Capítulo 104: Reencuentro con Josh.

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Kat.

Y aquí estaba, de nuevo en el aeropuerto, esperando a que llegara Drake. Cómo era de esperarse, había muchos de sus fans, así que solo pensé que tardaríamos más en salir... pero por más que él llegara muy cansado, siempre estaba para ellos, decía que se los debía.

Después de varias fotos, autógrafos, cariños de sus fans, por fin logramos subir a la camioneta.

–¿Qué tal estuvo el vuelo? –inquirí.

–Bien, creo que me cansé más con las fans, son increíbles –yo sonreí.

–Lo sé –y tomé su mano.

Continuamos el camino, papá se ofreció a acompañarme para esperarlo y era quién estaba manejando, de camino sonó su teléfono y contesto, la verdad no le preste mucha atención hasta que colgó.

–¡No vas a creer quién era! –mencionó.

–¿Tu mánager?

–No, era Josh.

–¿Josh Peck? ¿El de Drake y Josh? –dije sorprendida.

–Ajá.

–¡Por Dios! ¿Qué te dijo? ¿Habrá reencuentro? –me emocioné, uno de mis sueños era conocerlo.

–Algo así... quiere que nos veamos.

–¿Puedo ir? –suplique como si tuviera 5 años, mi papá solo me veía nuestros espectáculo por el espejo retrovisor.

–Por supuesto, tienes que conocerlo.

Sonreí y lo abracé, no podía ocultar mi felicidad, era una de las mejores noticias que había tenido.

•••

Llegamos a casa y de inmediato nos metimos a la habitación, Drake se dio un baño mientras yo le ayudaba a desempacar.

Después salió y yo me dispuse a bañar. Nos cambiamos, comimos algo ligero y salimos de nuevo rumbo a casa de Josh. Pasamos antes a una tienda y compramos un pastel y algo de vino para no llegar sin nada, según Drake era una cena muy formal.

Drake.

Llegamos a la dirección que Josh me había enviado antes, estacione el auto y baje para después ayudar a Kat a bajar. Me pidió "tiempo", al parecer el embarazo hacia que se agotara más.

Caminamos hasta el portón y toque el timbre, minutos después abrió mi amigo.

–¡Drake, llegaste! –dijo con una sonrisa.

–Así es, llegamos. Te presento a mi novia y futura madre de mi hijo, Kat.

Kat estaba perpleja, creí que iba desmayarse, no lograba articular palabra. Hasta que le di una pequeña palmada en la espalda, tenía que volver a la realidad.

–Hola, mucho gusto... soy Kat –mencionó.

–El gusto es mío. Pero pasen.

Entramos y el cerro la puerta de atrás de nosotros. Su casa era hermosa, algo moderna, creo que ahí no teníamos gustos iguales o tal vez, la habría decorado su esposa. No lo sé.

Nos invitó a sentar y eso fue lo que hicimos, mientras el entraba a la cocina a dejar lo que habíamos llevado. Minutos después salió con Paige, su esposa, a presentarnos.

Del Odio al Amor. | Drake Bell [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora