Seven se abalanza hacia el chico tumbándolo al suelo con mucha brusquedad. No es que tuviera otra opción después de todo.
—DIME DESDE AHORA.— Seven grito, sosteniendo las muñecas del chico contra el suelo. —SI TE SUELTO, ¡¿MATARÁS A BRITTANY O LA DEJARÁS?!
El chico dejo de revolcarse para desmayarse. Seven lo tocó en la frente.
—Tiene fiebre. Por favor, alguien que lo mantenga cómodo y le sostenga un paño húmedo sobre la frente.
Muchos chicos alzaron la mano. Dispuestos a ayudar. Seven se alzó del chico tumbado para que se lo llevaran a otra parte.
Seven volteo hacia atrás. Brittany lo estaba mirando pero al ver que él la miro, ella básicamente desvío la mirada con nerviosismo yéndose a las duchas de la chica de nuevo. Parecía como si estuviese huyendo.
—Qué rara reacción...— Seven murmura. —¿Hice algo malo?
Él se pregunta en voz baja mirando apenado al suelo o a los lados.
⛓
Shal estaba inquieta. Ella no podía dejar de pensar. Tantas imágenes sangrientas iban a su cabeza. Necesitaba distraerse. No viendo videos de gatos ni escuchando música sino distraerse buscando respuestas aunque estas pudieran cavar una tumba para ella.
—Mimi,— Shal habló desde la esquina del cuarto. Mimi se quitó sus audífonos para mirarla. —voy a ir a la oficina del director. ¿Vienes conmigo?
Mimi mira todo con un poco de inseguridad. ¿Quién no la tendría?
—Puedes quedarte. Yo prometo volver.
—¡Espera! Iré contigo.
Mimi asegura.
Ambas salen del cuarto sigilosamente. Se ha hecho de tarde, la oscuridad esta cayendo. Todo está tan silencioso que se pueden escuchar los pasos de ambas aventuradas pisando los charcos de sangre de las personas que Shal mató anteriormente.
Mimi gruñe por lo que Shal se detiene.
—¿Qué paso?
—Si yo señalo un cartel ¿No se rompe?
Mimi pregunto, señalando con su dedo índice el cartel en la pared de una chica televisiva muy guapa. Hizo un puchero al ver que el cartel no explotaba.
—Al parecer no. ¿Odias a la actriz?
—La compañía de maquillaje. La crema me causa alergias pero ni se molestaron en decir que no era para todo tipo.
Shal ríe con los comentarios ridículos de Mimi mientras que la mencionada rodea el cuello de Shal por detrás, reposando su cabeza en la espalda de Shal.
—Le tengo miedo a la oscuridad.— Mimi confiesa.
FLASHBACK DE MIMI:
Mimi terminaba de limpiar el restaurante en dónde hacía de mesera. A ella no le gustaba que siendo menor tuviese que usar un vestido con su color menos preferido: mostaza. Pero no se quejaba. Ella barría toda la suciedad no sólo por obligación sino que sentía que si hacía todo bien, se sentiría bien consigo misma.
Apagó todas las luces del lugar una vez terminó de limpiar y cogió las llaves para cerrar el restaurante.
Al ir a las puertas, se encontró con un hombre encapuchado.
Ella se detuvo al lado del escritorio con la caja de dinero.
Él hombre enseñó un cuchillo.
—Por favor...— Ella balbuceó inconscientemente. —E--Estamos cerrados.
Obviamente eso no detendría al hombre.
—Por favor, recién estoy empezando. No quiero morir. ¡NO!
Ella gritó cuando vio cómo él corría hacia ella.
—¡NO! ¡DEJEME IR!
Ella forcejeó cuando el hombre la tomó de las muñecas. Mimi agarro bien esas llaves para rasgarlo en la mejilla con una de las llaves.
El hombre gruño por eso. Ella mordió la muñeca del hombre.
—¡MALDITA PERRA!
Él la tiró hacia una de las mesas para agarrarla del cabello y golpear su cabeza contra la mesa consecutivamente. Después de tres golpes, el hombre la tiró al suelo para seguirle dando aunque ella tratase de rasgar sus brazos o tirar patadas.
—Sé que por lo que pasaste fue injusto, Mimi.
La supervisora le dijo en el hospital a Mimi al otro día. Mimi tenía una venda alrededor de su cabeza. Su labio superior estaba roto, uno de sus ojos estaba entrecerrado por la hinchazón.
—Pero debo despedirte, Mimi.
—Peleé. Yo peleé. Lo juro. Supervisora, lo juro. ¿Por qué me despide si hice todo para que no se llevará el dinero?
—Lo siento, Mimi.
—No. No se vaya. Supervisora. ¡Supervisora!
La voz de Mimi sonaba tan gruesa que ni parecía de ella. Mimi lloró incontrolablemente. Sus padres entraron a la habitación para abrazarla.
—¡Yo luché!— Ella siguió repitiendo. —¡Yo luché!
FIN DEL FLASHBACK.
Mimi miró al suelo con un puchero.
—Yo le tengo miedo a los lagartijos.
—¡No!— Mimi responde con una sonrisa. —¡Debes estar bromeando!
—¡No lo estoy! ¿Sabes lo que es mirar a tu hombro y tener esa cosa a tu lado y que te miré también? ¡Me dan escalofríos de tan sólo recordarlo!
Shal se menea. Mimi ríe, creando unas orejitas sobre su cabeza con sus manos. Shal mira arriba.
—¿Cuernitos?
—¡No! ¡Orejitas!
—Tienes 13 años ¿O qué? ¿Por qué te asusta la oscuridad?
Mimi se muerde el labio inferior.
Shal se percata del repentino silencio.
—¡OH! No me tienes que decir si no quieres. Lo siento. Estuvo mal de mi parte preguntar. Realmente lo siento.
—Tranquila. Te lo diré.
Mimi dice con una sonrisa aunque su voz suena triste.
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Elige A Quién Odias
HorrorEn la escuela llamada "Dreams Come True" los estudiantes están divididos en dos clasificaciones absurdas: Los feos y los bellos. Hasta que un día mágicamente aparecen unas letras en la pizzara: "Elige A Quién Odias" y uno de los bellos señala a alg...