NO PUEDES ESCONDER LA VERDAD

Capítulo 1

-Roossaaa!!!, -gritó hasta despertarse con su propia voz. Se dio la vuelta en la cama suspirando y escondió la cabeza debajo de la almohada.
Intentó volver a dormir pero tenia la garganta tan seca que casi le dolía. Se levantó sigiloso para no despertar a sus compañeros y palpó entre las sábanas buscando una sudadera, pero no aparecía. Bajó de la litera decidido a ir en boxer hasta la cocina. El suelo estaba frío y se notaba que la calefacción estaba apagada.
Encendió su micrófono al salir de la habitación según las normas del concurso y fue repasando todos los espejos del pasillo y del aseo buscando cámaras que le siguieran. Siempre había alguien de guardia en el equipo técnico del talent show musical en el que participaba y esa noche no iba a ser distinto.
Cuando llegó al fregadero bebió hasta saciarse mientras repasaba el sueño angustiado. Le daba miedo que Rosa, su novia, malinterpretara el acting que le habían impuesto en la gala 3 del concurso y que trabajaría durante toda la semana con su compañera Anaju. La canción "Señorita" de Camila Cabello y Shawn Mendes y la tórrida coreografía ideada por su profesora, Vicky, tenían la culpa de su desvelo.
Sobretodo, le daba miedo hacerle daño. Él no iba a poder explicarle la verdad en varias semanas, bien cuando le echaran del concurso, bien cuando terminara si resultaba finalista.

Pensó en las ediciones anteriores del mismo reality y en cómo habían reaccionado los fans del concurso ante cualquier atisbo de conexión entre participantes, acosando a la pareja del concursante de turno, enviándole capturas de videos o fotos a través de redes sociales... sin importar a quien se llevaban por delante.

- mi niña... lo siento. - pensó tocándose el pecho.

Volvió a la habitación unos 15 minutos más tarde y, al subir la escalerilla de la litera, Anaju le tocó la pierna para llamar su atención.
Bajó de nuevo la escalera y se asomó a su cama.

- Hugo, -susurró.
- Dime, - respondió en el mismo tono de voz.
- ¿Estás bien?
- Sí, solo he tenido una pesadilla.
- Lo sé, te he escuchado hablar en sueños.
- ah... sí? Y que decía??, -respondió avergonzado.
- No lo sé, no se entendía nada.
- ¿Pero mucho rato? - se sentó en el borde de su cama.
- ¿Te quieres tapar? Te vas a quedar frio...
- Vale, me estoy quedando helado..., -dijo mientras terminaba de acostarse a su lado y ella le tapaba. Le encantó el aroma de Anaju que desprendían las sábanas y el calor que irradiaba su cuerpo y se acurrucó para entrar en calor.

Anaju a su vez sitió un escalofrío y se retiró a la otra punta de la cama.

- ¡Estás helado!, ¡si lo sé te mando a tu cama!. -los dos sonrieron mientras se miraban a los ojos con la poca luz que había en la habitación. - ¡Eres un exhibicionista! ¿Has salido así fuera de la habitación?
- Sí.
- Osea que eres un chico malo, -preguntó traviesa.
- ¿Y ahora te enteras?, -respondió haciéndose el chulito para hacer reír a Anaju.- Ella sonrió.

- ¿Qué estabas soñando?

Hugo escondió su cabeza en el hueco de su codo y suspiró agobiado.

- Ey... qué ocurre? -preguntó incorporándose para acercarse a Hugo. Apoyó su cabeza en su codo y le acarició la cara. - Puedes confiar en mí, ya lo sabes.

Se le notaba nervioso, continuó acariciándole el pelo para tratar de relajarle.

- ¿Has visto que están Samantha y Flavio otra vez durmiendo juntos? Parece que se han reconciliado, -comentó.
- Si estás tratando de cambiar de tema para no contarme el sueño no hace falta que lo hagas, - susurró Anaju mientras volvía a apoyar la cabeza en la almohada.
- No te enfades anda...., - ahora era Hugo quien se acercaba a ella imitando su postura. - No ha sido agradable y me da un poco de vergüenza.
- ¿Vergüenza tu, chulito? Si no quieres contármelo no pasa nada.
- Estábamos ensayando y nos besamos, -dijo de carrerilla.
- Bueno... entiendo que te de vergüenza decirme que no fué agradable besarme, -dijo algo molesta.
- No , no, espera. ¡No fue desagradable besarte!, -contestó rozando su cara con el dorso de su mano-. Pero no estábamos solos mientras ocurría.... Rosa nos pilló con las manos en la masa... Estábamos en el box y ella nos estaba mirando desde la puerta acristalada. Estaba dentro de la academia. ¡qué surrealista!, ¡no podemos tener contacto con el exterior en tres meses y voy yo y me imagino a mi novia dentro!.
- Los sueños son así, -dijo retomando su actitud comprensiva-. Te atormenta que ella lo pase mal pero, puedes estar muy tranquilo, entre nosotros dos no hay nada y nunca pasará nada. Interpretamos un papel y unos personajes.
- Ya lo sé.
- Ea, ¡a dormir! Mañana tenemos clase de fitness a las 9.00 de la mañana y son las 4....
- ¿Me puedo quedar a dormir contigo?. Me da pereza volver a la litera de arriba.
- Sí, claro! Pero lo mismo se te presenta aquí Rosa de nuevo, - le vaciló.
- ¡Graciosa!.¡Descansa Señorita! - Aún seguía acariciándole el rostro, le dio un beso en la frente y se acomodó en la almohada.
- Descansa chulito. - Ella se puso de lado dándole la espalda y Hugo se movió de nuevo para acomodarse a su cuerpo, abrazándola desde atrás. Le dio un beso en la espalda y cerró los ojos dispuesto a dormirse.