Harry Potter Y Aledis Bythesea En La Piedra Filosofal

Capitulo 3

Harry se despertó temprano aquella mañana. Aunque sabía que ya era de día, manteníalos ojos muy cerrados. 

(Ha sido un sueño —se dijo con firmeza—. Soñé que un gigante llamado Hagridvino a decirnos que vamos a ir a un colegio de magos. Cuando abra los ojos estaré en casa,en mi alacena.)

Se produjo un súbito golpeteo. 

(Y ésa es tía Petunia llamando a la puerta), pensó Harry con el corazón abrumado.Pero todavía no abrió los ojos. Había sido un sueño tan bonito...Toc. Toc. Toc. 

—Está bien —rezongó Harry—. Ya me levanto. 

Se incorporó y se le cayó el pesado abrigo negro de Hagrid provocando que una pequeña a su lado temblara de frio. 

La cabaña estabailuminada por el sol, la tormenta había pasado, Hagrid estaba dormido en el sofá y habíauna lechuza golpeando con su pata en la ventana, con un periódico en el pico.Harry se puso de pie, tan feliz como si un gran globo se expandiera en su interior. 

—No fue un sueño— dijo alegre — Al tienes que...

Se detuvo inmediatamente, ella estaba dormida. No solo eso, estaba durmiendo muy cómodamente, ella siempre era la primera en levantarse y incluso había veces que no dormía por lo cual era un alivio que ella estuviera tan relajada, tomo el enorme abrigo del suelo y la cubrió con el, miro de nuevo al ave esperando que ya no hiciera mas ruido.

Fue directamente a la ventana y la abrió. La lechuza bajó en picado y dejó el periódicosobre Hagrid, que no se despertó. Entonces la lechuza se posó en donde estaba la pequeña y comenzó aatacar el abrigo que la cubría. 

—No hagas eso. 

Harry trató de apartar a la lechuza, pero ésta cerró el pico amenazadoramente ycontinuó atacando el abrigo, a este ritmo despertaría a la menor. 

Lo que mas temía sucedió después de unos picotazos después  logro despertarla y a su parecer de mal humor.

— TUU!!— grito enojada la pequeña, su sueño era tan lindo que no quería levantarse pero esa estúpida le hizo perder la paciencia

De un salto se levanto asustando a la pobre lechuza

—oh no, no escaparas— comenzó a perseguir a la ave por todo el cuarto tratando de devolverle un poco de su dolor 

 —¡Hagrid! —dijo Harry en voz alta un poco asustado por lo que pasaba, nunca había visto a aledis tan enojada, casi siempre ella era alguien muy calmada, pero la entendía un poco al fin ella había logrado dormir cómodamente  —. Aquí hay una lechuza... 

—Págala —gruñó Hagrid desde el sofá. 

—¿Qué?

—Quiere que le pagues por traer el periódico. Busca en los bolsillos. 

El abrigo de Hagrid parecía hecho de bolsillos, con contenidos de todo tipo:manojos de llaves, proyectiles de metal, bombones de menta, saquitos de té...Finalmente Harry sacó un puñado de monedas de aspecto extraño. 

—Dale cinco knuts —dijo soñoliento Hagrid. 

—¿Knuts?—Esas pequeñas de bronce.Harry contó las cinco monedas y la lechuza que huía de la menor se poso rápidamente para extender la pata, para que Harrypudiera meter las monedas en una bolsita de cuero que llevaba atada. Y salió volando lo mas rápido posible por la ventana abierta. 

—Tsk me vengare la próxima vez— Le grito la peliblanca desde la ventana

Hagrid bostezó con fuerza, se sentó y se desperezó.