CAPITULO 1

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La alarma sonó , como todos los días, pero este será la última vez que suene. Porque al fin serán vacaciones, unos días de descanso me vendrían muy bien. Me senté en mi cama y apague la alarma de mi celular. Sólo este día, ya no más el porque levantarse temprano. Me levanté y me arregle para ir al instituto. Tome mis cosas y baje a desayunar, mi madre ya estaba allí, leyendo un pequeño libro con sus lentes con aumento puestos.

Como el desayuno ya estaba servido, me senté frente a ella y la mire confundida, ella no suele despedirse de nosotros cuando vamos a la escuela, si de nosotros, tengo un hermano mayor.

-¿porqué te has levantado ya?- pregunte dando un bocado a mi desayuno.

Ella levantó la mirada de su libro y me miro -Por que quiero que todo salga bien- contesto algo sería (como suele ser ella).

-No volveremos a quemar la cocina mamá- le sonreí como una niña buena. Ella sólo negó. -¿y papá?-

-Esta trabajando- contesto sin mirarme.

Seguí desayunando y Sebastián bajo las escaleras brincando y con una enorme sonrisa en su rostro.

-¿Último día?- suspiro él.

-Último día- le seguí el juego riendo.

-¿A dónde iremos de vacaciones?- pregunte.

-No esta decidido aún- contesto mi madre, para después ver a Sebastián y sonrieron.

-¿Qué se traen?- pregunte observándolos con seriedad

Mi madre miro su reloj de muñeca -¡Se hace tarde!- grito -Será mejor que se vallan- se levantó de donde estaba y nos saco de la casa, ignorando mi pregunta totalmente.

Sebastián y yo salimos de casa(gracias a mamá) y nos quedamos parados allí afuera, ¿cómo nos vamos a ir sin nuestras cosas?. Sebastián reacciono y entro a casa y yo también, tomamos nuestras cosas y salimos para ir al colegio yaay. Él y yo no somos muy conocidos (populares) se podría decir, bueno Sebastián si, más que yo, ya que (y no lo voy a negar) es el muy guapo, además de ser uno del equipo de fútbol. En cambio yo, soy una persona normal, sin amigos, naaaa mentiras tengo dos amigos Wendy y Matt, yo solo trato de no llamar tanto la atención.

-Creo que iremos a Miami- hablo mi hermano después de dar en marcha su auto.

-¿Enserió?- Grite, él asintió -¡Gracias al cielo! Ya nos hace falta salir de este invierno-

-y adivina el porque iremos-

Yo fruncí el ceño -¿El presidente nos verá aya?- bromee

-No, si no, Anaid- dijo sonriendo

Abrí los ojos sorprendida y di un enorme grito que hizo que él se tapará los oídos, y yo di un pequeño bailecito que hizo que él me viera confundido-¿Porqué no me contaste?- le grite

-Se suponía que era una sorpresa- se defendió

-¡Debiste decirme al momento!- le di un golpe en el hombro.

Se preguntarán ¿quien es Anaid? Pues nada más que mi hermana mayor, vive en Madrid desde hace unos tres años, tenemos mucho sin vernos, sólo hablamos y además de ser mi hermana la quiero como una amiga, mi confidente (valla que cursi salí), con ella me entiendo, y con ella puedo expresarme fácilmente al igual que con Sebastián.

-Mamá dijo que no te contara nada, quería que fuera sorpresa, ya que no es muy seguro- aclaró.

-pero no con eso, estas hablando de Anaid y cualquier cosa me lo tienes que decir- lo señale.

-lo lamento, te contare todo menos de mi vida personal- dijo en tono serio

-¿Sigues saliendo con Sharon?- pregunte sonriendo, se que él terminará contándome

-No- contesto algo serio

-¿Qué? ¿Porqué no sabía? -

-No tengo que contarte todo, termine con ella hace unos meses- suspiro -Acuérdate, yo no me meto en tu vida y tu no te metes en la mía- recordó la regla que nos pusimos hace algunos años, que nadie a seguido. Terminamos diciendo todo.

Normalmente sólo he conocido a las parejas formales de Sebastián, que han sido muy pocas, ya que él solo busca algo serio. En cambio yo, sólo he tenido un novio y fue hace unos años, bueno "unos meses"<<si cuando tenías doce se te hace unos meses>>esta bien cuando tuve doce, hagamos cuentas, que hace cinco años. Pero eso no es algo que me afecte.

Llegamos al estacionamiento del colegio y cada quién se fue por su lado, camine hacia la entrada y en ella estaba Wendy viendo a todos lados, como buscando algo. Vestía una linda polera gris (No es por que yo se la regale), con unos jeans y sus vans de siempre, su cabello Rubio estaba suelto. Cuando ella me miro me sonrió de oreja a oreja. Comenzó a saludarme en el aire moviendo las manos de un lado a otro. Llamando la atención de todos los alumnos, ella frunció el ceño enojada y les grito algo que no logre escuchar. Ella es todo lo contrario a mi.

-¡ya es el último día!- exclamo una vez cerca de ella y me dio un enorme abrazo.

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