La historia de Scarlett Potter || Fem Harry

•2. El vidrio que se desvaneció•

ADVERTENCIA: Contenido violento, maltrato infantil, lenguaje vulgar. Leer bajo responsabilidad

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Durante el descanso que les dio Dumbledore pudieron almorzar y relajarse un poco.

Todos los del futuro estaban con sus padres. James, Lily, las amigas de esta y los merodeadores estuvieron muy pendientes en todo momento de Scarlett. Sus abuelos tampoco se quedaban atrás, estaban muy preocupados por su preciosa nieta. La señora Evans sentía mucho miedo. Temía que Petunia haya maltratado a la pelirroja. Solo esperaba que estuviera equivocada y que, tras saber de la muerte de su hermana, la rubia recapacitara.

Los alumnos del pasado no podían evitar hablar sobre lo que se vio. No podían creer que Voldemort se iría, aquello les llenaba de felicidad. No obstante, las personas que conocían a los Potter tenían un sentimiento agridulce.

Tras un largo rato, el director se levantó de su silla y llamó la atención de todos.

- Señores, es hora de retomar la película – Anunció Albus.

No pasó mucho tiempo antes de que vuelvan a atenuarse la luces y la voz en off comenzara a sonar.

Han pasado diez años desde que Petunia había encontrado a su sobrina en la puerta de su casa. Sin embargo, en el hogar de los Dursley no había ningún indicio que indicara que la niña estuviera viviendo en Privet Drive.

- ¿Cómo? ¿Dónde habrás dejado a mi hija? – Preguntó Lily preocupada.

- En la calle donde pertenecen las putas como tú y ella – Le respondió Petunia con una sonrisa malvada.

James tuvo que sacar todo su autocontrol para sujetar a su novia y no dejar que se eche encima de su hermana.

(El salón estaba lleno de fotos de un niño gordo y desagradable, ninguna de la chica).

Muchos pusieron cara de desagrado al verlo. No porque fuera gordo sino porque se notaba que era una persona desagradable.

- ¿En serio? ¿Ni una foto de tu sobrina? O sea, yo soy solo la mejor amiga de Lily y ya considero a Scarlett mi sobrina y ya quiero tener una foto de ella. ¿En serio, no sientes nada? – Preguntó Marlene confundida sin entender cómo podía haber alguien así. Petunia se limitó a mirarla mal.

No obstante, Scarlett seguía viviendo en casa de sus tíos. Estaba dormida plácidamente, cosa que no iba a durar mucho. (Se veía a Scarlett dormida).

- Es tan parecida a ti, mi amor – Le susurró James a Lily antes de besarla en los labios.

James miraba a su novia e hija embobado. No podía creer su maldita suerte. Aquellas iban a ser sus chicas. Se prometió hacer lo que sea por protegerlas y si tenía que entregar su vida para ello, lo haría sin pensarlo dos veces.

Los Potter miraban a su hijo con ternura. Se le veía muy orgulloso de su futura familia.

(Petunia bajó las escaleras y empezó a aporrear la puerta de la alacena).

- Además, ¿por aporrearías la puerta de una alacena? – Preguntó Sirius.

- Estoy muy preocupado, Sirius, esto no pinta nada bien – Susurró Remus a Sirius quien tenía una mirada asesina dirigida a los Dursley. Marlene apoyaba su cabeza en su hombro.

Petunia (gritando): ¡Arriba! ¡Levántate ya! ¡Vamos!

- ¿Cómo puedes despertar a una niña así? – Le gritaron las madres presentes.