Craig seguía en el carro que le transportaba al norte, concretamente a Hungría. Había perdido la esperanza total de volver a ver a su hermana, al menos estando vivos ambos. Tenía el consuelo de que estaba con alguien como el, aquel chico, Aloys era mas fuerte de lo que creía y además era un vampiro como el. En parte eso le aliviaba un poco.
Iba rodeado de chicas y chicos que lloraban porque les habían separado a la fuerza de sus padres. A el su padre le había entregado y a su hermana también.
- Como se puede considerar a eso un padre....-. Murmuró entre dientes.
- ¿Que? Perdona, ¿me habías dicho algo? No te he oído-. La chica que iba sentada a su lado le preguntó de repente. Tenía el pelo..... ¿Morado?
Si era morado y corto, por los hombros, además de, unos ojos castaños que llamaban la atención.
Llevaba una camiseta muy escotada que la hacia presumir de unas grandes dotes femeninas(nunca mejor dicho) y una falda que la llegaba por los tobillos, todo ello de color blanco y negro con detalles de plata.
- ¡Plata!-. Soltó de pronto Craig.
- A si, te has fijado. Son hebillas de plata, los pendientes también lo son-. Dijo la chica apartándose el pelo de la oreja.
- Aparta-. Craig se aleja de la chica.
- pero, ¿serás grosero?-.
- tu no,idiota. La plata-. Y enseñó sus colmillos para enseñarle el por que de su temor.
- Bien, lo sabia...-. Dijo mientras se quitaba los anillos, los pendientes y las hebillas.- Encantada, soy Bianca. Yo soy saltadora-.
- ¿Saltadora?-. Craig no había oído hablar sobre ellos. Sobre los hombres lobo, las brujas, los vampiros, los demonios y los invocadores si; ¿saltadora?
- Si, saltadora. Es simple; ahora me ves....-. Y desapareció de al lado de Craig.- Ahora no me ves.-
Craig oyó que la voz provenía de detrás de él y se giró.
- ¿No era mas simple decir, teletransportación?-. Pregunta alucinado Craig.
- Si, pero quería decírtelo antes de que llegásemos-. Entonces se paró el carro.
- ¿Como lo has sabido?-. Pregunta asombrado de nuevo.
- Los saltadores como Bianca además de teletransportarse, pueden ver las cosas 15 minutos antes de que ocurran; si no sus poderes serían una mierda-. Contestó el chico que iba en frente de Craig y Bianca.Bajaron en una explanada y no había ni rastro de los enmascarados, solo se veía a soldados turcos en formación.
De entre esos soldados salió uno que destacaba, seguramente era el líder de ese batallón.
- Bienvenidos al matadero...-. Aquel hombre era de estatura normal tirando a bajo, tenía al pelo color azul claro y una cicatriz en el cuello. Sus ojos eran también azules y tenía un semblante autoritario y la voz grave.
- Desfilen muchachos, JOJOHO; veo que nos traen muchachas hermosas para batallar y subirnos el animo con algún que otro regalillo.-
Dijo mientras le cogía la cara a una chica.
- Ni lo sueñes-. Y los ojos de la muchacha se volvieron como los de una serpiente, sacó la lengua y era de serpiente.
- ¿Tan hermosa sigo siendo?-. El hombre la soltó sobresaltado y le susurro a uno de sus soldados.
- ¿De donde vienen estos niños?-.
- Señor, de Claymore Clive, señor-. Contestó el soldado.
- No jodas..-. El hombre se giró para seguir a los reclutados hasta la explanada del campamento militar y allí introducirles en el campamento.- Como ya dije antes, bienvenidos al matadero, aquí es o matas o te matan ¿de acuerdo?-.
Saltó de repente el chico que se sentaba en frente de Craig y Bianca.
- Jaja, ¿de donde se cree usted que venimos?-.
- ¡Tu nombre niño!-.
- Vincent-.
- Vincent, cuando te dirijas a mi... ¡Me llamas o general o señor!-. Dijo gritando el peliazul.
- O si, perdone usted mi general... ¿No sabe que la mayor parte de nosotros somos excluidos sociales por alguna razón? Venimos de Claymore Clive, lo de matar lo llevamos en la sangre, ¿sabe?-. Aquel muchacho, Vincent era muy valiente.
- Bien, si lo llevas en la sangre entonces ahora mismo te batirás en un duelo sin armas contra uno de mis mejores hombres-. El peliazul parecía enfadado, muy cabreado.
- Bien, perfecto-. Contestó Vincent muy seguro de si mismo.Todos hicieron un circulo niños y soldados. Hicieron un corro alrededor de Vincent y otro soldado.
- ¿Piensas que me vas a ganar enano?-. Dice el soldado remangandose y poniéndose en posición de defensa.
- No, solo pienso que tu vas a perder-. Vincent sigue igual de calmado y sereno.- ¿Que es Vincent?-. Pregunta Craig.
- No estoy segura, creo que es o saltador o demonio-. Le contesta Bianca.
- Ahora lo veremos-. Dicen al unísono.El soldado sigue en posición de defensa seguro de su victoria cuando a Vincent le salen unos cuernos y una cola de demonio.
- ¿Que dijiste sobre ganar?-. Por fin Vincent muestra algún sentimiento y sonrie.
- Ganaré igualmente-. Añade el soldado tenso.
El soldado ataca primero y Vincent esquiva el ataque.
Se agacha en el suelo y gruñe para después saltar encima del soldado y clavarle las uñas en el hombro izquierdo. Muestra toda la dentadura se relame con una lengua mas larga de lo normal, le da la vuelta al soldado tumbado ahora boca abajo en el frío suelo. Le levanta la cabeza manteniendo una rodilla en su espalda.
- Dile a todos tus compañeros que se siente al ser tumbado por un NI-ÑO-.
Le suelta la cabeza con desprecio y le pega una patada. Se va y sale del corro volviéndose a transformar en humano.El día pasó despacio, hacía mucho calor y estuvieron enseñándoles como pelear, con espadas de madera. A Craig se le daba bastante bien y a Vincent también; a Bianca le costó un poco màs pero se le dio bastante bien para no haber cogido una espada en su vida, no como los chicos.
Al caer la noche les llevaron a una tienda que hacia la función de comedor y les sirvieron algo de cena.
Todo el mundo comía como si hiciera meses que no probaban algo comestible. A pesar de ello ni Vincent ni Craig comieron nada, para ellos esa comida sabia horrible, les sabia a rayos.Después de esa supuesta cena les llevaron a sus respectivas tiendas y les separaron en grupos de tres así que Craig, Vincent y Bianca se pusieron juntos.
- ¿Por que no habéis comido nada chicos?-. Pregunta Bianca de camino a su tienda.
- Por que sabe asqueroso-. Dice Craig haciendo una mueca de asco.
- Lo mismo digo, a parte yo como demonio puedo estar hasta un mes sin comer-. Contesta Vincent.
- En serio, ¿un mes?-. Bianca estaba fascinada.
- Como mínimo un mes-.
Entraron en su tienda y tenía una litera y una cama normal.
- Bianca, duerme tu en la cama; nosotros dormiremos en la litera-. Dice Vincent educadamente mientras Craig entraba como loco y se tumbaba en la litera de abajo.
- ¡me pido debajo!-.
Una hora después ya se habían dormido todos menos Craig, le rugían las tripas, no podía pasar mas tiempo sin beber sangre.
Entonces Bianca se levanto y se sentó en la cama de Craig.
- Hey, estas bien ¿te pasa algo?-. Le pregunta Craig incorporándose.
- No, estoy bien pero tu no. Tienes mucha hambre ¿verdad?-. Dijo Bianca compasiva.
- Si, para que mentir; soy un vampiro necesito sangre-. Tras este comentario Bianca se desabrochó el primer botón de su blusa y apartó la camisa de su cuello dándoselo a probar a Craig.
- No, si te muerdo te convertirás...-. Antes de que acabase de decir nada Bianca le pone un dedo en los labios y le hace callar.
- Los saltadores y los invocado res no nos podemos convertir en vampiros bebe sin preocupaciones-. La sonrisa de Bianca tranquiliza a Craig.
- ¿Estas segura de que quieres hacerlo?-. Se asegura Craig, cada vez le rugen más las tripas ve las venas del cuello de su amiga resaltar tan apetitosas...
- Si, estoy segura. No te preocupes, esta bien lo necesitas-. Agarra la cabeza de Craig y la acerca a su cuello. Craig huele el cuello y detecta el sabroso olor a sangre así que abre la boca dejando sus colmillos brillar en la noche y los clava en el cuello de Bianca.
- Aagh-. La chica se queja por el dolor. Craig bebe lo justo para saciar su sed y así no dejar sin sangre a su amiga. Poco a poco va aflojando hasta que se separa de la piel de Bianca, se limpia la boca con la manga de su camisa y añade:
- Tu sangre sabe muy bien, es muy dulce-.
- Gracias, pero ya sabes cuando necesites sangre me llamas-. La sonrisa de Bianca también resalta en la oscuridad de la noche.
La chica vuelve a su cama y se acaba durmiendo al igual que Craig.
Esa noche la luna observa pasiva sin nada que proteger además de la vida de cientos de niños que ese día fueron arrebatados del lado de sus padres, al menos la mayoría.
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La leyenda de Claymore Clive
FantasyLas leyendas cuentan historias de héroes que se ganaron respeto, héroes sin igual, personas que no encontraron un rival. Hay gente que cree en las leyendas y gente que no cree en ellas, hay gente que dice que son verdad y gente que niega su existenc...