Mi respiración está más agitada de lo normal, Alex sigue besándome sin parar y no me quejo, quiero esto igual que el parece quererlo, mis manos han recorrido su cuello hasta su abdomen y brazos y pienso un poco si sería prudente tocarlo debajo de la playera negra que lleva puesta.
- Dime si tengo que detenerme ahora. -Me dice entre besos.
- No se te ocurra hacerlo. - Le digo y muerdo uno de sus labios, él baja las manos desde mi cadera hasta llegar a mi trasero y me da un pequeño apretón, no creo que podamos detenernos y aunque no quiero que pare estoy algo nerviosa, nunca antes había sentido esto.
Siento que Alex me levanta un poco y siento un poco de vergüenza ya que nunca antes un hombre me había cargado antes y menos de esa forma pero él no deja de besarme mientras se mueve y siento que comienza a subir las escaleras lentamente con cuidado de no caerse junto conmigo, pienso en que iré por primera vez al piso de arriba y siento un poco de emoción pero ahora no puedo pensar mucho en eso, Alex deja de besarme para subir las escaleras sin caernos, abre una puerta y deja de cargarme. Miro alrededor, está parece una habitación de un chico de dieciséis años, hay fotos de jugadores de fútbol o eso creo yo, además de un mueble con un par de trofeos y medallas y en la siguiente pared hay fotos colgadas. Me acerco para poder mirarlas mejor, puedo reconocer a Alex en las fotos aunque se nota que tienen un par de años y esta rodeado de muchas personas, entre ellos puedo reconocer a sus padres.
Siento que Alex se acerca por detrás y recarga su barbilla en mi hombro.-Es vergonzoso que estés viendo estas fotos. - Me dice y en seguida besa mi mejilla.
- Te ves... muy feliz. - Logró decir ya que no quiero incomodarlo con mis palabras.
- Han pasado un par de años. - Se aleja y yo me giro para verlo. - Este cuarto es lo único que conservo y que me hace sentir que todo sigue igual, como en esas fotos.
El mira al suelo unos segundos pero después vuelve a mirarme y sonríe.
- Creo que no fue el lugar adecuado para.. ya sabes.
Sonreí un poco avergonzada, sentía que estaba con el Alex del pasado, un adolescente que amaba los deportes y a su familia y que ahora me traía a su cuarto a escondidas.
- Me gusta estar aquí. - Añado para romper el silencio. - Parece que hemos viajado en el tiempo y que ahora eres un deportista que ha traído a su próxima víctima.
- ¿Eso piensas de mi? - Me acerco un poco a él.
- Puedes decírmelo tu. - Ahora él da un paso hacia mi.
- Puedo mostrartelo, si quieres.
Vuelve a besarme pero está vez más lento, puedo disfrutar cada toque de su boca con la mía, subo mis manos y las pongo en su cuello.
- Ha pasado mucho desde que alguien más que no sea yo entra a este cuarto. - Dice entre besos.
- ¿Que hay de Kendra? - Él deja de besarme.
- No quiero pensar en ella por ahora. - Me alejo un poco de él para poder ver su cara.
- ¿Por ahora?
- Quiero decir, no es momento para hablar de eso.
Ahora ya no estoy segura de si quiero seguir con lo que estamos haciendo y al parecer él lo nota, se aleja un poco, me toma de la mano y me lleva con el hasta su cama, se acuesta es esta pero yo solo lo veo, hasta que da pequeños golpecitos indicando que me acueste a su lado. Y eso hago, me acuesto y los dos miramos el techo, ahora esto está raro.
- No quiero que tomes a mal mis palabras. - Habla un momento después.
- Si me explicas podré entender más.
ESTÁS LEYENDO
Perdido (actualización lenta)
Teen FictionJess es mandada por sus padres a pasar vacaciones de verano con sus tíos en "Perdido", un lugar en el que cualquier persona desearía descansar de la ruidosa ciudad pero para Jess, una adolescente, un pueblo lejos de todo no es la mejor opción para u...