Quince

2.6K 294 112
                                    

Me había sentado en una silla de la mesa para esperar por Alex, me entretuve leyendo algunos artículos de periódico que había por ahí pero de un momento a otro caí en un profundo sueño sin darme cuenta.

Desperté un poco exaltada,mi cuello punzaba por la posición en la que me quede dormida, básicamente mi cabeza había estado sobre la mesa todo ese tiempo. Mire a mi alrededor para ubicar donde estaba y segundos después mi mente reacciono, mire al sillón donde Alex aun parecía estar durmiendo aunque sabia que no era así, mire el reloj de la cocina y vi que faltaba menos de media hora para las seis de la mañana, eso me hizo poner nerviosa. Tenia que despertar en unos minutos y no sabia que haría si eso no pasaba. Me acerque a su cuerpo, su respiración es tranquila pero lo que me pareció extraño era que sus puños estaban apretados, volví a mirar su rostro pero ahora parecía que quería hablar ¿que pasaría si lo toco? No sabía si sería malo pero tenía que regresar ya.
Me acerqué a él, toque su hombro y lo moví un poco antes de comenzar a sentir el ardor en mi piel, quite mi mano  para dejar de sentir caliente y lo volví a mover un poco, el toque no pasaba de unos segundos pero el ardor era suficiente para quitar mi mano, pero esto no parecía funcionar para nada. Entonces Alex comenzó a moverse, como si estuviera teniendo una pesadilla pero era más como una pequeña convulsión, me asuste por un momento pero sus ojos se abrieron de golpe. Sentí que todo mi cuerpo se relajo y volví a acercarme un poco más, él parecía desubicado pero unos segundos después me miró. Yo estoy de pie así que levanto un poco la cabeza pero no dijo nada más.

-¿Estas bien? - Le pregunté, él asintió y volvió a cerrar los ojos un momento, debe estar demasiado cansado.

-Los vi. - dijo pero no sabía de quién hablaba. - El tiempo ahí pasa demasiado rápido, no tuve tiempo de ver muchas cosas.

- ¿A quien viste?

Abrió los ojos y me miró antes de sonreír un poco, se levantó lentamente del sillón y su sonrisa se hizo un poco más grande, no lo había visto sonreír así desde que llegué.

- A mis padres y sé que ellos también me vieron.

Su voz sonó tan esperanzada que me puso feliz también, no podría imaginar su felicidad después de intentar verlos por tanto tiempo.

- Por otra parte no pude encontrar a Morce. - Morce, ¿era un lugar o una persona? - Estaba tan cerca pero pude sentir tu toque y supe que tenía que regresar.

Tenía demasiadas dudas ahora pero preguntaría después, Alex tenía que descansar, aunque estaba de pie ahora mismo, parecía que caería en cualquier momento.

- Tienes que descansar.

- Quiero tomar una ducha, he pasado demasiados días aquí.

Ok, eso significa que no se ha bañado desde hace un par de días.

- ¿Y has comido? - Él no dice nada así que sé la respuesta. - Que te parece si duermes un rato, mientras yo haré un poco de comida.

Parece que va a negar pero en vez de hacerlo se levanta del sillón y camina hasta la puerta donde sé que está su habitación, debe de estar muy cansado para hacer lo que le digo, en otra situación estoy segura de que no lo haría y comenzaría a revisar nuevamente los papeles en la mesa.

- Jess... - dice desde la puerta. - Gracias.

Yo le sonrió un poco, entra en la habitación y cierra la puerta detrás de él.
El sol comienza a iluminar la casa, aun siento un poco de dolor en el cuello pero a mi mente llego limpiar este lugar, había papeles por todos lados y también polvo, pero antes de eso camino a la cocina para ver si hay comida, por suerte hay huevo en una canasta y un poco de verduras en latas, eso sería suficiente en lo que volvemos al pueblo.

Perdido (actualización lenta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora