V. Realidad cruel

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La habitación se encontraría en toral silencio si no fuera por el sonido de las manecillas del reloj, el lugar era grande con tonos cálidos en las paredes, rodeada de muebles de caoba, algunos de ellos tenían decoraciones, en el techo poseía un candelabro con tonos dorados. En el centro del lugar habían dos sofás grandes rodeando una mesa de centro, donde una sirvienta dejaba unas tazas de té de porcelana fina, luego para tomar la bandeja y salir de ahí.

-Se puede sentir la tensión hasta aquí- La sirvienta había cruzado la doble puerta de la habitación, donde en su exterior estaban Juugo, Suigetsu, Kakashi , también se encontraban Sai y Gaara, mirando al interior del cuarto donde sentían que estaba algo a punto de estallar, pero desconocían que podría ser.

En unos de los sofás se encontraba Naruto y Sasuke, pero nunca los habían visto de esta manera, el azabache se encontraba sin habla y con una mirada seria mirando a la nada, se encontraba apoyado en el brazo del sofá mientras se mantenía en silencio. En cambio el rubio estaba con un rostro totalmente serio y sin mostrar emociones, se encontraba con las piernas cruzadas y al igual que el contrario apoyado en el brazo del diván.

En el otro asiento que se encontraba frente a ellos estaban tres personas, dos hombres y una mujer, los tres poseían cabello y ojos azabaches. Uno de los hombres y la mujer se veían que eran mayores, mientras que el otro era un adulto joven, todos se encontraban en silencio y ni uno de ellos decía una palabra, la mujer que se había presentado como Mikoto tenía la mirada en el suelo, pero a veces miraba a Sasuke, quien este ni le dirigía la mirada.

-Bien- Naruto había roto el silencio que había sobresaltado a la única dama de la habitación, el tono del rubio era bastante serio y frio, eso no era para nada común en él para los que lo conocían- ¿Qué es lo que desean?

El rubio miraba a las tres personas sin ningún sentimiento en particular, el hombre mayor estaba con una expresión seria y con los brazos cruzados, pero se notaba que estaba muy tenso bajo la mirada del Uzumaki, la mujer que era a primera vista muy bonita se encontraba insegura, el más joven tenia una coleta de caballo junto con una ojeras, era bastante atractivo y era muy parecido a Sasuke, el no dejaba de ver al menor.

-Nosotros...-había hablado Mikoto insegura pero se calló a ver el rostro del rubio.

-No nos hemos presentado Uzumaki-san- Hablo el hombre con un tono respetuoso. La mayoría de los humanos actuaba de esa manera con Naruto, en el mundo de los vampiros Los Uzumaki's eran casi como la familia real de su estirpe, pero en el mundo humano eran una familia noble muy antigua que provenía de Alemania, la cual poseía mucha influencia, poder y riquezas. Por lo que la mayoria trataba de ser cuidadosos al tratar con Naruto – Mi nombre es Fugaku, ella es mi esposa Mikoto y el es mi hijo, Itachi.

-Pero eso no responde a mi pregunta de cuál es la razón de porque están en mi casa- la voz de Naruto era gélida y dura, lo cual provoco unos escalofríos a algunos, daba una imagen imponente frente a los azabaches.

-Nunca había visto a Naruto-sama de esa manera- Juugo expreso con sorpresa, esa actitud que el rubio demostraba en esos momentos era típico de los Sangre puras, pero no en Naruto, ya que siempre fue alguien de actitud calida y risueña.

Eso solo logro poner mas tenso el ambiente, ahora la familia se notaba más nerviosa al ver que el humor del rubio no era muy amigable a sus personas, se quedaron en silencio por unos segundos hasta que la azabache hablo por primera vez desde que llegaron al lugar.

-P-Perdone por nuestra llegada repentina Uzumaki-san- Respondio nerviosa Mikoto mientras miraba a rubio, pero desvió la mirada por la pesada presencia de Naruto, sus manos apretaban la falda de su vestido y trataba de estar tranquila por lo que aparentaba- Pero esto no podía esperar más, ya no...- Bajo la voz mientras miraba a Sasuke, quien parecía ignorar su presencia.

CRIADO POR UN VAMPIRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora