Capítulo 18: Oscuridad

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Rey había sido siempre un dolor de cabeza, una clase de falla en el sistema que pasaba por desapercibida ante la Primera Orden gracias a su sensibilidad a la fuerza. De hecho en ese momento la capitana Phasma estaba a punto de cometer traición en nombre de Rey, sólo porque a su querida amiga se le había ocurrido tener un poco de compasión por los rebeldes recién llegados. No entendía absolutamente nada de eso, a decir verdad le causaba una gran intriga el cambio de actitud de la capitana de vuelo, porque nunca antes le había visto esa iniciativa de hacer algo por alguien o mínimo tener un interés además de ella misma. Para la capitana era una lástima que la piloto sintiera compasión por los rebeldes, porque eso sólo terminaría con traerle problemas letales a la chica. De igual forma iba a apoyarla, al final de cuentas no tenía muchos amigos y Rey podría considerarse una clase de relación cercana a la amistad, una que sin duda había florecido bajo un ambiente poco amigable y que distaba del clásico cariño fraternal.

Phasma se encuentra con un trooper en la entrada de la celda del piloto Dameron, fue muy fácil deshacerse de él fingiendo haber recibido órdenes directas del general Hux ¿Quién iba a sospechar de la capitana de tropas? Se había ganado la confianza de los altos mandos a base de trabajo duro.

Cuando entra en la celda número cincuenta y siete; tiene que darse unos segundos de receso para procesar lo que está frente a sus ojos. El rebelde no parece ni humano. Está atado a una silla de tortura con el cuerpo hecho añicos, edematizado, la cara ensangrentada y su ojo izquierdo casi saliéndose de su cuenca. Está irreconocible.

-¿También vienes a torturarme?- Dice amargo, su boca está sangrando y Phasma cree por un momento que Dameron escupirá los dientes.

-No.-Responde escueto, se mantiene de pie frente a la silla del contrario.-Si yo te hubiese torturado ya estarías muerto.

Poe ríe con fuerza y la mujer piensa que éste ya perdió la cabeza de tanto golpe.

-Lo bueno de ser torturado constantemente es que ya nada puede ser peor.

-Te equivocas.-Refuta la rubia.-Aún estás en tus cabales y algo me dice que Kylo te tuvo piedad por alguna razón.

-¿Por qué todo mundo habla de ese bastardo?- La rabia del hombre extraña a Phasma, el tipo mira con furia el umbral de la puerta. La capitana no logra entender a qué se refiere, pero decide no perder más tiempo hablando con la escoria. Tenía que comunicárselo a Rey cuanto antes.

-Bien, espero que tengas una estancia cómoda ¿Ya te han.-Lo mira de cerca casi sintiendo necesario quitarse el casco cromado.- traído de comer?

-¿Eso importa?-Bufa con hastío y escupe un poco de sangre al suelo.

Phasma no dice nada. Se siente extraña ante la charla poco usual y prefiere darse la vuelta para continuar con su plan.

-Espero que todo salga bien.- Susurra pensativa, no pensando que el tipo fuese capaz de escucharla.

La capitana sale de la celda con paso rápido, ha perdido mucho tiempo valioso y si no apuraba su paso sería descubierta por los líderes. Decide meterse al primer cubículo de limpieza que encuentra. Le da un poco de asco la mugrienta habitación y por un momento recuerda al soldado FN-2187, quién también estaba recluido en las instalaciones de ese lugar. FN había sido un soldado de su cargo, uno que se hacía responsable de la limpieza del núcleo del planeta base.
No puede negar que sintió una gran furia cuando descubrió que el desertor era un soldado de su cargo. Nunca antes tuvo un error de ese tamaño tan colosal, odiaba a ese trooper.

Ella enciende su holocomunicador y recita mecánica el mensaje, lo ha cifrado dentro de los paneles de comunicación y espera a que éste se cargue para ser enviado. Cuando el holo le da la autorización, sonríe con orgullo y envía el mensaje a través de la galaxia. Esperaba que no llegase tan tarde a las manos de la chica.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐏𝐑𝐄𝐌𝐀𝐂𝐘 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora