Inimaginable

1K 54 25
                                    


Aviso: Este capítulo contiene lemon explícito, si no eres mayor de edad lo lees bajo tu propio riesgo. De lo contrario, espero que lo disfrutes!

Demonios, por qué tiene que estarme pasando esto justo ahora, esto es simplemente irracional!... cálmate Senku, puedes manejarlo, sólo estás bajo el efecto de 1000ml de alcohol concentrado con respecto a 132lb de masa corporal, quiere decir que el porcentaje por peso es elevado más no extremo, por lo tanto, no hay mayor riesgo de pérdida total de conciencia, quiere decir que aún tengo probabilidades de salir de esto sin ser golpeado hasta morir– pensaba el científico mientras era atraído hacia la Leona- digo... Kohaku. Hizo un intento de apoyarse a ambos costados de la cama para evitar el contacto físico, debió recordar que su miserable fuerza no se comparaba contra la de ella, por lo que fue inútil. Cayó nuevamente en aquellos peligrosos, pero cómodos pechos de su amiga.

Con su cara de antipático no tuvo de otra más que permanecer quieto debido a la presión, un pequeño nerviosismo recorrió su cuerpo al sentir movimiento bajo él, la pelirrubia parecía estar soñando algo, aparentemente en el sueño se aferraba a algo pues apretó más su cabeza, acariciándola y restregándola contra su pecho. Debía admitir que era algo estimulante... Olía bien, era suave y tibia, el contacto piel con piel terminó sonrojandolo después de tantos roces. –Senku...– gimió ella con voz casi inaudible, al nombrado le surgió un rostro sin expresión al escuchar esto.
De repente lo soltó y lo empujó a un lado sin mucho tacto, murmurando cosas sin sentido en el acto.

El chico quedó viendo hacia arriba parpadeando sin salir del shock que acababa de presenciar, hasta que finalmente se dio cuenta que podía escapar, ya era demasiado tarde. Ella se giró de tal manera en la que ahora era ella quien quedase recostada sobre el pecho del joven a la altura de sus poco marcados pectorales. Finalmente reaccionó.

Bueno, al menos esto no es una posición comprometedora, si afloja el agarre podría intentar zafarme muy lentamente para no despertarla– dejaba pasar de nuevo, el hecho de que ambos estaban ebrios y no disponían demasiado de la razón, y menos estando tan cerca uno de otro. Sintió la pierna de la chica apoyarse sobre su amiguito científico de abajo, era tibia y endemoniadamente estimulante sumando los pechos de Kohaku pegados a su regazo, tan redondos,  suaves y calientes... Qué bueno que no había mucha luz, de lo contrario no sólo habría sido influenciado por el contacto sino también por la vista.

Sus instintos más primitivos como hombre empezaron a fluir como nunca antes había sentido y el leve sonrojo en sus mejillas ahora ya no era sólo a causa del alcohol. Sintió una terrible tentación de pasear sus manos por aquella delgada cintura, tocarla, sentirla en carne propia... Pero él no era ese tipo de pervertido y peor abusivo que hacía cosas sin consentimiento de la mujer, mucho menos si estaba dormida.

Mientras tanto, Kohaku seguía durmiendo, extrañamente se sentía muy cómoda por primera vez después de mucho tiempo, aun estando soñolienta empezaba a reaccionar debido a que no era un sueño muy profundo. Sintió que estaba recostada en algo cálido y cómodo... se sentía tan bien, pero, un momento... se suponía que estaba sola, ¿no? Qué era ese bulto en la que estaba recostada si la única almohada de la litera la estaba utilizando para su cabeza, cierto que ésta le daba vueltas, pero tampoco podía tener alucinaciones, ¿o sí?.

–... Mmmmh...– Sus ojos se abrieron de repente por la sorpresa al darse cuenta, levemente levantando su cabeza –¡¿Pero qué?!– Cayó en cuenta de la situación e inmediatamente alzó un poco su cuerpo levantando el puño dispuesta a golpear con todas sus fuerzas. Se sentía mareada pero eso no significa que estuviera indefensa.

El intruso masculló algo inentendible con fastidio en el tono e inmediatamente después fue interrumpida por el mismo, que tomó su cintura y la atrajo hacia él, tomando su rostro con la otra mano libre, haciendo algo que jamás hubiese imaginado que haría sino fuese porque era para tratar de salvar su vida antes de ser asesinado a golpes, la acercó a él y la besó con timidez al principio.

Nuevas experienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora