18. oclumacia

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Harry Potter y la cicatriz del rayo

Morris Oshkosh se despertó antes del amanecer del 9 de julio, la mañana después de la luna nueva. Pensó que debería preparar un desayuno completo, ya que los cuatro adolescentes podrían despertarse hambrientos como resultado de sus intensos sueños. Mientras cocinaba (principalmente en piloto automático), su mente divagó y comenzó a considerar a sus estudiantes actuales.

Había ayudado a decenas de estudiantes a lograr la transformación animaga a lo largo de los años. Sin embargo, la cosecha de estudiantes de este año fue especial, ya que incluía tanto a su propia hija como a un animago Thunderbird. No estaba particularmente preocupado por lo primero: la mayoría de las formas de depredador eran algo más deliberadas que las formas de presa, y en consecuencia eran más difíciles de fusionar, pero eran lo suficientemente comunes como para no ser un obstáculo real, y Annie era extremadamente obstinada, pero la última fue ciertamente problemático. Las formas mágicas de animagos eran raras y difíciles de comenzar, pero un thunderbird traía quizás el mayor desafío posible, incluso más que un dragón (al menos los dragones eran perezosos; todo lo que un thunderbird quería hacer era luchar y causar tormentas). Un thunderbird no podía enjaularse y no se podía razonar con él; de hecho, Era un milagro menor que el chico hubiera logrado mantener a la bestia contenida dentro de sí mismo durante tanto tiempo. Era probable que su primera transformación fuera una noche extremadamente tormentosa, ya que el Thunderbird voló libre por primera vez; Morris tendría que encontrar alguna forma de mantener a los otros estudiantes a salvo de él. Harry probablemente había pasado toda su vida inconscientemente gastando la mayor parte de su energía y enfocándose en mantener el poder del pájaro del trueno bajo control, una vez que la maldición asesina de Voldemort había despertado la furia de la bestia.

Ese nivel de control, por supuesto, no duraría. Durante la totalidad de este ciclo lunar, el Thunderbird dominaría cada vez más los sueños del niño. Morris había decidido comenzar a instruir al niño en la oclumancia, para tratar de evitar que las intensas visiones se descontrolaran. No sería bueno que electrocutara accidentalmente a todos los que se quedaran en la posada, después de todo. Además, era una disciplina útil de todos modos, y la reacción inevitablemente violenta del pájaro del trueno (probablemente ira y un contraataque) ante cualquier intrusión mental, ahora que Harry había comenzado el proceso de fusión con el espíritu de la criatura, reduciría en gran medida la cantidad de trabajo de Harry. tendría que hacer para dominar la oclumancia. Una instrucción en los fundamentos probablemente sería suficiente; una vez que entendió cómo organizar sus pensamientos, El Thunderbird proporcionaría la potencia bruta necesaria para proteger su mente. Annie y Andy, ambos con formas de depredadores bastante poderosas, también encontrarían la oclumancia útil y algo más fácil que la mayoría de las personas; Carla, con una forma de presa de voluntad relativamente débil (incluso tameable) probablemente encontraría innecesaria la oclumancia para ayudarla con su transformación, y su forma sería menos útil para ocluir su mente.

Un trueno sobresaltó a Morris de sus reflexiones; Una tormenta se había acumulado afuera y el inconfundible olor a ozono llenaba el aire, a pesar de que el pronóstico había sido claro. Será mejor que comience rápidamente.

Unos minutos más tarde, Harry fue despertado por un golpe en la puerta. Sacudiéndose el zumbido en sus oídos y el cosquilleo de la electricidad, se tambaleó hacia la puerta y la abrió, ignorando la descarga estática bastante sustancial mientras agarraba el pomo de la puerta.

"Buenos días, señor", gruñó Harry al ver a Morris parado allí con una mirada seria en su rostro.

"Perdón por despertarte, chico, pero estaba un poco tormentoso afuera. Vístete y baja a desayunar. Hay algo que voy a comenzar a enseñarte a todos hoy, y deberíamos comenzar lo antes posible".

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