Capítulo 13

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- ¡Ya estoy aquí!. ¡Dame un beso gordo!. - Sam dio un reconfortante beso en la mejilla a Anaju cuando llegó a la peluquería.

- ¡Hola guapa!, dijo Anaju contenta por ver a su amiga, pero con la mitad de entusiasmo-. Me gusta cómo te han maquillado hoy...Estas muy guapa...

- Gracias, a mi también me ha gustado, la verdad, -dijo revisando su aspecto en el espejo-. Me queda vestirme y ya estoy lista. ¿Qué tal estás?, -preguntó cuando se quedaron a solas.

Anaju la miró a través del espejo y se encogió de hombros sin responder.

- ¿Habéis vuelto a hablar?, buscaba información en su mirada más allá de lo que contarán sus palabras, necesitaba saber realmente cómo estaba para poder ayudarla.

- ¿Desde el sábado por la mañana?

Sam asintió.

- No, -negó con la cabeza y apretó los labios.

El viernes ella se había entretenido tomando una infusión relajante con las chicas tras la fiesta. Cuando llegó a la habitación, vio a Hugo con Rafa en la litera y estuvo tentada a sentarse con ellos, pero decidió esperarlo en la cama para no interrumpir la conversación que tenían. Estuvo haciendo tiempo mientras revisaba las fotos que había hecho con el movil en la academia. Al despertar, se llevó una desilusión cuando estiró el brazo y encontró las sábanas frías. Pensó que Hugo no había querido despertarla y por eso, no había dormido con ella. Estaba a punto de levantarse para ir en su búsqueda cuando Hugo se asomó desde su litera a la suya y dijo, ¿podemos hablar?.

- ¿en serio?, -pensó. Repasó rápidamente las imágenes de Hugo y Rafa la noche anterior y se temió lo peor. Las piezas de un puzle encajaron de pronto en su cabeza.
Se preparó para no mostrar cuánto le importaba antes de continuar-. Claro...., ¿bajas tú?, -dijo despreocupada mientras se incorporaba y se sentaba en la cama.

Estaba cabizbajo y nervioso y mantuvo las distancias al sentarse. Tampoco la besó.

- Yo... no sé cómo empezar a... a decir que... bueno que..., - había olvidado el discurso que se había preparado durante la media hora anterior y ni siquiera podía mirarla a los ojos.

- Hugo, - tocó su brazo para llamar su atención y que la mirara a los ojos. Su voz estaba sosegada-. No hace falta ser muy lista para intuir lo que vas a decirme, - dijo con media sonrisa.

- Lo siento. No me he dado cuenta de lo que hacía y... sabes que para mí ella es muy importante... y bueno... pues..., -tragó saliva.

- Ok. Ya está, - trató de zanjar la conversación.

- No quiero que dejemos de ser amigos..., -respondió preocupado.

- ¿Somos adultos no?. Solo nos hemos dado unos cuantos besos, no ha pasado nada Hugo, - concluyó restando importancia al asunto.

- Gracias..., -dijo en un susurro-. Lo siento mucho... de verdad.

- Anda dame un abrazo, - Sonrió y trató de animarle-. No te preocupes por mi. Esto quedará entre tu y yo. - Se dieron un abrazo largo, sentido, de despedida, ambos con una mano en el cuello y otra en la espalda. Antes de separarse, Hugo le dio un beso fuerte en la mejilla y sin pronunciar palabra se fue.

- Anaju, ¿me estás escuchando?, dijo Sam desesperada.

- Perdona, estaba pensando en otra cosa. ¿Qué me decías?

- Nada que cómo estabais, que supongo que habrá sido difícil ensayar estos días... Como no hemos coincidido a solas... pues estoy preocupada por ti...

- Tranquila, estoy bien. Ya te dije que... bueno... que lo superaré. Aquí dentro se magnifica todo y me había parecido maravilloso estar con él, pero podré sobrevivir... Tengo mala suerte, para una vez que me gusta alguien pasa de mí... ¡qué le vamos a hacer!

- Yo creo que no pasa de ti. No sabe ni lo que quiere....

- Mira, prefiero no pensarlo. Esta noche es la gala, espero que nos salga bien, los ensayos han salido. No también como en el pase de micros porque los dos estábamos muy enchufados, pero han salido. Y la semana que viene, pues canción nueva y pareja nueva. No me voy a complicar mas.

- Pues haces bien...

- Anaju, puedes pasar al lavabo, -dijo una de las peluqueras.

- Te veo luego guapa, -dijo despidiéndose de Sam.

- Chao preciosa, -se despidió tirándole un beso y se fue a vestuario.

NO PUEDES ESCONDER LA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora