SIMON

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En realidad... soy tu madre Simon y, Snow es tu segundo nombre.

Sin duda que sus palabras me golpearon como una gran bofetada en la cara, una bofetada cargada de magia que me empujó a un vacío interminable.

Me desperté llorando de nuevo, pero Baz ya no estaba ahí para abrazarme.

Lloré aún más al recordar que en realidad se había ido para siempre, y el hecho de ya no poder verlo más, me ahogaba.

Más tarde llegó Penelope que de alguna forma me escuchó llorar. Ella corre hacia mi rescate.

Cuando me siento afuera a observar las nubes, reflexiono acerca de todo y es entonces cuando se lo agradezco, el hecho de que está conmigo, el hecho de que aún no me ha dejado solo en este barco que flota en un gigantesco mar a la deriva.

-Está bien, está bien -me susurra al oído mientras acaricia mi cabello- ya estoy aquí, tranquilo, está bien.

Mis noches se resumen en esto: despertarme a mitad de la noche a llorar, como si deshidratarme fuera un deporte que me encanta practicar.

La verdad es que odio llorar, y más aún cuando el llanto se convierte en miedo y mi cuerpo reacciona temblando, sudando, como si de verdad estuviera practicando algún deporte.

Siento los latidos de mi corazón en la yema de mis dedos, y cuando cierro los ojos, la imagen de esa mujer aparece como una sombra espantosa acobijándome como si en realidad su propósito fuera protegerme.

Pienso en ella todos los días incluso más de que lo que pienso en Baz.

Lucy, o eso creo.

Su cabello se enredaba alrededor de uno de sus brazos como si lo hiciera a propósito para recogérselo de una manera inusual. Su vista recaía en mí como un águila vigilado a su presa. Penelope dijo que era porque estaba preocupada, no porque quisiera cazarme.

No confío en ella, aunque sea mi... ya sabes, eso.

No tengo ese sentimiento natural como creí que lo tendría cuando era pequeño.

No puedo ni imaginar lo que me dijo:

-Puedes venir a vivir conmigo en el campo.

¿Irme con ella? ¿a un lugar alejado de las personas? ¿donde nadie podrá escucharme gritar?

Me quedé estático mientras que Penelope asentía con la cabeza. Como si esa invitación la incluyera a ella. La verdad es que lo hace, Penelope me arrastra con ella a todos lados y viceversa.

Lucy parecía inquieta, como si alguien la estuviera vigilando. Creo que esa es otra razón por la que no debería confiar en ella.



Cuando me desperté en la mañana, Penelope estaba a mi lado. No puedo imaginar cuan agotador debe ser para ella lidiar conmigo además de la universidad.

Me pregunto si Baz aún estaría conmigo si no hubiera terminado con él hace un año.

Aún recuerdo ese día:

"Cuando alguien te enseña quién es, créele", dije sin pensar en cómo reaccionaría.

Baz se quedó mirándome por un momento, parecía confundido, pero luego, de alguna forma, mis ojos hicieron que entendiera.

"¿Qué tratas de decir?", me dijo en cambio, parecía que quería que me retractara, pero no lo hice.

"Vamos a romper, Baz", dije, y él parecía haberse congelado en su lugar.

𝘗𝘰𝘳 𝘶𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘚𝘪𝘮𝘰𝘯 𝘚𝘯𝘰𝘸 ~𝓢𝓷𝓸𝔀𝓫𝓪𝔃~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora