seungmin veía al mayor con un puchero en sus labios, y sus bracitos cruzados sobre su pecho, yukhei llevaba toda la mañana ignorandolo, estaba realmente enojado, odiaba sentirse ignorado.
- hyung - lo llamó, pero éste simplemente lo volvió a ignorar, y siguió atendiendo la llamada en su bobo teléfono.
seungmin cambió a su forma de conejito, subió a saltitos hasta el comedor, donde tenía prohibido subir en su forma animal, y una vez arriba, puso su pancita peludita hacia arriba, listo para recibir caricias que jamás llegaron, ni siquiera un breve regaño, o una mirada por lo menos.
enojado, salió de la cocina, dando saltitos al mismo paso del más alto, lo cual resultaba bastante difícil para un ser tan pequeñito, sentándose donde pudiese verlo, agitando su pomposa colita, la cual siempre solía llamar la atención inmediata de yukhei, pero aún así, nada. el pequeño conejito, muy ofendido, se dispuso a saltar hasta el balcón del departamento, y ahí, comenzó a arañar los barandales con sus pequeñas garritas, produciendo un sonidito que logró llamar la atención de vecino de en frente.
un pequeño zorrito fénec salió de aquél balcón para socorrer a su amigo.
- seungmin-sshi, ¿qué pasa? - el zorrito cambió a su forma humana.
el conejito dió un saltito de fé hasta el balcón del otro departamento, aterrizando sin problema alguno, transformándose de inmediato en un mortificado y berrinchudo seungmin.
- yuki hyung me ignoró, y-ya no me quiere - lloriqueó el rubiecito, teniendo sus mejillas bastante rojitas y sus ojitos ya llorosos.
- oh - el contrario lo consoló, frotando su espaldita mientras el conejito lloraba desconsoladamente, jeongin sabía que seungmin podía estar exagerando la situación, pero no dijo nada, sabía que si lo hacía, el conejito aumentaría su drama, y con los de su novio bastaba. - vayamos adentro, jinnie trajo algunas golosinas, podemos compartirlas, hyung.
- e-eso me encantaría, innie, gracias - el rubiecito sorbió su naricita, frotando en un puñito sus ojitos, para seguidamente sonreírle en agradecimiento a su menor, quien al ver una sonrisa de nuevo en su rostro, como debía ser, salió corriendo en su forma animal hacia donde se escondían los dulces, con un pequeño conejito persiguiendolo mucho más felíz que antes.
seunmi pasó casi todo el día en la casa de sus amigos, hasta llegó a recibir algunas caricias de parte de hyunjin, quien al llegar de su ocupado turno en el trabajo, no pudo encontrar escena más tierna que la de los dos pequeños híbridos jugueteando y persiguiendose entre sí. era muy extraño ver a un conejito jugar tan alegremente con un zorrito, qué ironía, pensó.
la noche estaba cayendo en la ciudad, seungmin estaba pensando en si volver a casa, o quedarse o dormir en casa de sus amigos, tal vez tomaría la primera opción, era lo más seguro, y no quería incomodar a los chicos con su, aunque poco notable, presencia, pero se iría en un rato, estaba demasiado cómodo acostado junto al zorrito quien ronroneaba ya dormido profundamente, era igual de suavecito y calentito que él, o que su hyung, cuando lo conoció creyó que podía ser pariente de algún híbrido de lobo o algo así, puesto que era muy caliente, con sólo dormir abrazaditos bastaba para mantenerse calientes toda la noche.
mientras seguía en sus pensamientos, la puerta del departamento de hyunjin fué tocada, el pelinegro fué a abrirla, encontrándose a un lucas quien parecía notoriamente preocupado.
- buenas noches, hyunjin, ¿por casualidad has visto a minnie? - preguntó el castaño, pareciendo que le faltaba el aire al hablar - lo llevo buscando desde hace horas.
- minnie ha estado aquí desde la mañana, hyung, dijo algo sobre que lo estabas ignorando - respondió hwang con cierto toque de curiosidad.
- lamentablemente lo hice, pero fué sin querer, lo juro - se excusó - tuve problemas con unas cosas en la empresa, así que estaba intentado arreglarlos, y sin querer lo ignoré toda la mañana - hyunjin podía escuchar el arrepentimiento en cada una de sus palabras, compadeciéndose de wong.
- ya, ya veo, hyung, espero lograra resolverlos - el pelinegro entendía, él aún estudiaba en la universidad y al mismo tiempo tenía un trabajo de medio tiempo, había días en los que no podía darle su atención a su pequeño híbrido - le traeré a minnie, se quedó dormido jugando.
hwang entró a la sala, donde los dos pequeños y tiernos híbridos dormían uno al lado del otro; hyunjin tomó al conejito con cuidado de no despertarlo y se lo entregó a yukhei, una vez en los brazos del castaño, seungmin se acomodó en ellos, sonriendo entre sus sueños.
- gracia por cuidar de él, hyunjin.
- no es nada, para jeongin y para mí es un gusto recibirlos.
ambos se despidieron, y yukhei fué directo a su departamento con su pequeño híbrido en brazos, al llegar, se encargó de acostarlo en la cama y arroparlo muy bién para evitar que a su bebé le diera un resfriado, eso era lo menos que quería; pero al posar al conejito entre aquellas suaves sábanas, éste abrió sus ojitos.
- hyunggie - llamó el pequeño en un susurro.
- aquí estoy, conejito - se acercó al rubiecito, y acarició sus desordenados cabellos con dulzura.
- pensé que hyung nunca iría por mí, pensé que dejó de quererme y por eso me ignoraba - los ojitos de seungmin brillaban gracias a las lagrimitas que amenazaban con salir.
- ¿cómo puedes pensar eso, bebé? yo te amo con toda mi alma, y siempre lo haré, conejito - se agachó lo suficiente para dejar un tierno beso en el pucherito de su menor - nunca dudes de mi amor, minnie - yukhei miró directamente sus ojos.
- yo lo amo más, hyunggie, más que a nada, más que a mis peluchitos - ahora fué seungmin quien dejó un beso en los labios del mayor.
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300120 | @CHERRY-POOH
♡;; fotito de multimedia es seunmi en su forma de conejito. uwu
