༄ℂ𝕒𝕟𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕣𝕠⁰²๛

𝕄𝕒ñ𝕒𝕟𝕒 𝕖𝕤 ℙ𝕒𝕣𝕒 𝕊𝕚𝕖𝕞𝕡𝕣𝕖.

"El alma nos juntó

con sólo un beso de testigo.

Cada latido prometió

que ibas a estar siempre conmigo."

Un beso que fue capaz de recordarnos lo que sentimos el uno por el otro, no puede acabar así. Sé que me había prometido solo hablar pero una vez que cedí a la tentación de tus labios y me embriagué con tu aliento y el perfume nacarado de tu piel, dar un paso atrás era sencillamente imposible.

Lo sé. Retrocedí, quizás presa del pánico y la verguenza pero bastaron pocos segundos para comprender que había sido correspondido. Y no solo eso, mirarte a los ojos desde esa distancia fue toda una revelación. Entendí que habían adquirido un brillo especial y que el poder reflejarme en tus pupilas, de pronto adquirió un significado distinto.

Yo marco mi silueta en tus ojos y con el reflejo que aparece en el centro negro con aura color azul, te prometo estar siempre allí para tí y contigo, sin importar cuántas veces deba luchar con mis propios demonios, acallar mis pesadillas y silenciar esa voz que me declara culpable e inmerecedor de cualquier atisbo de felicidad. Mientras que en el lado contrario, tu marcas tu silueta en mis ojos y en ese reflejo en el centro negro con el aura viridian, tu prometes estar allí para mi alentandome a vencer en cada una de mis batallas, siendo simplemente tú.

"Hoy todo cambió

y es que has seguido otro camino

pero mi vida se quedó toda en tus labios

toda contigo."

La atmosfera entre nosotros tomó un giro rotundo e inesperado. De repente, tu corazón latía al compás del mio, o quizás era al revés pero eso ya no importaba. Tus labios dibujaron una sonrisa timida que infundió valor en cada celula de mi cuerpo. Devolví el gesto acompañado con una mirada que detonaba ternura, amor y devoción. Avancé nuevamente hipnotizado por el calor de tu piel y apoyé mi frente sobre la tuya, aún enmarcada con ese retazo de tela roja que siempre usas. Nuestras narices se rozaron entre sí y nuestros alientos se fundieron a medio camino entre tu boca la mia.

Busqué tus manos y entrelacé nuestros dedos, al mismo tiempo que bajaba mis parpados y aspiraba profundo para luego soltar en un suave suspiro mi vida pasada. Sí, eso fue lo que hice. En ese suspiro se fue el dolor, la agonía, la tristeza, la rabia, la culpa, la verguenza. Se fue todo lo que alguna vez quise ser e incluso lo que llegué a ser para darle lugar a quien soy ahora. No sé si eso es bueno o malo, ni cuento vaya a durar. Solo sé que quiero ser como esa figura que apareció en tus ojos y especialmente, la compañia que te mereces.

"Te dice un corazón desesperado, que regreses a mi lado

que la vida sin tu amor no ha sido igual.

Te pido con el alma que recuerdes,

que juraste no perderme

prometimos que no acabaría jamás,

que mañana es para siempre."

Mi corazón se detuvo cuando afirmaste el agarre de mi mano izquierda, soltando mi diestra y te apartaste solo para girar noventa grados y comenzar a caminar hacia la habitación ensanchando tu sonrisa y regalandome una mirada que me prometía las estrellas en cuestión de segundos. Titubié por un momento pero jalaste de mi incitandome a seguirte, por lo que reaccioné y caminé detrás de ti.

Luego de unos cuantos pasos en silencio, cruzamos el umbral y soltaste mi mano para ir desprendiendote de tus ropas camino hacia la cama situada en el centro del cuarto. Dejaste tu sudadera en el suelo y desabrochaste tu cinturon al tiempo que salias de tus zapatos y los pateabas a un costado. Sé que debia seguirte y hacer lo mismo que tu, ya que no me perderia esa oportunidad de tenerte nuevamente entre mis brazos pero no pude evitar congelarme en el espacio y recorrer con la mirada tu piel expuesta.