Capítulo 9

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Alex:

Una vez llegado al puente

Caminando sobre este, hasta encontrarnos en el límite.

Nos sentamos, apreciando la extraordinaria vista bajo la luz una luna radiante.

Manteniendo un diálogo, como si los recuerdos, los pensamientos y las palabras no tuviesen un fin.

  Luego de un rato largo, pensé que deberíamos volver, llevar a Ángel a su casa, y yo ir a la mía.

Porque en la mañana siguiente teníamos trabajo y yo quería que él descansara.

Le dije que volvamos, y aceptó claramente con su rostro que se notaba alegre, aunque aún seguía algo mareado por las copas que de vino que tomó.

Nos levantamos y caminamos hacia el carro para subir e irnos.

En el trayecto del camino nos la pasamos en conversación constante y divertida por una que otra anécdota que pasada.

Llegado el momento de bajarnos del auto, le dije que si podía acompañarlo hasta su puerta, para asegurarme de que suba seguro y no se maree en las escaleras. Él accedió.

Subimos juntos y por momentos debí sortener su cuerpo, por el motivo de que le llegaban fuertes mareos.

Al estar en frente de la puerta, él la abrió.

La despedida no quería darse, porque cualquier pequeño tema daba lugar a una mini conversación.

Pero debíamos despedirnos de cualquier modo.

_ Perdón, pero te agradezco otra vez que hayas aceptado salir conmigo a cenar -. Le dije entre risas

_ Okay, señor, tomo sus agradecimientos nuevamente -. Dijo en un tono chistoso.

_ Perfecto! -. Hablé con una sonrisa que no podía disimular, y luego le dije un poco más serio.  _... Que pases bonita noche Ángel, la pasé genial contigo.

_ Muchas gracias Alex, igual tú, que descanses y duermas bonito. Yo igual la pasé excelente, eres buena compañía je -. Habló con una sonrisa hermosa.

Hubo unos segundos de silencio,  y no pude evitar acercarme a él.

Tomar con mi mano izquierda su rostro, y con la otra agarrar su cintura suavemente y atraerlo para apagarlo a mí y besarlo.

Sentí sus labios, uno tibios, suaves y tiernos labios.

Aunque él no haya hecho ningún movimiento, solo se quedó inmóvil.

Aclaré mis pensamientos y lo solté despacio, viendo como su físico no reaccionaba.

Una vez que sus párpados tuvieron movimiento...

Solo le hablé:
_ ... Lo lamento mucho Ángel, perdón, sé que te dije que no volvería a pasar nada igual a esto, esque no pude contenerme...lo...lo siento... -.

Le dije eso, pero no pronunció nada y me dirigí a bajar las escaleras mientras escuché que cerró la puerta lentamente.

Bajando el último escalón de todos, me detuve y pensé:
Él no reaccionó a mi beso, pero tampoco intentó apartarme.

...Haré algo loco, pero que más da? - Hablé para mi mismo.

Y subí muy rápido por donde bajé.

Al llegar a la puerta una vez más, toqué el timbre y en unos dos segundos Ángel abrió, como si esperara a alguien con desesperación.

Y estar a solo un paso de mí.

_Perdón por lo que voy hacer -. Solo alcancé a decir antes de tomar su cuerpo otra vez.

Logré sujetar su cintura, y besarlo como si jamás lo volvería poder hacer...y puede que así sea, si él llega reacciona de mala manera.

Aún así no me arrepentiré de esto.

Y al sentir que correspondió mi beso con tanta pasión, supe que estaba sintiendo exactamente lo mismo que yo.

Después de un momento.

Separamos nuestras bocas para respirar agitados por la falta de aire.

Y lo miré con tanto deseo y excitación.

Que luego tomé sus piernas, mientras él tenía sus brazos sobre mi cuello, para entrelazar las mismas en mi cintura e ir de esa forma hacia la habitación.

Estando allí.

Fuimos directo a la cama e incliné suavemente nuestros cuerpos juntos, para quedar sobre ella.

Su cuerpo bajo el mío.

Con una respiración agitada por parte de ambos.

Nuestras miradas cruzadas mostrando una desesperación por entregar nuestro ser, mutuamente al placer que se comenzaba a sentir en ese cuarto, en esa cama...en esa noche admirable por su belleza tan única, siendo nuestra cómplice y testigo de completamente todo.

  Quitando su ropa.

Después proceder a quitar la mía.

Besando y lamiendo su cuello, solo escuchando los gemidos que salían de entre los labios,  de esos labios maravillosos y extraordinarios que poseía.

Voltee su cuerpo desnudo con suavidad, dejándolo con su rostro recostado sobre las sábanas.

Comencé a besar el lóbulo de su oreja, su mejilla izquierda y empezar a bajar por su espalda con lentitud.

Sintiendo que todo él se lograba estremecer con cada beso, y caricia que yo provocaba.

Estando en su cintura baja, bajé a sus encantadores y hermosos gruteos con rasgos de color rosado por la fricción anteriormente dada.

Los besé, y Ángel dándome acceso al abrir un poco sus piernas.

Inicié lamiendo desesperado pero con ternura  su cabidad anal.

Escuchando la respiración agitada y llena de un notable placer incontrolable, como el que yo sentía.

Pasado unos instantes en esa posición.

Empiezo a lubricar aún más mi miembro erecto, e introducir este mismo dentro de él con mucho cuidado hasta haber entrado por completo y afirmar su espalda a mi pecho...

Dando principalmente pequeñas embestidas, que aceleraban por momentos. 

Para que llegue a gemir aún con más fuerza, entre su respiración, y en un suspiro interminable o eterno, sólo lograra pronunciar levemente :

_... A...Aleexx...



Inesperadamente (Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora