Capitulo 2

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Una noche lluviosa, la luna no protegió a nadie esa noche; no encubrió ningún grito sumido en la oscuridad.
Narzea estaba sentada en la mesa del comedor junto a su hermano esperando a que su padre sirviera la cena.
- ¿Sabes que Craig?-.
- ¿Que? Enana...-. Craig suelta una pequeña sonrisa.
- Ya se por que tus dientes son tan afilados-.
La sonrisa de Craig pasa a ser una mueca de asombro ante el comentario de su hermana de 8 años.
- ¿A si?-. Intenta disimular.- Y por que dices que es...-.
- Por que eres algo parecido a lo que soy yo...-.
Entonces Narzea mueve la mano realizando un movimiento circular con el dedo índice, lo repite varias veces mientras dice algo que Craig no llega a entender.
De pronto, de la nada unas raíces negras comienzan a invadir ese apartado de la mesa y termina por crecer una rosa negra.
- ¿Ves?-. Narzea pone una sonrisa malévola y se pincha con una espina de la rosa a propósito haciéndose sangre en el dedo y luego se lo acerca a su hermano.
- N... Narzea, ¿qué haces?-. Craig intenta apartar la mano de su hermana donde no pueda percibir el olor a sangre.
- Esto te atrae desde que aquel chico te pego, y empiezo a dudar que solo te mordie.... Pegase-. Le mete el dedo en la boca a su hermano.
- ¿como...?-. Pregunta Craig incrédulo aun.
- Nah, realmente se por que es por que tengo un amigo que es como tu..-.
Narzea chasquea los dedos y la rosa desaparece, el padre ha entrado en el salón y esta sirviendo los platos cuando alguien llama a la puerta.
- Ya voy un momento-. Grita el padre sin dejar de servir.- Id cenando antes de que se enfríe-. Vuelven a llamar con fuerza.
- ¡Voy, voy!-. Repite el padre murmurando alguna blasfemia.
Se dirige a la puerta y cuando abre se encuentra a unos caballeros del ejército real.
- Buenas noches, sentimos la interrupción, venimos a ver si hay algún menor en esta casa-. Dice uno de los tres oficiales que había en frente de la puerta.
- Pero ¿por que?, ¿ha pasado algo?-. Pregunta el padre incomprensivo.
- Si, el ejército turco solicita que les entreguemos a todos nuestros menores para que formen parte de sus tropas, ya sean varones o muchachas, sino atacarán la muralla-. El oficial inexpresivo en la puerta, exactamente en la misma posición que cuando llegó.
- Papa....-. Craig se acerca a la puerta que conectaba el salón con la puerta de entrada.
- Hijo, quédate ahí no te muevas-.
- Vemos que un menor si que tiene, si no quiere problemas rogamos nos lo entregue-. Narzea se acerca a Craig quien intenta detenerla, pero esta le hace una señal para que guarde silencio y comienza a escalar la pared hasta llegar al techo. Va gateando por el techo hasta la puerta principal y deja caer su pelo mientras asoma la cabeza por la puerta.
- ¿Que quieren estos hombres papi?-.
- Narzea, he dicho que os que....-. Se aleja unos pasos de la puerta.- ¿como has llegado ahí arriba?-.
- Lo aprendí hace poco, también se hacer esto-. Dijo la pequeña repitiendo el truco anterior de la rosa.
- ¡No!-. Grita de repente Craig.- No se lo enseñes, te llamará monstruo-. Pero fue en vano la rosa ya había crecido en el suelo.
- Baja de ahí Narzea, te vas con los oficiales Craig tu te quedas conmigo, cumples la mayoría de edad-. Hace una señal para que Craig no se acerque, pero no sirve de nada.
Craig se acerca a Narzea y sale de casa, dándole la espalda a su padre contesta:
- No se debe mentir, tengo tan solo 15 años y además si se va ella me voy con ella-. Craig le extiende su mano a Narzea y se cogen de la mano. Antes de alejarse gira un poco la cabeza y muestra los colmillos.
- Además no creo que quisieras vivir conmigo tampoco...-.

Craig y Narzea se alejan cogidos de la mano sin saber hacia donde van, solo siguen a los oficiales y a otros niños también apartados de sus padres como ellos.

- Papa nos ha vendido...-. Añade Narzea sin preocupación alguna.
- No creo que exista alguien que quiera vivir con dos monstruos en casa...-. Añade Craig con una sonrisa.
***

Impresiona como unos días, algo con lo que amenazar y un poco de ambición pueden convertir a un pequeño cobarde en el enano más temido.
- ¿Y que harás con todo ese dinero? Sir. Perfección..-. Dice Aloys mostrando sus colmillos.
- ¿Yo? No tengo nada, te lo prometo...no llevo nada-. El hombre al que amenaza Aloys está indefenso, no lo piensa dos veces y ataca.
Tras clavarle los colmillos en el cuello, comienza a succionar sangre y no para hasta que el hombre deja de moverse. Esta muerto.
Entonces oye unos soldados de fondo y decide ir a ver que es. Escala hasta el tejado de una casa cercana y va hasta donde oye el sonido, ve que con ellos está Craig así que decide ir a recordarle porque llaman a Clive tierra maldita. Salta desde el tejado cayendo al lado de una niña a la que no reconoce en un principio.
- ¿Nar?-.Pregunta.- ¿eres tu?-.
- ¡Loy!-. La pequeña suelta la mano de su hermano para abrazar a Aloys (Loy).
- ¿Que haces con este tío Nar?-. Pregunta de pronto Loy mirando con desprecio a Craig.
- Soy su hermano renacuajo-. Muestra sus colmillos al niño quien responde con la misma reacción. Esto causa asombro en Craig, no sabia que El Niño fuese como el.
- Mira Craig, este es Aloys. Es quien te dije antes que era como tu-. Dice Narzea (Nar) para romper la tensión.
- Así que Craig es tu hermano, ¿eh?-. Dice Loy con desprecio.

- ¿Niño que haces aquí?¿y tus padres? Bueno, no importa ¿cuantos años tienes?-. Uno de los oficiales infringió en la conversación de repente.
- Nueve años, señor-.
- Bien, entonces te vienes con nosotros...-. El oficial se giró y volvió a la cabecera de la fila.

Los tres niños caminaron por horas recorriendo todo Claymore Clive en busca de más menores, hasta que por fin terminaron.
Ya se veía al sol salir por las montañas del este. Tan brillante, tan autoritario, tan... Bueno simplemente estaba ahí cuando lo necesitaban.

La leyenda de Claymore CliveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora