Cada día que pasaba me encontraba peor era como si tubiera una especie de tristeza que no se acababa, sentía un vacío que no me dejaba estar tranquila, mi corazón estaba hecho pedazos que no se recompuso ni con mil abrazos. Me miraba a al espejo y en mi reflejo veía tristeza y ganas de acabar con todo, estaba rota por dentro pero no lo demostraba por fuera. Los pensamientos suicidas me inundaban la mente y me llenaban de cortes y lágrimas. Mis sentimientos eran como un cuadro abstracto que no podía entender cualquiera. La opinión de la me hacia sentir como una hoja a punto de romperse.Estaba en el borde del abismo, con ganas de que alguien me empujará de una vez por todas
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Diario de una bisexual
AcakLeyre, una chica que apenas tiene 13 años va narrando su historia como adolescente y el descubrimiento de su bisexualidad