CAPITULO XII

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Sentía los cuerpos calientes rozando el suyo propio, dejándose llevar por el ritmo de la música y los grados de alcohol que ya hacían efecto sobre su mente. Todo lo que quería era olvidar aunque solo fuera una noche, solo una.

Luego de aquella conversación con su representante, el aire de su habitación, o la falta de él, la asfixiaban y no dudo en tomar sus cosas y salir al primer club que encontrara.

Nunca fue un gran desafío para ella integrarse a las personas en su entorno y menos aun cuando de una fiesta se tratara, aunque no recordaba el nombre de sus acompañantes para ella  era lo de menos, lo único que importaba en aquel momento era lo bien que se la estaba pasando y que con cada copa que su cuerpo recibía, su mente se volvía más y más borrosa. El recuerdo de aquellos ojos color champagne, aquellos labios rosados, la voz de Tamara pidiéndole que la escuchara y el tacto de su mano, todo parecía desvanecerse.

Deslizo suavemente su mirada por todo el club hasta dar con la intensa mirada de una pelirroja en una de las esquinas del club, se quedaron unos segundos paradas mirándose hasta que la chica en cuestión comenzó su trayecto hasta llegar a su lado. No recordaba haber visto unos ojos más verdes en su vida y una sonrisa lobina que la desafiaba a no quitar su vista de ella.

-Hola preciosa- un escalofrió recorrió su columna vertebral cuando el aliento de aquella impactante pelirroja le susurro en su oído. Sentía su cuerpo reaccionar, atracción física en su estado más puro. ¿Hace cuánto no se pegaba un polvo como dios manda?, observo aquellos labios y la tentación crecía en su interior ¿sería necesario presentarse?, ambas sabían lo que querían y como siempre, solo sería algo de una noche, algo solo que pasaría una vez y quizás nunca más se volverían a ver.

-¿baño?- no se molestó en devolver el saludo, la temperatura de su propio cuerpo era todo lo único que pasaba por su mente

-¿Cómo?

-el baño, vamos al baño, es más seguro y será algo rápido- su mano envolvió la de la chica y dio un pequeño tirón para dirigirse hacia su objetivo, el baño.

-espera, yo solo te quería invitar una cerve- se quedó inmóvil ante aquella información, ¿pero cómo? Su intuición nunca fallaba en este tipo de cosas, podía reconocer la mirada de lujuria con la cual la pelirroja se había acercado. Su cara de confusión debía ser legendaria, aunque poco duro cuando noto como la pelirroja comenzó a reírse en su propia cara, y el enojo se hizo presente- calma chica, que era solo una broma, solo pensé que no serias tan... rápida-

-gilipollas, no tengo todo el tiempo del mundo-    

-ya... me he dado cuenta, tranquila- la rubia rodo los ojos perdiendo un poco la paciencia, lo cual pudo ser percibido por la chica parada a su lado-... decías baño ¿verdad?- aquella mirada volvía a ser la misma de unos minutos atrás, hambrienta de algo que ambas al parecer necesitaban.

No le dio tiempo a responder cuando se vio caminando hacia aquel lugar, mientras la pelirroja la tiraba de su mano, como anteriormente ella misma quiso hacer.

La línea de pensamientos que su mente trataba de hilar se desvaneció ante el primer contacto de sus bocas, un pequeño sabor a cacao activo sus sentidos. Dejándose llevar por sus instintos el calor empezó a invadirlas, las manos de su acompañante la rodearon por la cintura, pegándola más a su cuerpo, profundizando el beso mientras las manos de la rubia jalaban ligeramente aquella melena pelirroja, para su sorpresa sus cuerpos encajaban de manera peligrosa.

Gimieron al mismo tiempo cuando aquel vaivén placentero comenzó a torturarlas, sentía su cuerpo en ebullición y necesitaba calmarlo. No paso mucho tiempo en que la pelirroja se diera por aludida y sin despegar sus labios, sintió como la ágil mano de su acompañante se deshacía del botón de sus pantalones, la ansiedad del contacto iba creciendo al paso de los segundos, que se sentían como minutos, los suaves dedos de la chica le hacían pequeñas caricias en su bajo vientre, torturándola.

-dios...- un pequeño suspiro se escapó de sus labios, seguido de un gemido cuando al fin sintió aquel contacto que tanto necesitaba. Los dedos de la pelirroja comenzaron muy lentamente dibujando pequeños círculos sobre su clítoris, tan lento como tortuosos, sus caderas hacían su propio trabajo pidiendo más intensidad que la chica no tardó en complacerla, pero ella quería más, quería sentir y saborear a su acompañante.

Sus manos hicieron lo propio con la pelirroja, ante el primer contacto al sentirla tan mojada la hizo estremecer de pies a cabeza, tanto tiempo se había privado de tener buen sexo que se le hacía raro pero satisfactorio aquel calor que sentía de su propio cuerpo y el de la chica que gemía sobre su oido.

No tardaron tanto en sentir como llegaban a su límite, mordiendo ligeramente el cuello de su acompañante cuando se sentía al borde, pero no fue hasta cuando la sensual lengua de la pelirroja se deslizo por el lóbulo de su oreja que exploto de placer, un grito ahogado salió de lo más profundo de su garganta, y con todo el esfuerzo siguió en su cometido hasta sentir el placer de la chica deslizarse por sus propios dedos.

Suspiro al sentir el abandono de los dedos de la pelirroja pero un nuevo calor se encendió en su interior al ver como se los llevaba a la boca cerrando los ojos ante aquel movimiento

-mmm, tan exquisita como me lo imaginaba- la voz ronca de su acompañante la incitaba a mas, a querer probar por si misma pero no tuvo tiempo a replicar cuando su mano fue capturada y dirigida también hacia la boca de su acompañante- esto me pertenece- el caliente de su boca provoco un pequeño gemido que no evito soltar.

Aquella caliente mujer la tenía al 100% y quería más, quería sentir la suavidad de su cuerpo pegado al de ella, escucharla gemir hasta dejarla sin voz, saborear cada rincón de su piel.

-vamos a mi departamento- su ronca voz fue desconocida para ella, casi irreconocible, llena de lujuria.

-pues si insistes...- una pequeña sonrisa acompaño la respuesta de la pelirroja y una mirada cómplice que ambas entendieron fue interrumpida por el sonido de un celular.

Vio como la chica frente a ella buscaba entre sus cosas aquel desagradable sonido. La observo mirar la pantalla por un momento antes de mirarla directamente a ella.

-creo que dejaremos esa invitación para otro momento... es mi llamada de cenicienta- la decepción la golpeo y aunque aquel calor siguiera en su cuerpo, en la verde mirada de su acompañante se notaba que no habría cambio aunque insistiera.- bueno rubia... un placer, espero volver a vernos para resolver lo pendiente- sin dejarle tiempo a responder, sus labios se encontraron en un último beso antes de verla salir por aquella puerta, dejándola sola, sola y caliente.

Suspiro antes de arreglar su cabello y sus ropas para salir de aquel lugar e irse a su hogar. Ni siquiera tuvo tiempo de preguntar su nombre.

-a la mierda, dudo que la vuelva a ver- recogió por ultimo su chaqueta, seguramente mañana tendría que mandarla a la lavandería porque el piso del club no era broma, y salió sin mirar a nadie de aquel lugar.

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Hola!! He vuelto con este nuevo capítulo. Espero que no me odien por esto pero es necesario? 😂😂

Espero volver pronto con una nueva parte 🤭 menos intensita o quizás más, quien sabe 🤷🏻‍♀️

Disfrútenlo y nada más que decir.

GRACIAS POR EL APOYO ♥️

LOST IN PARADISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora