Veintiuno

1.7K 212 69
                                    

Escuchaba ruido pero no lo suficiente para que molestaran mi sueño, me acomodo en la cama y por alguna razón busco los brazos de alguien pero no había nadie ahí. Abro los ojos y entonces lo recuerdo todo, estoy en una habitación desconocida para mi, y esta completamente oscuro a excepción de la luz de afuera. Mi cabeza esta punzando y siento que explotara, me levanto un poco y miro a mi alrededor, sabia que no estaba sola, veo únicamente su silueta en el sillón que esta a un lado de la cama pero puedo reconocerlo en seguida. 

- Hay un vaso con agua y una pastilla en la mesa de noche. - Lo escucho decir, parece que también acaba de despertar. 

- ¿No deberías estar en la fiesta?- Le pregunto antes de tomar la pastilla y el vaso con agua. 

- Supongo. - Se limita a decir. - Eva a venido algunas veces a revisar que estés bien. 

No conocía mucho a Eva pero me parecía buena persona, habíamos hablado solo un par de veces y se preocupaba por mi, o eso aparentaba, ahora sentía que no podía confiar en nadie de Perdido.

- ¿Me desmaye no?

- Creo que tu resistencia al alcohol es muy poca. - Dice bostezando.  

- Lo mejor será que me vaya. - Me levanto de la cama y él también lo hace. 

- Te llevare. - Lo miro y me doy cuenta que esta muy cerca de mi, trato de esquivarlo pero el espacio es algo pequeño y él no se mueve. 

- Alex, déjame pasar. - Le digo pero no se mueve. - Si crees que volveré a... 

Me interrumpe rodeándome con sus brazos, no esperaba eso para nada. 

- Lo siento. - Dice sin dejar de abrazarme. 

- No tienes que disculparte por nada, entiendo que ya tienes una vida y no espero que la cambies por mi. - Respondo pero no sabia si en verdad quería eso. - Sé que eres importante para Kendra y ella te necesita. - Se queda en silencios un momento. 

- Yo te necesito a ti. 

No digo nada, no quería volver a pensar que Alex tenia el mismo interés que yo tenia por él, quizá solo estaba confundido, además no nos conocíamos lo suficiente y quizá yo me iría de Perdido en unos días. 

- Alex, yo no puedo. - Digo. - Yo no pertenezco a este lugar y sé que tu lo tienes claro, tengo que regresar a la ciudad, a mi vida y a la escuela. 

- Lo sé. - Deja de abrazarme pero hace que lo mire tomándome del rostro. - Quizá no lo creas pero no he estado con Kendra, la vi solo unos minutos después de que pase por mi camioneta. 

- Entonces parece que tiene alucinaciones contigo. - Él sonríe un poco.

 - Creo que se embriaga tanto que no recuerda con quien estuvo y prefiero que crea que fue conmigo. 

- Entonces hubieras dejado que James me besara. - Quita sus manos de mi rostro. - Tal vez también pensaba que eras tu.

- No es lo mismo, estoy seguro de que no querías que lo hiciera. - Yo alzo una ceja. 

- No soy una chica fácil pero quizá lo quería. - Me atrevo a decir. - Parece que tiene interés por mi. 

- James tiene interés por todas las chicas.  

- No estas celoso ¿o si?

- Lo estoy. - Dice sin vacilar. - Sé que fui un idiota por dejarte ir de mi casa esa noche. 

- Lo fuiste. - Me atrevo a decir porque era lo que sentía, él cierra los ojos pero los abre en seguida. 

- Jess, ¿Dónde esta el collar? - Parece asustado pero yo busco en la bolsa de mi pantalón, lo había puesto ahí antes de venir. Cuando lo ve se relaja. 

Perdido (actualización lenta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora