Una historia basada en la vida de dos hombres, con vidas un tanto diferentes.
Que al azar se conocerán.
Y podría existir una gran atracción, amor, al igual que sentimientos espontáneos y nuevos.
Vivir aventuras o momentos ciertamente extravagant...
Un día más, despierto en este departamento, en mi cuarto, que de cierto modo me genera calidez, y agradezco el color de pared que posee, también hay algunos cuadros y fotos recordándome mi hermosa familia, mi lugar de nacimiento y otros tan bonitos paisajes que pude tener la fortuna de conocer.
Aún falta aproximadamente una hora para ir hacia al trabajo, no quise tener problema desde el primer día, asique siempre he llegado al menos unos 10 minutos antes.
Me levanto, y lo que primero que encuentro entrando a mi cuarto es mi hermosa gatita Elizabeth... Sé que es un nombre un tanto diferente para un felino, pero me gusta mucho ese mismo.
La alzo en mis brazos y es la sensación más hermosa sentir su ronroneo. La sostengo en mis brazos, le doy su alimento favorito, y la admiro por un instante.
Luego desayuno unos huevos, con tostadas, mantequilla de maní, y un baso de leche.
Al terminar, lavo lo que utilicé y me dirijo a mi cuarto para ducharme.
Siento como el agua algo fría corre por mi cuerpo, me quita cualquier tipo de pereza, y me llena de satisfacción. Me quedo así por un rato, y luego al terminar de bañarme salgo.
Me visto, con unos pantalones formales, unos zapatos marrones, una camisa blanca y un suéter cómodo de color azul oscuro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al estar distraído en estos momentos por cómo me queda lo que visto, no me percaté de que ya era muy tarde, tomé los papeles necesarios y me fui rápidamente luego de despedirme de mi Elizabeth y cerrar la puerta.
En el camino iba acelerado y no tan conciente de quien se dirigía en contrario a mí.
En un momento siento que me golpeo con un cuerpo mucho más grande que el mío.
Quedé tirado algo sorprendido, y al levantar la mirada, estaba él, un hombre alto, con cuerpo muy bien tonificado ya que se le notaba por abajo de una camisa blanca y un traje negro, noté que llevaba una maleta... es atractivo.
Se inclinó un poco, me tomó por una de las mano y yo aún sorprendido la acepté para levantarme.
Una vez que me soltó hablé.
_Lo... lo siento mucho, venía dis... distraído- No podía hablar bien por la pena que sentía.
Me miró con cara seria, pero cambió su expresión por una mirada cálida ...
_Oye, oye, no pasó nada, estoy perfecto, pero tú te golpeaste fuerte... estás bien? - Dijo con algo de preocupación.
No evité sentir calor en todo mi rostro Y le contesté. _Ss... sí, estoy bien, lo siento - Real que me sentía muy apenado por haber sido tan distraído y torpe.
_Ya pasó, por cierto un gusto, soy Alex, y es un placer conocer a un chico tan guapo - Se expresó así, sin más y me sentí algo avergonzado.
_Eh.. gracias, - Le dije extendiendo mi mano hacia la suya. Y ese momento recordé que ya era tarde..._ Yo soy... Ay no, perdón voy tarde... Lo siento -. Me aparté un poco de él y me dirigí corriendo al trabajo, viendo su rostro algo extrañado por mi repentina despedida.
Al llegar, me fui a mi oficina, que allí se encontraba un tabajador más, hablé y me disculpé por la tardanza.
En el momento que quedé solo, pensé en ese hombre tan directo e intimidante con el cual choqué.
_Alex... - dije para mi mismo, pensando en que no le pude decir mi nombre.
_Pero, no creo que lo vuelva a ver- hablé en voz vaja, casi en un susurro tomando con una de mis manos un lápiz, para seguir con el trabajo rutinario que debía realizar y pasó la hora bastante rápido.