CRIADO POR UN VAMPIRO

I. El inicio

Estos personajes no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto.

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Aunque parecía raro, su primer recuerdo que tenía era de cuando aún era un bebé, era de noche, bastante tarde ya que los faroles estaban encendidos, no había nadie alrededor. Él se encontraba en una caja, la cual estaba abierta, tenía una manta la cual lo cubría, era de color azul, al igual que la ropa infantil que vestia.

La caja en la cual se encontraba estaba siendo cargada por una mujer, de cabellos negros al igual que sus ojos, los mismos que tenia él, por lo que pudo deducir en un futuro que esa mujer era su madre, ella miraba al frente mientras caminaba, sin mirarlo a él ni una vez.

Estuvo asi por un tiempo hasta que sintió que ambos descendían, se fijó que habían llegado bajo un puente, que estaba por encima de un pequeño rio, su madre la dejo en el suelo y se arrodillo junto a la caja donde estaba, mientras lo veía, pero no podía identificar por que le miraba de esa manera, estuvo así unos segundos, esta que se levantó y empezó a caminar en dirección opuesta de donde se encontraba, él solo la miro hasta que se fue.

No sabía cuánto tiempo había estado solo, veía el cielo nocturno, donde aún había nubes, las cuales rodeaban la luna, que estaba en el punto más alto del manto nocturno, se estaba quedando dormido con esa imagen hasta que escucho una voz.

-¿Esto es un Bebé? Pensaba que era un gatito o algo-dattebayo – escucho a su lado, abrió los ojos para mirar a esa dirección, a su lado había un chico, se encontraba con las piernas dobladas mientras apoyaba su rostro en sus manos, lo miraba fijamente, sus ojos eran de color azul, el mismo color que tenía el cielo en el dia, tenía cabello rubio y piel bronceada, vestia unos jeans negros con una sudadera naranja.

Él solo lo miraba, se quedaron asi por unos segundos, hasta que el rubio acero sus manos a su dirección, estaba preparado para llorar si ocurría algo, pero el chico solo tomo y lo cargo en sus brazos.

-Un Bebé no debería estar a estas horas afuera, y menos aquí – Dijo mientras lo mecia un poco, con una mano empezó a inspeccionarlo hasta que se detuvo en un papel que estaba en su ropa- ...Sasuke- leyó, para después volver a verlo- Asi que te llamas Sasuke, lindo nombre- sonrió mientras con un dedo acariciaba su mejilla, él veía la mano que le estaba haciendo mimos hasta que con sus manitas atrapo el dedo del chico, lo miro fijamente hasta que se lo metió a la boca, el muchacho se quedo en silencio unos segundos hasta que empezó a reir.

- Al parecer no te doy miedo- rio mientras lo miraba fijamente, él solo seguía chupando el dedo del mayor- ¡Bien, lo decidi! – grito mientras lo abrazaba más- Desde hoy yo te cuidare, Sasuke- Dijo mientras apartaba la mano de su boca- Me llamo Naruto, recuérdalo.

Las nubes del cielo empezaron a cubrir la luna, tapando su luminosidad, quedando un poco más oscuro que antes, los ojos del muchacho dejaron de ser azules, se habian vuelto de un rojo brillante, este solo sonrió cuando empezó a caminar, mientras lo cargaba aun- Nos vamos a divertir un monton, Sasuke.

Despertó sobresaltado, la alarma que estaba en el mueble al lado de su cama no se callaba con un irritante sonido, suspiro y apago la alarma, aún estaba medio adormilado, por lo que se quedó sentado en su cama un rato mirando su cuarto, era grande y de color blanco, con algunos muebles de caoba, su cama era grande, de sabanas negras de seda, se quedaría a dormir un poco más pero tenía que ir al instituto, suspiro y se levantó.

Salió de su cuarto, caminando en los largos pasillos hasta llegar cerca de la cocina, iba a entrar hasta que escucho una voz dentro de ella.

-Maldita sea- maldijo alguien en la cocina, entro sin hacer ruido, encontrándose con Naruto quien trataba de alcanzar una caja que estaba en una repisa, hasta estaba de puntillas mientras que con el brazo derecho se extendía a la caja sin poder alcanzarla- ¿Quién deja las cosas ahí? Maldito Kakashi, se va a enterar de esto-Dattebayo