🍭 The candy girl. 🍭 [Yoonlice]

🍭 Cuatro 🍭

Lalisa Monoban 3 años...

—¡No quiero que vuelvas a desobedeserme! — Lisa pego un brincó, asustada por el grito de su padre, quién entro a su habitación.

—P-Papi...Lisa tenía muchas ganas de salir — dijo la castaña.

—¡No! ¡Papi te dijo que no salieras, Lisa ha sido una niña desobediente! ¡Papi te dijo que no hablaras con nadie más, Lisa mala, Lisa mala! — la pequeña castaña hizo un puchero, sorbio muchas veces su nariz, y se dejó llevar por las lágrimas que salían de sus bonitos ojos.

Su padre la tomo del brazo y la hizo caminar con él, bajaron las escaleras del sótano y Lisa entro en pánico.

—¡Papi, no por favor! ¡Lisa será buena niña! ¡Lisa será obediente! ¡Por favor, papi! — su padre hizo caso omiso a sus súplicas, y la empujó hacia adentro del sótano, dónde su padre solía encerrarla cuando no le obedecía. El sótano era obscuro, tenebroso, y nada limpió, Lisa no le gustaba estar aquí...una semana entera. —¡Por favor, papá! ¡Lisa no quiere estar aquí, Lisa se portará bien! — golpeó la puerta con sus pequeñas manitas, pero solo las lastimaba. —¡Lisa quiere ir con mamá!

Grito por más tiempo para que su padre abriera la puerta, pero nadie la escuchó...nadie la ayudo.

[...]

—Oh, mi pequeña bebé — miró sin emoción a su madre, Lisa le tocaba ir a casa de su madre. Su papá y mamá estaban pasando por un divorcio, así que en lo que el juez dictaba la patria potestad de quién se quedaría con los niños, Lisa viviría con su padre y Kunpimook con su madre, ambos hacían intercambió los fines de semana. Y hoy, no sería la excepción. —¿Cómo ha estado mi hermosa princesa? — Lisa asíntio, pero no sonrió en absoluto. —¿Oh? ¿Te sientes mal? — Lisa negó.

—Ya es hora de irnos, Kunpimook — su padre le aviso, éste asíntio y subió al auto de su padre no sin antes despedirse de su madre.

—Te quiero Kumpi — le dijo su madre mientras estaba a lado de Lisa.

—Yo también Mamá — le sonrió y le hizo un ademán con la mano de despedida.

Su padre subió al auto y miró a Lisa.

—Portate bien Lisa, acuérdate de lo que hablamos — Lisa asíntio con miedo, el cual no paso por alto de su madre. —La castigue por no obedecerme — le explicó a su mamá, quién estaba algo confundida.

—Oh, ya veo — dijo, no muy convencida. El auto de su padre arranco y ahora solo eran ellas dos. —Lisa, ¿Quieres ir a casa y ver lo que compré para tí? — Lisa asíntio aún sin sonreír.

¿Qué sucede Lisa? ¿En dónde está tu sonrisa radiante? Pensó su madre preocupada, algo estaba pasando con Lisa.

Le abrió la puerta a Lisa y ella se subió con su peluche en manos, le ajustó el cinturón de seguridad y le cerró la puerta del auto. Subió y puso en marcha el auto para ir a casa.

En momento miraba hacia Lisa, por medio del espejo que tenía enfrente, pero ella parecía perdida en sus pensamientos, como si estuviera dormida pero con los ojos abiertos. Algo no andaba bien.

Detuvo el auto en la vereda, enfrente de su casa.

—Lisa, ¿Recuerdas a JungKook? Aquel niño con el que jugabas cuando tenías dos años — recordó, Lisa negó. —Oh — su madre se desánimo al saber que tal vez no lo reconocería si lo llegara a ver.