La mañana siguiente acabé empapada en sudor, como todos los días. Me vestí, desayuné a todo correr y corrí a arraglarme un poco.
No solía maquillarme. De hecho solo lo hacía para ir de fiesta de vez en cuando, pero nada más. ¿Debería empezar a maquillarme?
Tenía casi 16 años, ¡claro que debería maquillarme! ¡Debería maquillarme desde hacía siglos! Decidida, cogí mi lápiz de ojos y pinté como pude. Me di varias capas de rímel. ¿Qué mas solían hacer las chicas para maquillarse? Prefería no probar nada raro. Me hice una trenza a un lado y me marché a esperar al autobús.
Llegué en el mismo momento en que este aparcaba en mi parada, así que cogí velocidad y llegué a tiempo a la puerta. Me senté donde siempre, en el asiento de detrás del conductor.
¿Vendría hoy Josh? No, eso esperaba.
Pasé el viaje totalmente nerviosa. ¿Por qué? Últimamente me encontraba muy rara, no sé.
El autobús aparcó en la puerta de mi instituto. ¿Por qué no había coincidido Josh conmigo? ¿Volvería a venir? Debería dejar de pensar en ese tío. Creo que me estaba obsesionando. <<Bah, ya se me pasará>>, pensé, mientras bajaba a la acera.
Un sentimiento de tristeza se apoderaba de mí.
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Historia de amor, o algo parecido
Novela JuvenilRealmente las historias de amor no eran mi punto fuerte. Los odiaba a todos y a cada uno de ellos. Jamás había tenido una relación. Me dedicaba a sobrellevar mi desastre de vida y mi loca familia, llevando algo bien los estudios y engañándome un poc...
