Capitulo.9☘️

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Cómo era de esperarse, Dazai no le habló en todo el día a Chuya, cosa que realmente le molestó e hizo sentir mal

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Cómo era de esperarse, Dazai no le habló en todo el día a Chuya, cosa que realmente le molestó e hizo sentir mal. Pensaba que Dazai le correspondía y mientras más tiempo pasaba, más dudas sobre esto le llegaban y realmente le desanimaba esta situación. Chuya durante todo el día quedó sentado bajo el árbol, observando cómo el día avanzaba y todos sus amigos jugaban con todos; eso le hacía feliz hasta que su vista se fijó en el castaño, quien al verle decidió ignorarme e irse con sus amigos de juego, quienes solo suspiraban al ver el esquivamiento hacia el pelinaranja. Chuya, al ver eso, suspiró y fue directo al aula. Empezó a buscar un libro, uno que era de su agrado, pero este estaba muy alto; suspiró y maldijo por su baja estatura, hasta que alguien se lo alcanzó y se lo entregó. Chuya le miró y sus ojos se iluminaron.

—¡¡Abuelo Natsume!!! —grito con mucha emoción—. Estoy feliz de que estés aquí.

—Pequeños ojos de cielo, ¿qué haces aquí solo?

—Solo quise leer un libro. Todos están ocupados jugando, por lo que vine por un libro.

—Pensé que querrías ir con tu aula —lo tomó en brazos, alzandolo y comenzando a caminar.

—No, solo quería distraerme yo solito, al menos solo por un momento.

—No creo que sea buena idea venir aquí solo.

—¿Por qué?

—Hoy es el último día.

La mirada de Chuya reflejaba tristeza y miedo. Natsume acarició su cabeza y le sonrió para reconfortarlo un poco. Chuya había comenzado a llorar, por lo que el mayor comenzó a intentar que sus lágrimas pararan o ayudó a limpiarlas.

—Los volverás a ver, te lo prometo.

—No quiero irme... Me gusta estar aquí con todos.

—Chuya, todos tienen un roll que cumplir, si no, no habrá balance, y eso no sería bueno, te lo dije.

—Pero las aulas... ¿Qué pasará? —menciono preocupado.

—Alguien más la usará, te lo aseguro, no se abandonará, seguirá aquí; cada 6 años regresan, no tienes de que preocuparte.

—No quiero olvidarlos.

—Chuya...

—R-Randou dijo que es lo mejor, pero... Y-yo...

—Chuya, te lo dijimos una vez que llegaste, eres el único que sabe por qué están aquí, tienes que aceptarlo. Puede que uno que otro sepa que están aquí por una razón, pero eres el único que pasará, y que no serán capaces de recordar nada.

—¿Puedo despedirme?

—Tienes lo que resta de hoy, mientras yo hago los preparativos con Fukuzawa y Ougai. Bajó al pequeño y le sonrió.

El pequeño asintió y salió corriendo del aula con libro en mano, y se puso a jugar con todos. Reía y se divertía. Dazai no le apartaba la mirada en ningún momento. Había algo que se le hacía realmente sospechoso: ¿por qué tan repentino cambio de humor del pequeño? Dazai miró el despacho de ambos rectores y vio a Natsume-sensei. Sus ojos se abrieron mucho y miró a Chuya; ahora sabía por qué el cambio de humor.

Iba a decir algo, pero no pudo, ya que todos ahí no le dejaban acercarse y para la desgracia del castaño, la hora de irse llegó. Todos por alguna razón estaban exhaustos y dormían, hasta Ango y Oda. Los únicos despiertos eran Chuya y Dazai. Esperaban a que sus tutores les recogieran, y poco a poco vieron a sus amigos marcharse y saber que nunca más les iban a recordar.

Guarderia Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora