seungmin se encontraba en su forma animal, brincando de un lado a otro tratando de atrapar una pelotita roja, cada que creía que la tenía entre sus patitas, el juguetito salía volando a otro sitio, debía de volver a corretearla hasta alcanzarla, y que ésta rebotara contra algún mueble hacia otra dirección, era tan divertido; así pasó toda su tarde, entre juegos con los múltiples juguetes que el mayor le había comprado, persiguiendo las bolas de papel que éste mismo tiraba al piso luego de arrugarlas, y también aseandose a sí mismo de momentos, frotando muy bién su carita con sus patitas, y luego cada orejita. el mayor estaría muy orgulloso de lo productiva que había sido su tarde, y lo limpiecito que había quedado.
luego de un rato de estar hecho bolita sobre un cómodo cojín, su atención fué capturada por un peluche de gato que se encontraba debajo de uno de los sillones.
- oh, aquí estás michi - pensó.
se deslizó por debajo del mueble, tomó una de las orejitas del peluche en su diminuto hocico para sacarlo y una vez lo logró, comenzó a jugar con aquél animalito de felpa que yukhei le había traído de uno de sus viajes a hong kong.
seunmi no recuerda cuanto tiempo pasó jugando con aquél peluche, sólo que después de mucho tiempo, el sueño llegó a él, así que se abrazó, o más bién se acurrucó contra el minino de felpa, y decidió tomar una pequeña siesta.
lucas salió de su oficina al rato de haber dejado sólo a su pequeño, su trabajo sin duda lo estaba asfixiando éstos días, había imaginado de todo menos encontrarlo profundamente dormidito, hecho una pequeña bola de pelos al lado de aquél peluche que creía perdido, su bebé debió haber estado realmente imperativo como para haberlo hallado. sonrió por aquella imagen, y la ternura que el menor le causaba.
se acercó suavemente para levantarlo del frío suelo, donde su pequeñito podría enfermarse, y poder dejarlo sobre uno de los sillones; pero al acercarse, su mano rozó el peluche, haciendo que el menor despertara y abriera sus ojitos asustado, comenzando a patalear.
- ¡aiñ! - chilló el conejito.
- soy yo, mimi - tranquilizó el más alto, acariciando la suave cabecita de su pequeñito, y éste ronroneó en respuesta.
seungmin regresó a su forma humana, y brincó hacia los brazos de yukhei, quien lo recibió gustosamente, sosteniendolo con fuerza, mientras el menor enrrolló sus piernitas al rededor del torso del más alto.
- mire, papi, encontré a michi - seungmin alzó al peluche frente al rostro de wong.
éste sonrió con cariño, había comprado el pequeño peluche en hong kong cuando viajó por razones de trabajo, y tuvo que dejar a seungmin sólo al cuidado de irene. aquél peluche le recordaba a su bebito, lo cual era extraño pues él era un conejito.
- que bién, amor, pero creo que michi necesita un baño - lo último que querría es ver a su noviecito enfermo por alguna suciedad que hubiese en el peluche. wong hundió su nariz en el cuellito del menor, quien soltó unas risitas por las cosquillas que le causaban - igual que tú - rió.
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