Capitulo.5☘️

2.7K 430 30
                                    

—¿Por qué no le dijiste la verdad? —cuestionó el castaño mayor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Por qué no le dijiste la verdad? —cuestionó el castaño mayor.

—No quiero hacer llorar al pequeño.

—Es mejor que mentirle.

—¿Descubriste algo o solo viniste a molestarme? —le observo con desgana.

—Pues mi yo pequeño no suelta mucha información, pero... al parecer aquí somos normales.

—¿Normales?

—No tienen habilidades, solo viven tranquilamente.

—Ojalá yo pudiera tener una vida así.

—Todos quisiéramos una vida así, Chuya, al menos me alegro de que aquí Odasaku esté bien...

—Tú... ¿Le mencionaste al pequeño lo de Sakunosuke?

—No, pero él pudo deducirlo, porque su rostro se entristeció un poco. Al parecer él tiene mi personalidad de la Mafia, o eso creo...

—Vaya, Crio.

Ambos mayores se quedaron viendo todo el lugar. Al parecer era muy tranquilo a pesar de haber niños ahí.

—Siento como si hubiera estado en un lugar parecido.

—Puede que sí, dedusco que este es un lugar de paso.

—¿De paso?

—Nuestro yo de otros universos, esperando a ir a su propio mundo, un lugar para prepararte para lo que serás.

—Entonces es probable que nosotros también estuvieramos aquí.

—Es probable, —observa como su acompañante arruga su entreceja—. ¿Qué pasa?

—Debemos volver......

—¿Tanta prisa tienes por irte?

—Me preocupa Dostoyevsky.

—Ahí vas otra vez con ese maldito tema, Petit Mafia, cálmate; él no hará nada a menos de que encuentre esa novela.

—¿Te das cuenta que él quiso matarnos, Dazai? Hará lo posible por destruir al soukoku y al shin soukoku para quitar sus amenazas, si no hubiéramos encontrado el broche de seguro...

—¿Desde cuándo te volviste el genio?

—¡Estoy hablando en serio!

—Bien, bien, tal vez tengas razón, pero no sé cómo funciona realmente. Me tomara horas, tal vez días...

—No tenemos tanto, ve con tu yo pequeño y piensen en algo.

—Bien....

El soukoku mayor se quedó en silencio, sin decir más; había veces que podían congeniar en una situación así, pero solo cuando eran situaciones muy serias o incómodas, en una esquina, el shin soukoku los miraba.

—¿Estarán bien?

—Déjalos solos. Jinko, no necesitamos meternos en sus asuntos.

—Pero si podemos ayudar, debemos hacer algo.

—Ellos pueden hacerlo solos.

—Pero...

—Jinko, cállate ya.

Atsushi lo miró de mala gana para después suspirar y mirar incómodo al mayor. Por alguna razón, desde que tomaron en brazos a sus respectivas miniaturas, el pequeño tigre decidió irse con Akutagawa y no se quería separar de él. Parecía feliz, mientras el pequeño bebé pelinegro se apartaba de ambos y miraba al pobre Atsushi adulto como si quisiera hacerle algo... Atsushi suspiró resignado y miró a todas partes. Al hacerlo pudo notar una bola negra con tonos rojizos; la tomó en manos y se sorprendió de ver qué era.

—Rashōmon.....

—Es un peluche —reafirmó Akutagawa.

—Se ve mejor que el original.

De la nada Rashōmon apareció amenazando al pobre Atsushi, pero al momento el Akutagawa mayor cayó hacia atrás, ya que encima de él había caído una sonaja. Al mirar quién fue, se sorprendieron: el pequeño Aku lo había hecho y ahora se abrazaba al Nakajima.

—¡¡Que quede claro que yo nunca haría eso!! —grito enojado y alarmado, pero sin soltar al Atsushi bebé.

—¡Eso quiere decir que el tú de aquí sí tiene corazón!

—¡Qué has dicho, Jinko!

—¡Lo que has escuchado! —ahora abrazaba al bebé Akutagawa.

—¡Eres felino muerto!

—¡Y tu perro muerto!

Ambos menores comenzaron a jalarse el cabello y golpearse. Sabían que no podían causar mucho alboroto, por lo que optaron por hacer eso, obviamente, dejando a los bebés fuera de esa pelea. Todos en el aula los miraban sin decir palabra. Su pelea hubiera seguido a no ser de cierto castaño que los separó.

—Por Dios, ¿por qué pueden comportarse como unos adultos o al menos como su yo bebé?

Dazai los soltó y apuntó a los pequeños infantes, que empezaron a jugar juntos; a decir verdad, eso era raro entre ellos, ya que también querían matarse. Los mayores se sonrojaron y tomaron a los contrarios y se marcharon a diferentes partes. Todos ahí soltaron unas pequeñas risas.

Guarderia Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora