🍭 Dos 🍭

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—Lisa, tengo que irme a mi salón, este será tu salón, si alguien te molesta o te hace sentir mal, me dices o le dices al profesor, ¿Me entendiste? — asintió.


—Sí Kumpi, pero...¿Qué es sentir mal? ¿Es como la vez que me enferme? ¿O cuando se te cae un pedazo de pastel y se llena completamente de tierra? — su hermano parpadeó confundido. Pero...¿Cómo explicarle a su pequeña hermana que eso no tiene nada que ver con hacerla sentir mal? Diablos, era imposible.


—En la hora del descanso vendré por ti, y me contarás todo lo que hiciste, ¿Sí? — pregunto.

—Sí, Oppa — le sonrió.


—Buena chica...me voy, vengo por ti en el almuerzo.

Le dió un corto abrazo y se marchó de ahí.


Lisa.


Pude ver cómo mi hermano se iba por aquel largo pasillo, hasta que dió vuelta a la derecha y desapareció de mi vista, solté un suspiro, sonreí, tomé el pomo de la puerta y lo gire. Al entrar, todo el mundo dejo de hablar, no me molestó en absoluto.

Entre y volví a cerrar la puerta detrás de mí, camine unos cuantos pasos y recorrí con mi mirada los pupitres, oh miren, uno vacío al final. Aferré las correas de mi mochila en mis hombros y camine por el pasillo donde al final, había un pupitre disponible. Pero una chica se levantó antes de que pudiera llegar, me detuve, ella me miró de arriba hacia abajo, me estaba analizando, ¡A mí también me gusta ese juego! Así que también empecé a hacer lo mismo con ella.

—¿Qué estás mirando, Zanahoria? — Uh, me dijo zanahoria, ¡Me gusta la comparación! Le sonreí.


—Tu falda es muy bonita, tus zapatos también y tú cabello castaño es muy bonito — le sonreí más.

Escuché unas risas en el salón, pero no me importaron, yo seguía con mi sonrisa en mis labios, mi mirada seguía en ella.

—Gracias, zanahoria, ¿Te gusta meterte en problemas? Porqué a mi sí.


—¿Problemas? ¿Qué es eso? ¿Es cuando tomas el juguete de una niña? ¿O es cuando caes en un charco de lodo? No me gusta ensuciarme, mi mamá dice que el lodo y la tierra tienen muchos bichos que hacen que me enferme — dije, ella frunció el ceño, uh, que bonita.


—¿Qué? Oye, ¿Me estás jodiendo? — incliné un poco mi cabeza hacia la derecha.


—¿Qué es Joder? — ella parecía sorprendida.


—Tan tonta — ahora yo fruncí mi ceño.


—¿Tonta? Es una palabra corta, ¡Déjame adivinar que es lo que significa! T de tendencia, O de oso invernal, N de nuevo, T de té, A de amor, y por lo cual significa...¿Tendencia de oso invernal, de nuevo té y amor? — hice un pequeño puchero. —No le encuentro razón, pero si tú lo dices está bien — sonreí. Ella se hizo a un lado, y se volvió a sentar en su silla, mire a los demás que apartir de ahora serán mis compañeros, ellos parecían asombrados, y curiosos, ¡Igual que yo!

Levanté los hombros, con mi sonrisa continúe mi camino a mi banca, al llegar me quite mi mochila y me senté, me agache un poco y la dejé en la esquina de una pata de mi propia silla.


—Buenos días alumnos — la puerta se abrió, mire a un señor calvo con bigote, no estaba tan obeso, portaba un maletín el cual lo dejo en su escritorio, se giró hacia nosotros y me miró. —¿Usted es la jovencita de nuevo ingreso? — ¿Me está hablando a mí? Supongo que sí. Me puse de pie.


—Sí — contesté. —¿Usted será mi maestro? — pregunté curiosa.


—Claro que sí, Jovencita — ajusto las gafas que traía puestas, cosa que me pareció adorable.


—¿Puedo adoptarlo cómo mi abuelo? Parece ser un señor muy amigable — unas carcajadas inundaron el salón, yo hice un puchero y mire a todos los del salón, que habían reído por mi comentario, pero pronto mi puchero se volvió sonrisa al ver al profesor.


—Jovencita, no seré su abuelo, seré su profesor — dijo serio.


—Gracias, prometo cuidar de usted muy bien, abuelo — ignore lo que había dicho con anterioridad.


—¿No me ha escuchado?


—Sí, pero eso no me va a impedir que sea mi abuelito — le sonreí.


—Como sea — dijo soltando un suspiro. —Presentate por favor — estaba por hablar pero me interrumpió. —Acá enfrente, jovencita.


—Claro abuelo — volvieron las risitas, camine por el pasillito de mi fila y llegué hasta enfrente del pizarrón. —Bueno, me llamo Lalisa Monoban, pueden decirme cómo quieran ,aunque Zanahoria es muy dulce, tengo dieciocho años, vivo con mi mamá y mi hermano Kunpimook, el cual está por terminar — dije, el profesor iba a preguntarme algo, cuando la puerta fue abierta, lo primero que ví, fue una cabellera rubia casi blanca, un chico de ojos gatunos con una sudadera negra larga, unos jeans negros rotos, junto con unas botas militare. Se ven pesadas.

—Señor Min, ha llegado tarde y por si fuera poco, no trae consigo el uniforme escolar — el chico de ojos gatunos lo miró, levantó sus hombros y ahora fue mi turno de que me mirara. Le sonreí y el levantó una ceja.


—Hola, eres un chico muuuy guapo y tu color de cabello me encanta, ¿Quieres ser mi amigo?




—LaOmmaChida💜🍭

🍭 The candy girl. 🍭 [Yoonlice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora