Angel?

Slow motion 🔞

*Esa misma noche*

Taehyung se sirvió una copa de vino dulce y se la bebió de un trago bajo la atenta mirada de Jimin.

-"Dices que Yoongi te volvió a atacar junto con otro demonio y que te salvó un ángel de la nada."- no podía sonar más esquizofrénica la situación.

-"Si..."

-"Y crees que van a volver."

-"Sí."

-"Joder..."- Volvió a rellenarse su copa y otra a su amigo.

Jimin sostuvo la copa como pudo pero se encontraba más débil de lo normal aquel día. Su pelo estaba completamente castaño y sus ojos azules cristalinos comenzaban a oscurecerse y hacerse mucho más naturales y humanos. Ya casi se apreciaban marrones.

-"¿Y qué puedo hacer para ayudarte?"- le pregunta Tae sin pensarlo.

-"No se si puedes hacer algo para ayudarme Tae..."- Jimin baja la mirada y se centra en el sabor del vino. No quería ser mortal, todo se sentía cada vez menos y el vacío de su pecho comenzaba a doler.

Tae le agarró de sus pequeñas manitas -"Buscaremos la solución a esto, de momento no pienso dejarte solo."- siempre le reconfortaba las palabras de su amigo y más si las acompañaban algún roce cariñoso. Empezaba a querer a ese chico con todo su corazón.

-"Estoy cansado de verte triste, vámonos."- se levanta del sofá arrastrando al catálogo hasta su cuarto.

-"¿Adónde nos vamos TaeTae?"- le pregunta sonriendo un poco tímido.

-"De fiesta"- le contesta quitándose la camiseta.

-"¿!Ahora¡?"- Jimin se siente un poco tímido al ver a su amigo desnudarse ante él y se pone colorado.

-"Ahora, vístete. Conozco un sitio divertido que te va a gustar y necesitas despejarte."- le lanza una muda limpia a la cara roja y le apura para que se vista.
-"pero tienes que prometerme que no te vas a asustar con la primera impresión."

-"¿Adónde me quieres llevar tonto del culo?"- le pregunta Jimin riéndose con una mirada mucho más serena.

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Jungkook llama a la puerta del antro lleno de luces de neón y un segurata le abre una pequeña rendija de puerta a través de la cual se le veían sus ojos amarillos como los de una serpiente.

El ser habla con su voz ronca -"Como dijo Vladimir..."

-"Una paja y a dormir"- le responde el pelirrojo bastante serio.

El hombre abre las puertas y les deja pasar a ambos.

Es un lugar completamente diferente a cómo se aprecia en el exterior.
Desde fuera aquello parecía uno de los sitios más sucios y vergonzosos del mundo con carteles luminosos de mujeres desnudas en mitad de la nada en una carretera pérdida de las afueras.

Pero por dentro era bastante elegante, normal, limpio, e incluso acogedor.
Las paredes estaban decoradas con tonos cálidos y oscuros que daban intimidad.

Era bastante más grande de lo que parecía.
De los techos altos colgaban lámparas de cristal que caían en cascada e iluminaban varias escaleras de caracol que daban a la segunda planta.

Había bastante gente de todos los estilos y pintas posibles existentes.
Gente normal, de la calle, que parecían simples mortales. Gente atractiva, que destacaba, sexy, extravagantes, chicos y chicas prácticamente de la misma edad todos y con máscaras cubriendo sus rostros.