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ERICK

-¿Solo que que? -sostuve su rostro esperando.

No debía tener tanta esperanza. No podía exigirle tanto.

No podía esperar un...

Se mío, se mi novio.

Lo he hecho sufrir tanto que no tenía derecho a pedirle algo como eso.

-Tu y yo...

-¿N-Nosotros?

Sus ojos eran lo único que necesitaba, lo único que me atormentaba hacia meses. Cada maldita noche solo estaban sus ojos rojos, sus ojos asustados.

Había sido tan tonto al tratarlo de esa forma aquella vez.

Pero había una pequeña luz.

-Si es lo que estoy pensando... no ahora, no lo digas ahora.- pedí.

-¿P-Por que...

Su pecho subía y bajaba respirando con dificultad.

Alcance sus labios acariciando su cuello. Hacia unos meses descubrí que le gustan las caricias ahi.

-Si es lo que quieres y... yo quiero. -susurre.

Comenzo a respirar de manera normal.

No quería pensar que lo que sea que le estaba pasando dependía de mi.

-No debería ser de esta forma. -señale mi desnudez.

-Oh... es cierto.

-Dame tiempo y el momento correcto para hablar de esto. -le estaba hablando como a un niño que solo asentia.

-Lo siento. -dijo.

-¿Puedo vestirme entonces?

-No... -dijo berrinchudo. -Solo un poco más...

Los besos por mi cuello comenzaron a descender con descaro a mi abdomen.

-Chris...

-¿Si?

-Por favor detente...

Cuando lo veía sonreirme con los ojos oscuros y los labios tan rojos todo yo se volvía un caos que no pensaba más haya que solo gemir sobre sus gruesos y rojos labios.

-¿Por queee... no lo hago bien?

¿Que no lo hacía bien diche?

El estupido hace que me corra con solo besos y su mano y...

Su lengua pasó por todo el interior de mis muslos dejando mordiditas en el trayecto. Mis piernas se cerraban por cada arcada pero sus manos volvían a abrirlas.

-Chr-Chris... en serio...

-De acuerdo.

Se sacó la chaqueta pasándola por mis brazos para luego acostarme sobre el. Sus manos se ajustaron a mi cuerpo como si de verdad no quisiera soltarme.

Hasta ahora puedo darme cuanta que el estupido aun me quiere. Acaba de pedirme que sea su novio y le dije que no, bueno no del todo.

-Entonces... tu y yo... -se limpió la.garganta. -digo, si quieres podríamos comenzar de nuevo.

-Me parece bien. -rei. - Así no tengo que robar tu tarjeta de la habitación para que estés conmigo... ni perseguirte como un psicópata.

-No me molesta mucho si me violas de nuevo.

-Si es que vamos a ser... algo... no quiero tener sexo hasta que sea oficial.

Se quedó en silencio y después suspiro.

Purpura 《ChrisErick》 ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora