𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐏𝐑𝐄𝐌𝐀𝐂𝐘 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎

Capítulo 13: Traición

-No creo que encontremos a tu niña a este paso.-Menciona el general Hux, observando detenidamente el radar del Supremacy.-Mucho menos a la resistencia. No hemos podido encontrar ninguna nave sospechosa, se están escondiendo bastante bien.

-Es cuestión de tiempo, ya saldrán general.-La voz de Kylo Ren está más distorsionada por el casco. Hux lo mira con pereza, el pelirrojo no estaba tan contento de buscar a la chica por toda la galaxia. Ren continua observando por el gran ventanal de la nave nodriza, sus brazos estan cruzados tras su espalda y el sable escarlata cuelga de su cinturón empielado. Los técnicos trabajan en silencio controlando los mandos de la nave sin interrupción.

Kylo no ha dejado de pensar en Rey, sus acuosos ojos castaños vuelven como dos cuchillas de acero directo a su corazón. Quería disculparse, quería pedirle perdón por haber sido tan idiota al exhibir sus sentimientos con burla, por hacer de menos su persona. Sí, él la recordaba perfectamente, la había salvado del imbécil que quiso abusar de ella en los pasillos.

Su rostro lleno de lágrimas y moratones de aquel día le llenó el pensamiento como una corriente clara de recuerdo. Rey era indefensa a pesar de todo, había entrenado su cuerpo a un límite excepcional, podía fingir estar bien ante otros pero no con él, su mente no podía negarle el permiso a ser explorada. Él la leyó esa noche como un libro abierto; su deseo por él, el anhelo de ser amada, de ser necesitada, de buscar un rumbo a su existencia. Una existencia a la que él podía darle sentido, si todo salía como lo tenía planeado.

Ya había buscado lo suficiente en archivos Sith. No obstante, la información acerca de los vínculos en la fuerza eran nulos, algo sin precedentes, en realidad quedó de la misma forma como inició, sin una respuesta. Tenía que ordenar su mente, al menos sabía que si se concentraba lo suficiente podría verla a través de esa extraña habilidad, aun así estuviese a miles de años luz.
Por eso con decisión se dirige a sus aposentos, el objetivo de conectarse con ella se hace latente esperando obtener su ubicación. Deseaba que ella ya hubiese averiguado una pista.

Entra a su habitación, los droides de limpieza terminaban su tareas cuando él les pide que salgan con un movimiento de mano. Una vez solo se sienta sobre sus pies en una cómoda posición, se quita el pesado casco y respira tan profundo que siente sus pulmones expandirse vivos.
Estira su presencia a través de la conexión, sorprendiéndose de verlo tan fuerte, tan tangible. El vínculo estaba tan vivo entre ellos que le da calosfríos, podía figurativamente tocarlo. Rey está del otro lado, la siente tranquila, deduce que está sola y con un empujón en su lado la contacta.

Ella lo ve con sorpresa, está emocionada sin saber muy bien porqué. Ren se pone de pie y camina en su dirección quedándose a un metro de distancia, ella lo mira dubitativa. Las diminutas pecas le adornan la expresión. Él descubre que le gustan sus coquetas pecas.

-¿Dónde estás?- Le pregunta, ella cambia su expresión a una más seria, cruzando sus brazos tras ella.-No puedo ver nada en tu entorno.

-Es un planeta rojo, rocoso.-Le informa.- Se que hay diez planetas dentro del borde con estas características, pero puedo reducir el número gracias a que el clima es muy húmedo.

-Vaars.-Deduce él sin dudarlo.

-Sí.

-Voy para allá, pondremos al Supremacy en curso.

-No es necesario.- Musita ella y por un segundo Ren cree que no quiere verlo. Rey espera unos segundos para proseguir.-Los rebeldes quieren infiltrarse en la StarKiller y yo dije que los guiaría hasta allí con la condición de que me alejaran de Snoke.

-Vas a traicionarlos.- Asegura el caballero oscuro. Ella asiente con lentitud, mirando el piso. Rey no se sentía orgullosa de ello y Kylo lo sintió a través de su vínculo.