Purpura 《ChrisErick》 ☆

R🤸‍♀️

CHRISTOPHER

Al parecer Erick se había tomado en serio el encontrar el momento perfecto por que ahora estaba encerrado en el salón donde practicamos las coreografías con solo la linterna del teléfono de Erick encendido en el piso y el caminando hacia mi.

No era que estuviera asustado y por eso estuviera pegado a la pared, era por que ahí estaba yo antes de que apagara la luz.

Una flor rosa apreció frente a mi cara haciéndome soltar un chillido poco varonil.

-Es para ti.

Antes de que pudiera tomarla el la bajo dejándome esta vez verlo más alto por que estaba de puntillas antes de que se estampara literalmente contra mi boca y metiera a la fuerza su lengua.

Tenia que ceder un poco o jamas iba a dejar de acecharme.

Comencé a moverme un poco y me asusté al sentirlo tomar mis brazos y llevarlos hacia su cuerpo para hacerme dejarlos en su cintura.

Esto era horrible y yo debería detenerlo...

¡A quien engaño espere años para poder besarlo!

Tome con fuerza su trasero mientras mi lengua le demostraba quien era dueño de este terreno. Golpee mis caderas contra su abdomen metiendo una pierna entre las suyas para abrirlas y llevar mis manos a sus muslos para levantarlo del piso y girarnos. Lo pegué a la pared tomando un pequeño respiro antes de que su boca fuera a buscarme y encontrarme de nuevo. Sus manos recorrían mi cuello y pecho apretando mi camisa cada que atrapaba su labio inferior con mis dientes.

-Haaa... -respiraba pesado recargando su mejilla contra mi sien.

-¿Cuanto tiempo... vas a parar con tu... insistencia? -pregunte sintiendo escalofríos con sus suspiros en mi oido.

-En verdad planeaba parar todo... pero... ya no puedo. Ten sexo conmigo, Christopher.

-Dejame pensarlo, tienes tu beso, ahora dame tiempo. Tal vez te extrañe y acepte.

Erick soltó aire antes de volver al piso y acomodarse la ropa.

-Empieza a extrañarme desde ahora.

Tomo la flor del piso dandomela, tomo su teléfono encendiendo las luces del lugar dejándome solo.

¡Ahora sí podía golpearme la cabeza contra la pared!

¿Por qué cedi?

Por que anhelaba hacerlo.

¡No, por presión!

Que en realidad fue delicioso...

¡Acabo de firmar mi sentencia!

Voy a aceptar.

¡No lo haré!

Si.

¡No!

...

No entendía por qué teníamos que compartir habitaciones de nuevo y por que me tocaba con Joel.

Había intentado ignorar todo, ignorarlo gruñendo, ignorar que se tiró en su cama por dos horas olvidando su rutina de ejercicio pero creo que había llegado a mi límite de ignorar las cosas cuando su teléfono pasó volando a unos centímetros de mi cara cuando entre a la habitación.

-De acuerdo, de acuerdo... creo que tienes que sacar lo que sea que te aflige.

-Es que...

-Tu novio el de la banda, si...