Siempre me he preguntado cuál es el inicio perfecto de una novela, de una historia, de una película. Los grandes autores suelen comenzar sus grandes libros en algún interesante punto de la vida de sus grandes personajes. Pero bueno, yo no soy de esas. Es más, ni si quiera soy capaz de terminar una historia. Yo prefiero iniciar a contar algo presentándome.
Me llamo Lea. Mi nombre es Ellea, y no sé de donde cojones proviene, ni el motivo por el que me lo pusieron. Supongo que se tratase de algún trastorno compulsivo de mi padre. O de mi madre. Como alguno de esos tintes rojo pasión, amarillo pollo o azul turquesa.
Mi vida se resume en estudiar y centrarme en el instituto. Como todos, supongo. Aunque, también como todos, intento engañarme de vez en cuando yendo de fiesta algún sábado, conociendo gente, o chicos. Y no, nunca he encontrado mi gran amor. Ja. Ni si quiera he encontrado a un tío capaz de no mirarme el escote. Inútiles. ¿Enamorarse? Bueno, supongo que si colgarte del hermano de tu mejor amiga durante unos meses con 11 años y esperar de forma nula a que se interese por ti cuenta, sí. Pero dudo que enamorarse se trate de eso, ¿o no?Y básicamente es en ello en lo que se resume mi vida. No tengo hermanos ni unos padres en condiciones. Más bien son un pequeño desastre. Pero al fin y al cabo son un desastre encantador.
ESTÁS LEYENDO
Historia de amor, o algo parecido
Teen FictionRealmente las historias de amor no eran mi punto fuerte. Los odiaba a todos y a cada uno de ellos. Jamás había tenido una relación. Me dedicaba a sobrellevar mi desastre de vida y mi loca familia, llevando algo bien los estudios y engañándome un poc...