Comenzando el día con un buen desayuno, hotcakes y un buen café acompañada con una persona especial.
—Mamá llegara en la tarde, no hay problema en que te quedes.
En unas de las cafeterías mas famosas de Seúl; Hana y Jungkook decidieron tomarse un tiempo para salir. Una cafetería no estaría mal.
—Bien, lo haré —dio un sorbo a su café.
—No no, perdón. Jiho vendrá hoy —lo mire—. Sabes que soy media despistada y olvido todo.
—No te preocupes cariño, al menos salgamos a pasear.
—Suena a que debo de ir a donde tu quieres, por que eres un niño engreído que me obliga a llevarlo a lugares donde el quiera.
—Me dueles —hizo su típico gesto de dolor—. Soy tu niño.
—No cuido a engreídos —sonreí.
—Así tratas a tu novio —hizo puchero.
—He pensado algo, pero quiero tu opinión.
—¿Es mala o buena? —alzo las cejas esperando mi respuesta.
—Creo que retomare las clases de violín, lo hice cuando era pequeña y también cuando estuve en la escuela. Pero quiero hacer algo en estas vacaciones.
—Mi novia no es floja, ¡me parece genial que lo hagas! —me dio un corto beso.
—Si, y quería que me acompañes hoy a ese lugar —sonreí tierna esperando su respuesta, el achino los ojos.
—¿Tienes el dinero en tus manos?.
—Completo, ¿Puedes? —hice puchero.
—No puedo decirte NO, está bien.
—Gracias, entonces ¿nos vamos? —sonreí parándome de mi asiento, Jungkook fue a caja a pagar para después ambos salir del lugar.
—¿Donde queda ese lugar? —pregunto mi acompañante sacando las llaves del auto, que por cierto si tiene licencia.
—Cerca de aquí, a unos veinte minutos —sonreí—. Andando Jeon.
El lugar era hermoso, por la vista de afuera y por dentro llegaban personas con cualquier tipo de instrumento. Ha cambiado un poco y lo bueno es que sigue la misma supervisora de antes. Nos sentamos en las sillas ha esperar a que nos atendieran.
—No puedo creer que este aquí de nuevo —dije emocionada.
—Ok, cálmate rata —intervino Jungkook bajando los brazos que había alzado.
—Vale —sonreí.
Una chica un poco alta con un vestido blanco salió a informarnos que podíamos entrar, le dije a Jungkook que me esperara un rato mientras yo hablaba con la supervisora.
—Buenas tardes señora Sodam.
—Pero si tu eres Hana —dijo parándose de su asiento directo a abrazarme—. Ya eres toda una señorita nena.
Tengo dieciséis amada señora.
—¿Como has estados todos estos años?
—Bien, pero he venido a decirle que quiero inscribirme de nuevo? —dije con un sumiso de alegría.
—Me parece genial nena, siempre fuiste buena en eso. Pero dime, ¿Como esta Yoongi y tu madre?
—Bien, ellos están muy bien Sodam —mostré una de mis mejores sonrisas.
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La noche estrellada »Jeon Jungkook
Storie d'amoreEn una noche estrellada aquellos corazones se conocen de la manera no tan adecuada. Aunque ellos don eran pésimos en el amor, hicieron de ello algo diferente. Alguien tiene que cambiar el papel. "¡Cara de hámster!" "¡Maldito tubérculo!" -historia 10...