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—YeoJin... YeoJin, Dónde te has metido, pequeña?
SeokJin buscaba por todas partes a su hermana gemela, pero no podía encontrarla por ningún lado.
–YeoJin?
–Agui estoy, SeokJin.
La chica había salido desde abajo de su cama, SeokJin la observó algo confundido, y ella pareció notarlo ya que le explicó la razón de su escondite.
—Madre ha venido a buscarme para que me probara unos vestidos y me escondí allí para que no me encuentre.
—No podrás estar baio de la cama para siempre, hermana.
—Lo se Jin... es solo mi tonto intento de aplazar las cosas.
—El rey TaeHyung ha mandado a una persona para que esté contigo todo el tiempo, pero no lo dejaré ni que esté medio metro cerca tuyo, Yeo.
—Mañana vendrán por mi hermano... unas doncellas me han dicho que llegarán los escoltas al amanecer -suspiró-. Tal parece que mi futuro esposo esta algo impaciente por mi.
—He escuchado de I Cheol que el rey TaeHyung está debatiendo un acuerdo con otro reino, y parece que el mismo vendrá a su palacio, tal vez quiera estar va casado para no parecer débil.
—Tal vez sea hora de aceptar mi destino, SeokJin.
Escúchame bien, YeoJin -dijo SeokJin tomándola por los hombros- jamás te rindas, nunca aceptamos una derrota desde que éramos niños, y ésta no será tu primera vez.
—¿Acaso has encontrado una solución ya?, ¿No habrá matrimonio? -preguntó la joven con esperanza brillando en sus ojos.
—Tal vez si, hermana menor.
La chica sonrió agradecida antes de lanzarse a los brazos de su hermano mayor y darle un gran abrazo. SeokJin no estaba muy seguro de la respuesta que había encontrado para su problema, pero sabía en el fondo de su corazón que su elección había sido correcta.
—Ve a dormir ya pequeña. mañana será un día muy largo - SeokJin besó la frente de su hermana-. Y nunca olvides que te quiero.
—Y yo a ti, SeokJin.
Ya pasaban de las cuatro de la mañana y el joven SeokJin aun estaba despierto no había pegado un ojo en toda la noche, pues los nervios y la ansiedad lo consumían por completo. Debía levantarse muy temprano para llevar a cabo su plan, por suerte había conseguido la ayuda de una de las doncellas, que había sido su amiga de la infancia.
Cuando le contó el plan la chica se negó rotundamente a hacer tal locura, pero ambos sabían que las opciones al igual que el tiempo se les agotaban rápidamente, y esta había sido la única que SeokJin creyó correcta.
Oyó tres suaves golpes en su puerta, y se levantó de un salto al saber que se trataba de Hye Sun.
Abrió la puerta rápidamente para que la muchacha entrara y acomodara sus cosas antes de empezar su trabajo.
—¿Estás seguro de esto, SeokJin? Una vez que empezamos ya no habrá marcha atrás.
—Cien por ciento, Hye Sun. Sabes que haría lo que sea para salvar a YeoJin.
SeokJin era comido por sus nervios, a quién quisiera engañar, si los descubrían irían a parar a la horca, o algo peor.
Hye Sun puso el plan en marcha, maquillando el rostro de SeokJin para que tuviera un toque más femenino, como el de su hermana YeoJin. No requeriría mucho esfuerzo ya que, ambos hermanos eran gemelos idénticos, con la diferencia de que eran hombre y mujer.
Hye Sun daba toques por todo su rostro, aplicando el maquillaje suavemente, tal y como lo llevaría una princesa. Una vez terminado mostró a SeokJin su propio rostro en el espejo, y éste soltó un pequeño suspiro de alegría.
—Nadie podrá diferenciarnos de vista.
—Claro, te he maquillado yo SeokJin, pero ahora ponte el vestido y vayámonos al cuarto de tu hermana.
—Andando.
Una vez vestido y peinado, se dirigieron a la habitación de YeoJin, quien dormía plácidamente sin tener la menor idea de lo que ocurría.
SeokJin se acercó a ella moviéndola para despertarla, la chica en cuestión de minutos abrió los ojos.
–YeoJin no es hora de hacer preguntas, solo toma lo que he empacado para ti y ve con Hye Sun.
–Pero SeokJin... Qué haces vestido como yo?, ¿A dónde vamos?
—Sé que estás confundida pero no digas nada, ve con Hye Sun a mi habitación y usen la salida secreta para salir de palacio.
—Hermano... -a la chica se le inundaron los ojos de lágrimas-por favor ven con nosotras.
—Lo haré en su debido tiempo Yeo, pero por favor váyanse ahora, I Cheol no tarda en venir a buscarte... a buscarme en realidad y ya no tendrás tiempo de escapar -YeoJin corrió a los brazos de su hermano para abrazarlo por última vez-. Gracias, Jinnie.
Nunca lo olvides YeoJin -la miró directamente a los ojos-. Nunca habría nada que yo no haría por verte feliz.
—Te quiero, SeokJin.
—Y yo a ti, YeoJin.
—Chicos.. -murmuró Hye Sun andando por favor.
SeokJin besó la frente de su hermana antes de verla irse, suspiró pesadamente y se recostó en la cama, ahora solo esperaría la llegada de I Cheol.
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