perfil, pero ¿ Lo habrá escrito ella ? Si claro, era obvio que era ella. Era la única, a parte del Director, que tenía acceso a las cámaras de vigilancia...

Venganza.. esa era mi solución, pero pensé 2 y 3 días, pero nada.

Estaba acostada en mi sillón que da a una ventana cerca de la puerta de la entrada, pensado. Sonó el timbre.

-¿Señorita Nia?- Dijo el cartero -Esta carta es para usted-

Me metí a mi casa, abrí el sobre y traía oro sobre dentro, con dinero, unos 50 o 60 billetes. Saque una nota y la leí
"Buenos días señorita Nia. Usted no me conoce, pero yo a usted si. Tome este dinero y cierre la boca respecto a lo que en realidad paso con la señorita Camila. Compre algo bonito y solo guardé silencio. El día de mañana dejare una nota en el escritorio del director afirmando a esto. Gracias"

¿ Que no diga nada? O sea, ¿me estaban comprando? Conté el dinero, eran aproximadamente 5 mil pesos, eso no era mucho como para comprar mi silencio.

Al otro día entre a la sala de maestros a dejar ese sobre con dinero, y coloque encima de él una nota que decía:
-Gracias por querer comprar la mi silencio ,pero no tengo las ganas de estar cubriendo cosas que han sucedido con mentiras inventadas por alguien que tiene "reputación implacable " De nuevo, gracias-

Salí de ahí y caminé hacia mi salón, y en camino me interceptó Sofía.

-¿Estas bien?- me pregunto

-Ayer me llegó un paquete con dinero-

-¿Y quien te lo ha mandado ?- 

-Al parecer,  el director con ayuda de la señorita Camila-

-Es en serio? Supongo que obviamente no lo recibiste, ¿verdad?- La verdad es que lo estuve pensando. Yo no ganaba mucho como para poder comer todos los días o para sustentarse los gastos de la escuela. Mi madre dejo de mandarme dinero. Estuve toda la noche pensando, pero al final negué ese dinero por mi integridad y mi moral. Yo no iba a permitir que alguien más se saliera con la suya cuando lo que yo sabía era la verdad.

-Obvio no, Sofia- Y me fui, la deje a medio patio y me metí a mi salón. Estaba desperada.

Durante las clases no me pude concentrar, estaba muy enfocada en la acción realizada por la señorita Camila, su falta de ética profesional al decir que yo la había querido besar. Y de repente, algo estaba creciendo dentro de mi; una mezcla de odio, frustración y ganas de venganza, pero, ¿por que y hacia quien?
Esa sensación se fue por un rato, hasta que después salimos a descanso y miré muchas hojas de papel tiradas en el patio.

Nia. Una estudiante con buenas calificaciones,  pero una pésima falta a los valores que a esta escuela la distinguen.
El día de hoy por la mañana, nos quiso sobornar para que la verdad no saliera a la luz. Nos ofreció dinero para que la Señorita Camila dijera algo que no era cierto. Dejemos de hacer y de atribuirle cosas positivas a este tipo de personas.
Nia, una maldita pervertida y  sobre todo, una  perra.

Y debajo de eso, había una foto mía. La rabia, la irá y la impotencia crecía dentro de mi otra vez. Quería correr muy lejos de ahí. 

Salimos de clases y todo el mundo me miraba y señalaba.

- Déjenla tranquila, estupidos- Grito Sofía, y colocó un brazo encima de mi hombro

-¿Que quieres?- pregunte

-Si quieres no te ayudo-  Y se alejó de mi.

-No...no quise decir eso. Solo que, me siento mal-

-Vamos a mi casa, comemos, hacemos la tarea y se te olvida aunque sea un rato todo este rollo-

-Bueno, vamos-



Llegamos a su casa. Pidió algo de comer. Y nos sentamos a esperar.

-Discúlpame- Empezó a decir- No se es que estaba pensando. Te quiero mucho Nia, no solo como amiga o como compañera. Te quiero y me gustas mucho-

-Lo sé. Pero no estoy como para disculpas Sofía- Tomo mi mano y se acercó a mi boca. Sonó el timbre y me levanté de inmediato para recibir la comida.

Nos sentamos y empezamos a comer.

-¿Estas bien?-

-¿Como estaré bien después de lo que pasó?- Respondí -¿Acaso no ves que estoy arruinada?, y no es que me importe, pero, ¿ a donde iré a parar con la finta de una mujer acosadora? A ningún lado- Sofi se me quedo mirando, atónita con mi respuesta. Me abrazo y nos quedamos ahí unos minutos.

Después de comer, me invito a quedarme en su casa a dormir, aceptar, pues yo ya no tenía quien me esperara en mi casa.


Luz y oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora