Debí decirle que lo sentía. Sin embargo me quedé callada.
Silencio. Ninguno de los dos sabíamos qué decir.
Empecé a oír gritos cerca de mi, gracias a Dios. Me giré para ver de dónde venían. Y, mierda.
Eran mis compañeros de clase, que salían de la piscina.
Oh, Dios, ¿y ahora qué hacía?
Estaría mal que me viesen faltando a clase.
Y aún estaría peor que viesen a Josh.
- Mierda, mierda, mierda.
- ¿Qué pasa?
- Son mis compañeros de clase. ¿Qué hacemos?
Me agarró la mano.
- Corre.
Ciertamente lo de la huida no fue algo muy trabajado, pero conseguimos escabullirnos hasta la puerta trasera.
Ambas puertas eran de cristal, de color negro y con columnas a los lados.
Debo admitir que me descojoné mientras corríamos.
Estaba bien poder descargar la tensión que habíamos tenido hacía ni unos minutos, y la situación tenía su gracia.
Josh me siguió el juego, y los dos llegamos a la puerta trasera sin casi respiración.
- Ya es tradición lo de reírse mientras corremos, ¿no?- Preguntó en mitad de una de esas medias sonrisas que tanto me gustaban.
No contesté. Sonreí, entrecerré los ojos y cogí fuerzas.
Intenté abrazarlo para besarlo. Sin embargo él llegó antes.
Me cogió de la cintura y me aproximó hacia la columna.
Aquel fue un beso como los de películas.
Apoyó rápidamente sus manos en la columna, impidiendo así que yo me pudiera mover, a ambos lados de mi cabeza.
Juntó su nariz a la mía y sonrió.
ESTÁS LEYENDO
Historia de amor, o algo parecido
Novela JuvenilRealmente las historias de amor no eran mi punto fuerte. Los odiaba a todos y a cada uno de ellos. Jamás había tenido una relación. Me dedicaba a sobrellevar mi desastre de vida y mi loca familia, llevando algo bien los estudios y engañándome un poc...