NOTA: La melodía para la canción aquí utilizada es la de "HELADO CORAZÓN".
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El remolino de viento y hojas golpeó una de las ventanas del castillo y se deshizo por completo.
Para ese entonces, la noche comenzaba a terminarse.
Sin embargo, a través de la ventana azotada por el viento, se podía ver a alguien caminando por los corredores del castillo, a paso veloz.
Era un hombre de cabello y tez oscuros, vestido con un traje militar sencillo.
De súbito, se detuvo frente a una de las tantas puertas que habían.
Ya iba a tocar, cuando esta se abrió.
-Buenos días, teniente Mattias.
El hombre se quedó con el puño en el aire y bajó la mirada, sorprendido.
Ahí estaba un jovencito de 11 años. Tenía tez clara, una cara afilada, de inquisitivos ojos verdes y un lustroso cabello rubio.
Transmitía un aura jovial, aún infantil, pero disciplinada.Pero no era cualquier chico. Mattias sonrió y le hizo una reverencia.
-Hoy me ganó... PRÍNCIPE AGNARR.
El muchachito asintió, con satisfacción.
-Ahora, ¡vamos a ver si usted me gana a llegar!- dijo el chico, mientras corría hacia el otro lado del corredor!
-¡Príncipe, va a despertar a la reina!- gritó Mattias, para luego taparse la boca por haber gritado.
Pero Agnarr no se detuvo; bajo las escaleras lo más rápido que pudo y salió del palacio, perseguido por Mattias.
Cuando llegaron, saludaron a los demás soldados y comenzaron el calentamiento previo.
Después, comenzaron a trotar cantando al unisono...
Antes del amanecer,
ya estamos todos en guardia...Con esfuerzo y dedicación...
¡nuestro reino se levanta!Agnarr trotaban con los reclutas, que eran chicos de su edad.
Siempre juntos entrenar!
¡Y así, perfeccionar!Después, comenzaron a practicar sus técnicas de combate con espada, varios perdían el equilibrio, pero se levantaban y volvían a empezar.
¡invicta esta armada será!
Y ningún enemigo...
¡El poder nos quitará!Agnarr era bueno bloqueando, pero al ser tan delgado, muchas veces acababa en el suelo.
Sus contrincantes lo levantaban, preocupados. El sabía que temían lastimarlo, porque era el príncipe.
¡Sé parcial!
¡Sé marcial!Su padre, el rey Runeard, miraba las flaquezas de su hijo y cerraba los puños.
En un momento, el rey exigió que todos repitieran el cántico con más fuerza:
¡UNO, DOS!
¡ATENCIÓN!
¡YA, EN ACCIÓN!Después, seguía la carrera de obstáculos, en la cual Agnarr también destacaba, por ser delgado y ágil.
Como ahí sí le daba el tiempo, ayudó a algunos de los reclutas que se quedaban atrás.
¡Inteligentes!
¡Fuertes!
¡Y diligentes!
¡Los soldados de Arendelle debemos ser!Luego, era la hora de armar pistolas y ballestas, en eso también era bueno. Pero a la hora de disparar, no siempre daba en el blanco.
Nuestros preceptos obedecer...
¡Y el peligro reconocer!
¡HA!Al final, quedaba la lucha cuerpo a cuerpo. En esa, nadie quiso pelear contra él.
Antes del amanecer,
ya estamos todos en guardia...Finalmente, el rey Runeard jaló a uno de los reclutas y lo obligó a hacerlo.
Con esfuerzo y dedicación...
¡nuestro reino se levanta!El chico obligado aventó sus golpes con titubeo, entonces, el rey Runeard lo tomó del hombro con brusquedad.
Siempre juntos entrenar!
¡Y así, perfeccionar!-Si sigues haciéndole perder el tiempo, ¡despídete de tu oportunidad de ser cadete!
El chico aterrado, comenzó a pelear en serio, golpeando a Agnarr, el cual aceptó y devolvió los golpes con la poca dignidad que le quedaba... por culpa del comportamiento de su padre.
¡Invicta esta armada será!
Y ningún enemigo...
¡El poder nos quitará!(...)
El sol ya había salido a través de las montañas cuando el entrenamiento termino.
Varios soldados nuevos hiperventilaban. Los que ya tenían entrenamiento previo, lo demostraban con templanza.
El rey Runeard les ordenó formación. Eso significaba que tenía algo que decir.
-¡Presten mucha atención! Esto concierne a nuestro reino... y a Northuldra.
Todos los soldados que eran jóvenes adultos, se miraron entre ellos. Algunos se veían interesados, otros preocupados.
-Mattias...- murmuró él príncipe al soldado que se había formado a su derecha, -Qué es... NORTHULDRA?
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Mucho más allá de Frozen
FanficAntes de Frozen, hubo otra historia que también merece ser contada. La historia de Iduna y Agnarr. Nota de la autora: ¿Qué puedo decir? La película de Frozen 2 es buena... pero se siente incompleta, al menos, para alguien como yo. Pero, por razones...