Elige A Quién Odias

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PUNTO DE VISTA DE SEVEN:

Resplandor.

Algo que no se puede alcanzar...

O que, al menos, los... feos no pueden.

-Buenos Días, hoy les voy a hablar sobre lo que es ser una mujer.

Empecé mi presentación, nervioso, como siempre. En mi mente, el ligamento del nervio óptico de sus ojos salía fuera de los huecos de sus ojos llevando el cuerpo ciliar frente a mí, flotando en el aire como un tipo de tentáculo sangriento de un pulpo. Para el colmo, llevaba dos globos dentro de mi camisa para simular pechos. Mi baja autoestima se debe a mi gordura y mi largo cabello. La verdad es que los estudiantes en esta escuela están divididos.

Los hermosos se pasan juntos y los feos, pues, también. La verdad es que este tipo de cosas da mucho asco. Pero nada se puede hacer, ¿O sí?

-S-Ser una mujer es algo grato pero tiene sus bajas. Las mujeres desde siglos han sido subestimadas o tratadas como una especie débil. Las mujeres son una especie inteligente y, científicamente más madura que el hombre. Ser una mujer es difícil pues la sociedad las hace muy inseguras y—

Un papel de avión con punta afilada vuela en dirección a uno de mis globos y este explota. Se siente como una bomba lentamente expandiendo un calor infernal en mi pecho derecho. Grité para agacharme cubriendo uno de mis pechos con dolor como si fuera a sanar el repentino ardor en mi pezón. La camisa se ha roto en esa área, mostrando lo rojo que está mi pezón y aréola.

-Lo siento, - habló uno de los Niños Bonitos de la clase, Anthony Forester. -es que tus "pechos" me molestaban. Aunque te veías lindo para ser un chico. Ah, verdad. Había olvidado que eres chico, slash, chica.

Todos los bonitos carcajean con el pelinegro del pelo con rodete en el tope. Ambas sienes están afeitadas por lo que el único cabello que tiene es de la frente para la nuca.

- ¡Alumnos! Esa es una falta de respeto. ¿Les enseñaron a comportarse así? Deben respetar a sus compañeros de clase.

Mientras el maestro inútilmente les daba su sermón yo me fui a mi silla cabizbajo. Todos los días es así en esta escuela. No es que todos los días te golpeen o te molesten, así como me acaban de hacer pero sin lugar a dudas, esta es la peor escuela que puede existir.

Sólo vine aquí porque el folleto representaba una linda imagen de bienvenida con un arcoíris en el cielo más una bonita chica con su uniforme colegial. 

Si los viejos dicen "disfruta tu juventud", realmente no saben de la nueva generación.

-Oye, sé que no terminaste, pero pienso que lo hiciste bien, Seven.

Comenta la chica que se sienta tras de mí. Honestamente, está en la clasificación de feas sólo porque usa lentes. Ella es pequeña de estatura, con curvas, ojos verdes, labios finos con un poco de relleno en ellos haciéndolos rosadamente suaves. Su nariz es gordita más su cabello era un liso castaño. Me di la vuelta para sonreírle a medias.

-Te quedó creativo lo de los pechos.

Ella señala el globo que aún tengo bajo mi camisa.

- ¡Ah! Cierto.

Nerviosamente me lo saco de la camisa. Este sopla todo el aire sobre su rostro, revoloteando su cabello al igual sus lentes, pero ella se ríe como si nada.

-Lo siento por ello.

-No. Tranquilo. No fue nada. Jiji.

Ella se coloca los lentes con timidez.

Elige

A

Quién

Odias

Escritas con tiza como si mágicamente se hubiera borrado la palabra PRESENTACIÓN de la pizarra en menos de un segundo. Los estudiantes preguntan al maestro si él lo hizo ya que estaba parado frente a la pizarra dando su espalda a sus alumnos. El maestro voltea sin mover su pie izquierdo. Sus ojos están en blanco. Saliva va cayendo del rabillo de su boca. Parecía poseído.

-Escoger como, ¿así? - Una de las bonitas se levanta de su asiento con su teléfono en una de sus manos y señala a un chico "feo" sentado frente a ella con su dedo acusador y el pulgar fuera.

No pasa menos de un segundo cuando el chico mira sobre su hombro y su cuerpo se divide en dos. Las dos partes de carne caen, dejando su espina dorsal ser revelada. La sangre vuela al cuerpo de la chica, que permanece en estado de shock sin dejar de mirar la espina dorsal del chico muerto. La cabeza en esqueleto del chico rueda por todo el suelo hasta quedar en su mentón.

-No puede ser.

-Debe ser una broma retorcida. ¿Qué demonios...?

Los estudiantes dicen mientras que yo estoy abrazando a mi compañera de clases para protegerla de la perturbadora vista que hay frente a nosotros.

Mi mejor amigo... Acabo de morir.

—¡VAMOS A VENGARNOS!— La chica en el pupitre detrás de la que estoy abrazando, se trepa en su pupitre para gritar pero de repente explota por uno de los bonitos al otro lado del aula.

—¡Encerio, funciona...!

Él no logra completar ya que también explota por uno de los feos a mi lado. Una chica (probablemente la novia del recién muerto bonito) le maldice para apuntarle, haciéndolo explotar.

La mitad del aula ya tiene una nueva renovación de color a sus paredes azules: rojo oscuro muy... Muy... Vizcoso.

—Shal, ven por aquí.

La tomo de la mano para escabullirme con ella y poder salir del aula. Cerramos la puerta del aula con mucho sigilo a que no noten nuestra presencia. Al cerrarla, otra ola de sangre azota la ventanilla de la puerta.

Ambos retrocedemos con mucho miedo. Nuestras espaldas chocan con la pared pero se siente... ¿Demasiado húmeda?

Nos movemos en ella un poco.

—¿No se siente algo pegajosa?— Shal pregunta.

—Me preguntaba lo mismo.

Ambos volteamos, viendo cómo la pared tenía sangre. Miramos a nuestra izquierda y ya habían tres cuerpos explotados en el pasillo.

Shal trato de no gritar como loca. Las bocinas de toda la escuela emitieron un estruendoso sonido antes de que la voz de una chica apareciese.