Capitulo 1

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Esto ya se ha saliendo de mis manos. como se le ocurre violar a esa pobre chica. Dios mío, - suspiro, mientras me froto los ojos tras quitarme los lentes- no se donde comenzar a buscarla, debo darme prisa, para que sea lo mas pronto posible, necesito saber el estado de mi sobrino, tengo que averiguar qué tan fuerte fue el Daño de David.

pensando con mas claridad, la chica debe tener aun, uno que otro amigo en el Palas Place, de seguro alguien me dará alguna pista de su paradero, decidida tomo el comunicador.

-Alita, saldré en unos momentos, no sé cuanto tiempo me tome, si no vuelvo, te llamare, cancela mis citas- pensándolo mejor - olvídalo, si ves que a las cuatro no he llegado, puedes irte, los pendientes lo resolveremos mañana...

-de acuerdo jefa- cuelgo.

Tomo mi cartera, el teléfono celular y las llaves del auto, esta búsqueda, me llevara algo de tiempo. al salir del ascensor me encuentro con algunos ejecutivos -rayos -paso unas cuantas palabras con ellos y retomo mi camino hacia el auto. El Palas Place está a unos treinta minutos de camino, así que llegare alrededor de las doce, de hecho, puedo darme el gusto de tomar el almuerzo e investigar un poco sobre la chica, -perfecto - así mato a dos pájaros de un tiro y ahorro tiempo.

estas estupideces me están matando, no puedo seguir dedicando mi tiempo, mi vida, mi estado mental, tratando de arreglar las mierdas de David, cada vez son peores- me golpeo mentalmente- diablos Ana, que estas haciendo, tu hermano ni siquiera lo agradecerá, ni siquiera te respeta, -hasta aquí - ya basta, mira que ni una relación estable has podido mantener. El último chico que quiso algo conmigo, David lo espanto. aunque analizando mejor fue bueno que pasara, estaría sufriendo mucho con ese idiota, es un patán.

el estacionamiento esta casi vacío, facilitándome un lugar cerca de la puerta. paro el coche, saco todo lo que necesitare y tomo camino hacia el interior del edificio. es un lugar poco convencional. La arquitectura tiene mucho detalle, pero la decoración es sumamente horrible, deberían matar al decorador, no tiene ni la mas mínima idea de como trabajar para personas con dinero, es un patético intento por hacer que este lugar parezca fino y de la alta alcurnia.

-Buenas tardes- sonríe el hostess- tiene reservación?

-buenas, no cariño, mesa para uno.

-de acuerdo, sígame por favor- toma el patético intento de cartillas del menú junto a una servilleta de tela color crema con diseños dorados.

Lo sigo hasta una mesa para dos, frente a uno de los grandes ventanales que le dan vida al lugar. La avenida principal esta algo concurrida, - suspiro- espero poder encontrar algún indicio que me lleve hasta esa chica, necesito encontrarla...

-Buenas tardes, desea ordenar?- escucho una suave voz masculina, la cual me saca de mi pensamiento repentino, ¨Madre mía¨ al girarme, me encuentro con un verdadero dios griego... alto, tez bronceada, cabello obscuro, nariz respingada, se ve a través del uniforme que hace ejercicio, esta como me lo recomendó el doctor... mmm!! Que papasote.

-tú mismo te sirves para llevar?- digo sin pensar. O por dios que vergüenza...

-ja ja ja, no señorita, lamentablemente no estoy en el menú- sonríe , tiene una sonrisa preciosa- pero puedo ayudarla a encontrar algo tan bueno como yo o mejor, nadie sabe- vuelve a sonreír, es una sonrisa de esas baja bragas... estoy sintiendo mucho calor.

-lo dudo- devuelvo la sonrisa y tomo el menú, a la verdad que no entiendo ninguno de estos platos, son como copias baratas del menú de algún restaurante de lujo ¨ claro¨, luego de ver semejante espécimen que me toco de camarero ni el agua quiero beber.

Nosotros {N.3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora