Capitulo 3

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-hola, mama?- pregunto al escuchar el teléfono.

-dime cariño?

-ella accedió a venir- sale mas como sollozo.

-estas bien?

-sí, estoy algo enferma, creo.

-bien, hablamos en un rato entonces- cuelga.

Soy una tonta... me estoy dejando llevar por las emociones, no puedo permitirme este tipo de escándalos en la oficina, no pensé que reaccionaria así, la forma de hablarme, quien se cree...

-Srta. Roberts- escucho el comunicador- la chica que solicito está en la oficina de su hermano.

-perfecto, gracias- digo y seco mis lagrimas, no puedo pensar en estas tonterías ahora.

Reviso mi maquillaje, trato de calmarme y salgo de mi oficina dando unas cuantas instrucciones para mi regreso. Debo zanjar el tema de David de una buena vez, esto me está arruinando.

Salgo al pasillo saludando a los empleados que no vi al llegar, paso frente al escritorio de Esmirna que ríe de forma fresca, como si supiera algo que yo no... me acerco a la puerta de mi hermano y abro como de costumbre, encontrando la escena más incomoda...

-pensé que se estarían matando, les daré unos momentos para que se cambien...- cierro de golpe- porque no me avisaste Esmirna?

-en verdad se estaban matando,7iiu pensé que tendría que llamar a seguridad porque ella le iba a volar arriba.

-bueno, en eso estaba- reímos las dos, Esmirna es la secretaria que más le ha durado a mi hermano y todo por la complejidad de que ni le interesa mi hermano ni su dinero.

Se escucha el sonido del ascensor, de donde salen mis padres, papa nos saluda y va recorriendo el pasillo de oficinas saludando y preguntando a todos, mama por el contrario, nos saluda y va directo a la puerta de mi hermano, la abre sin darme tiempo a decirle...

-coño, Ana Esther, no puedes tocar la maldita puerta- se escucha a mi hermano full enojado.

-ese vocabulario con tu madre- mama responde con burla.

-lo siento madre- contesta David, tratando de taparse su masculinidad, ya la hemos visto antes, el solía andar desnudo en la casa orgulloso de lo que poseía.

-recuerda que soy tu madre David, he visto cada centímetro de tu cuerpo- dice aun con mas burla.

-pueden darnos unos minutos, ya nadie tiene privacidad- nos reímos y salimos cerrando la puerta.

-le daremos unos minutos- sonríe- se ve que es una linda chica- le sonrió a mi madre para hablar un poco de la vida hasta que mi hermano nos indica entrar.

Al estar en la oficina mis padres tratan de tener una charla amena con la que se supone es mi cuñada, ella se muestra receptiva en algunas cosas pero al final cae en las garras de Ana Roberts, a mi madre nadie, pero nadie le dice que no cuando está en modo negociación, quedamos en cenar esta noche en un restaurante que ni del nombre me acuerdo. al salir de la oficina de mi hermano, me despido de mis padres y vuelvo al trabajo, tengo unas cuantas cosas que hacer antes de irme a casa y eso, añadiéndole un punto mas, "Oscar" y su actitud, me llama la atención el condenado, pero esa forma de el hablarme, no me cuadra para nada, quien se cree? Superman? Es más, que se joda, no puedo estar con alguien que me hable mal y mas delante de los demás, si ok, fue en mi oficina pero todos lo escucharon, tengo una reputación aquí y ese teatro que monto me bajo puntos.

Ya es bastante difícil ser jefa de un departamento lleno de hombres donde la mayoría no puede procesar en su mente que una mujer puede darle ordenes, es algo frustrante y más cuando tu propio hermano no me da el lugar que merezco delante de ellos. Cualquiera diría que soy una mierda tanto aquí en la empresa como en la casa, de vez en cuando me siento así, o como el títere de papi y mami.

Esto no pinta nada bien. Salgo de la empresa con destino a casa, necesito un buen baño y comer algo antes de ir al restaurante o me desmayare, no he comido nada; al llegar a mi destino, entro directo a mi cuarto y tomo mi tan anhelado baño de relajación, dejando que todos mis problemas se queden en el agua...

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No tardo en escogiendo el vestido, como es una cena formal, tengo cientos de vestido para la ocasión, por eso tomo el primero que ve. como va pintando la cosa, no tengo deseos ni de salir, quisiera quedarme en mi cuarto hasta mañana, estoy cansada física y mentalmente. me doy los últimos toques y bajo las escaleras, tomando asiento en los muebles de la sala para ponerme mis tacones cuando veo a mi hermano bajar.

-uyuyuy!! pero que guapo te vez- luce un traje negro hecho a la medida, con su peculiar camisa blanca sin corbata, mostrando su pecho gracias a que desabrocho el primer botón de la camisa- a la verdad que esa chica te mueve la caja de bolas- rio.

-ja ja, muy graciosa- sonríe- no discutiré contigo, estoy de muy buen humor para que lo arruinen tus comentarios.

-debiste cojertela antes, se ve que te saco todo el estrés- comento con burla.

-deberías conseguirte un novio, así también te des estresas- me guiña el ojo.

-podría ser, estoy conociendo a alguien.

-que dios ampare al pobre chico que cargue contigo- golpeo su hombro mientras ríe- los veré en el restaurante- finaliza y se marcha.

Idiota, eso sí que me dolió, tan mala soy? No merezco tener a alguien a mi lado? A este paso terminare en depresión; me golpeo mentalmente y tomo mis llaves, me adelantare al restaurante, necesito salir de aquí.

Paro el coche en el estacionamiento. pensando, analizando, debatiendo en si escribirle o no, venia el camino entero con él en la cabeza. Es un chico agradable y puede llegar a ser un buen partido. <No Ana, no te hagas esto, esta noche es de la familia y el no está en los planes- habla mi jefecita interna y cuando la jefecita habla, hay que escucharla- así mismo, arriba y a comerse el mundo> sonrió, es verdad a veces no sé si soy normal.

Entro al restaurante buscando a mis padres que tiene una amena conversación, saludo y esta tan bueno el tema que ni me miraron, tomo mi teléfono y empiezo a revisar mis redes a ver qué hay de bueno hasta que empiece la cena; tiempo después llegan David y Zoe... dando inicio a la elegante reunión familiar que organizaron mis padres, para mí todo esto es una farsa, una escena organizada para demostrar la familia unida y perfecta que mi madre le ha querido vender al mundo, yo por el contrario me la e pasado molestando a David, haciéndole la noche imposible para divertirme un poco antes de tomar la decisión de irme, también sobo la enorme panza de Zoe, es tan único como un ser tan pequeño puede estar creciendo dentro de tu cuerpo...

Después de la cena, se les ocurrió dar un paseo por los jardines del restaurante, no puedo negar que es una vista hermosa por las noches, pero esto es demasiado para mi, todos los que pasean por acá, están en pareja, la única extraterrestre soy yo que ando sola, me adelanto a los demás y poder llegar a mi auto, necesito irme a casa. Abriendo la puerta, escucho el sonido de las notificaciones, ni me molesto en ver que será, enciendo el coche y tomo rumbo a casa.

Zoe es una agradable persona, luego de tomarte el tiempo de conocerla, lamento que haya caído en el radar de mi estúpido hermano no sé cómo mi hermano, que no entiendo como puede cagarla tanto con ella, si a leguas se ve que se quieren mucho, aunque David tiene una extraña forma de amar, el con su porte de hombrecito rígido mujeriego, cuando en verdad es un malvavisco. Tras servir el té, tomo mi taza y subo a mi cuarto.

En la tranquilidad de mi habitación, me coloco el pijama y acostada en mi rica camita, reviso mi teléfono encontrando un mensaje de él... lo analizo con cuidado y selecciono el mensaje para leerlo...

*necesitamos hablar, te espero mañana en la tarde fuera del restaurante donde trabajo... que pases buenas noches Mi pequeña 💕...*

Nosotros {N.3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora